Rumbo a la universidad: cómo orientar al alumnado para elegir una carrera

Miles de estudiantes de Bachillerato que se decantan por cursar una carrera universitaria tendrán que decidir en breve qué estudiarán. Se trata de una decisión significativa en la trayectoria académica y profesional de los adolescentes, y que muchas veces toman sin haber recibido la orientación que necesitan.
 
Prueba de ello es que el 75% del alumnado de Bachillerato considera que la orientación académica y profesional recibida en su centro ha sido insuficiente y que le hubiera gustado contar con "más herramientas" para tomar una decisión fundamentada sobre su futuro académico y profesional, según datos de la XVI Encuesta Tendencias Universitarias 20221, aplicada por la Universidad Francisco de Vitoria a más de 3.000 estudiantes de bachillerato de toda España.
 
El trabajo de los profesionales de la orientación es fundamental en las transiciones educativas de los estudiantes. Ofrecerles actividades, recursos, herramientas y oportunidades para que reflexionen sobre su futuro, sus aspiraciones y expectativas; y que conozcan la oferta académica y exploren y experimenten el mercado laboral, resulta clave para su futuro. Participar en estas iniciativas les permitirá tener mayores posibilidades de éxito en su proyecto de vida y profesional, según evidencia un reciente estudio de la OCDE.
 
En un nuevo monográfico, expertos y fuentes consultadas por Educaweb analizan la orientación que recibe el alumnado para decidir la carrera universitaria que estudiará, con el fin de compartir experiencias, detectar posibles mejoras, así como estrategias y recursos orientadores para acompañarlos en su proceso de toma de decisiones.  
 

¿Cómo se orienta al alumnado para elegir una carrera universitaria?

Ana terminará este curso el 1º de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales, tiene claro que quiere estudiar una carrera, pero aún no sabe cuál. Echa en falta que en el instituto donde estudia aún no le ofrezcan la orientación que a ella le gustaría para informarse con tiempo sobre la oferta formativa, identificar lo que le gusta y tomar una decisión más fundamentada y sin prisas.
 
"Realmente no sé qué estudiar porque en el instituto no nos están ayudando mucho a decidir, no nos han informado qué carreras hay, ni nada. Los profes dicen que nos calmemos, que aún hay un año para poder decidir", expresa. No obstante, a ella le gustaría "que una vez al mes nos mostraran las carreras que hay, nos hicieran hacer algunas pruebas para saber qué nos gusta y qué carreras podríamos estudiar".
 
Los orientadores tienen dificultades para responder a las demandas de orientación del alumnado y poder atenderlos de forma directa y personalizada debido a la elevada ratio de orientador-alumnos, según el informe Debilidades del sistema de orientación español según los tutores y directores de educación secundaria (2020), publicado por investigadores de la Universidad nacional de Educación a Distancia.
 
De hecho, el 75% de los profesionales de la orientación consultados para un reciente estudio de la plataforma Orienta por la Pública, formada por orientadores y orientadoras de Andalucía, señala que cada uno atiende entre 500 y 1.500 estudiantes, cuando en realidad la ratio debería ser de un orientador por cada 250, según recomendaciones de la UNESCO.
 
Al respecto, Andrea González Henry y Daniel Serra, presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes, conocida como CANAE, indican que es imprescindible reforzar la figura del orientador "para que todos los estudiantes puedan tener una orientación más o menos personalizada y que se adapte a sus necesidades. Con las actuales ratios de alumnos por orientador es imposible".
 
Por otra parte, muchos institutos no abordan los tres componentes básicos que entran en juego en el proceso de elección: el autoconocimiento, la exploración de la oferta académica y el descubrimiento del mercado de trabajo. "Se pone el acento en lo que tiene que ver con la oferta formativa y los requisitos de acceso, pero quedan aspectos importantes por trabajar", expresa Gemma Latorre, directora del área de proyectos educativos y orientación de D'EP Institut. 
 
