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Técnicas de concentración

Estudiar es una actividad que requiere la mayor concentración posible. Si tu capacidad para concentrarte es débil, existen numerosas técnicas de concentración que te ayudarán a dirigir toda atención hacia una sola tarea, en este caso la propia materia de estudio que hay que comprender e interiorizar.
 
Técnicas de concentración

La capacidad de concentración se puede mejorar con una serie de hábitos. Antes de comenzar a estudiar hay que crear unas circunstancias idóneas para ello:
  • Estudiar siempre en un mismo lugar, ya sea la habitación, la biblioteca u otro espacio que elijamos, preocupándonos de que se trate de un lugar tranquilo, sin ruidos o distracciones y en el que tengamos cerca todas las herramientas necesarias, desde libros de texto hasta bolígrafos, calculadoras, etc.
     
  • Afrontar el estudio descansado, después de haber dormido bien. También es fundamental realizar un descanso cada 45 minutos y "tomar el aire" cada cierto tiempo. Comer en exceso en los momentos previos o sentarse a estudiar con hambre perjudica a la concentración.
     
  • En cuanto a la iluminación, conviene aprovechar al máximo la luz natural (evitando la luz directa). Si se usa luz artificial, el lugar tendrá que contar con iluminación general y puntual. También ayuda una buena ventilación. Las luces blancas y azules son las más aconsejables y, en lo posible, se recomienda evitar las luces LED y los grandes fluorescentes.
     
  • Adoptar una postura ergonómica adecuada, con la espalda recta y la cabeza levemente inclinada hacia adelante. Piernas y muslos deben estar en ángulo de 90 grados, con los pies en el suelo. Hay que vigilar que el cuello esté en posición recta y los hombros sin tensión. La silla de estudio debe ajustarse a varias alturas, tener refuerzo lumbar y reposabrazos.
     
  • Acostumbrarse al orden. Una mesa desordenada hace perder el tiempo buscando lo que se necesita en cada momento y además provoca distracciones innecesarias.

Técnicas para conseguir una mayor concentración

Para ser más eficiente a la hora de ponerte a estudiar, conoce las siguientes pautas clave y ejercicios para mejorar tu concentración.

1. Planificación. Organizar previamente el temario a estudiar para después no consumir tiempo de estudio en hacerlo y planificar en qué horario y cuánto tiempo de estudio se va a dedicar a cada apartado, te permitirán no desperdiciar energías y mejorar la concentración. Por ejemplo, si estableces un horario de 4 a 5 de la tarde cada día, te resultará más sencillo rendir a partir de esa hora, ya que has reservado esa franja específicamente para estudiar.

2. Respiración. Antes de empezar a estudiar dedica cinco minutos a relajarte de la siguiente forma: siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos, respira despacio y profundamente, fijándote en cómo se produce todo el proceso de introducción y expulsión de aire. Si en ese momento se presenta algún pensamiento, procura rechazarlo y vuelve a concentrarte en la respiración.

3. Lectura. Leer es una excelente forma de enseñar al cerebro a concentrarse. Durante 30 minutos antes de comenzar a estudiar, leer en silencio un texto ajeno a los apuntes, como, por ejemplo, una novela, contribuye a aislarnos de otras distracciones y facilita la transición hacia una actitud de estudio.

4. Fijación. Elige un objeto a tu alrededor y, durante dos minutos, concéntrate en analizarlo con todo detalle, incluidos colores y formas. También puedes fijarte en el movimiento del segundero del reloj durante el mismo tiempo. Es importante no dejar entrar en la mente ningún otro pensamiento. Este ejercicio es un buen entrenamiento para después aplicarlo, por periodos de más tiempo, a la propia materia de estudio en la que se trate de recordar los visualizado. 

5. Aislamiento. Si estás en una época en la que sufres preocupaciones que te impiden concentrarte, una técnica que ayuda es la de fijar un espacio y un horario concreto para ello. Además, puedes establecer una palabra o una frase que te permita volver a concentrarte cuando te perturbe alguna distracción. Puede ser una palabra como "concentrado" o "ahora no". También es importante evitar distracciones empleando tácticas como poner el móvil en silencio o escoger un lugar sin ruidos. Recuerda que la música puede ser un aliado para la motivación, pero es preferible estudiar en silencio. Si la necesitas, procura que sea relajante y no tenga letra. 

6. Pausas. Es preciso hacer descansos durante el estudio para aumentar la productividad. Algunos métodos de gestión del tiempo, como la técnica Pomodoro, te permitirán incrementar la concentración al dividir el tiempo en intervalos de actividad y descanso. Durante los descansos puedes ofrecerte recompensas para recargar pilas y volver a la tarea. 

7. Última oportunidad. Imaginar que es la última ocasión que tenemos para estudiar el temario que tenemos delante puede ser una excelente ayuda para evitar las distracciones y poner todo nuestro esfuerzo en ello.

Practicar cada día estas técnicas de concentración mejorará el rendimiento a la hora de ponerse a estudiar. Hay que tener en cuenta que la concentración es una habilidad que se desarrolla con perseverancia y fuerza de voluntad.

Descubre diferentes recomendaciones, pautas y técnicas de estudio para concentrarte y aplicarte mejor en a la hora de estudiar.