La mayoría de los centros ofrecen orientación demasiado tarde, en 2º de Bachillerato, cuando es recomendable orientar a los estudiantes mucho antes, como mínimo en 4º de la ESO, según expertos consultados. "Es cierto que aún ven muy lejos una decisión universitaria, pero tienen que comenzar a familiarizarse con el proceso, para poder acertar en su elección del bachillerato", opina Jeanette Bello, responsable del Gabinete de orientación de la Universidad de Navarra.
 

Los 5 retos de la orientación preuniversitaria

La orientación que se ofrece a los estudiantes en los institutos responde a sus necesidades recurrentes, que se centran en conocer la oferta formativa existente, otras alternativas de estudios y el proceso de acceso a la universidad, según fuentes consultadas. Sin embargo, la orientación preuniversitaria tiene 5 retos fundamentales por afrontar: 
 

1. Abordar con el alumnado todos los pasos del proceso de toma de decisiones

Los centros educativos deberían trabajar con los estudiantes los aspectos más importantes del proceso de toma de decisiones académicas y profesionales: "El autoconocimiento es clave, esa mirada interna es el punto de partida para tomar decisiones fundamentadas. Y también hay que poner el acento al proceso de exploración del mundo del trabajo", apunta Latorre en una entrevista para Educaweb.

Diversos expertos y estudios indican que este último punto es el que menos se trabaja en los institutos. Está demostrado que explorar, experimentar y reflexionar sobre el mundo laboral mejora el futuro profesional de los y las jóvenes, según un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la OCDE.
 
El informe insiste en que se deben realizar en los centros educativos actividades que permitan al alumnado interactuar con profesionales y empleadores. "Los estudiantes necesitan explorar diferentes carreras profesionales mientras están todavía estudiando y es esencial que los empresarios y los trabajadores estén involucrados en ese proceso", explica Anthony Mann, analista sénior de la dirección de Education and Skills de la OCDE, en una entrevista a Educaweb.
 
Una buena práctica relacionada con lo anterior es el Proyecto Vida profesional, que organiza el Ajuntament de Barcelona a través de Barcelona Activa, y que está dirigida a alumnado de 3º y 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato, ciclos formativos, educación de adultos y Programas de Formación e Inserción (PFI). A través de la iniciativa se llevan a cabo diversas actividades de orientación, entre ellas charlas de profesionales en los centros educativos y visitas a empresas dirigidas a que el alumnado conozca de cerca el mundo del trabajo.  
 
Otro ejemplo es el proyecto Xcelence-Escuelas Que Inspiran, de la Fundación Bertelsmann y Empieza por Educar. En el marco de la iniciativa, estudiantes de 4º de la ESO de 22 centros educativos de Madrid y 21 de Catalunya han interactuado en el último trimestre con profesionales voluntarios de unas 65 empresas, quienes han ofrecido charlas a los adolescentes para explicar su profesión, sector y trayectoria académica, y los han acompañado en visitas a sus organizaciones. 
 

2. Alertar a los jóvenes sobre los condicionantes que afectan sus decisiones y ayudarlos a neutralizarlos

La toma de decisiones de los estudios universitarios se ve afectada por multitud de condicionantes que se solapan: familiares, sociales, económicos, psicológicos, personales y los académicos, entre otros. Por ello, los profesionales de la orientación deben advertir a los estudiantes sobre estos y ayudarles a que los "identifiquen, analicen uno por uno, y se planteen cómo neutralizarlos", sostiene Latorre. "Si no son conscientes de que existen estos condicionantes, su proceso de toma de decisiones se ve influenciado por ellos y no los podrán afrontar".
 

3. Fomentar entre los estudiantes las habilidades para la gestión de su carrera

Tanto la educación como el proceso de orientación del alumnado deben incorporar la enseñanza-aprendizaje de las competencias para la gestión de la carrera, aseguran expertos de la Network for Innovation in Career Guidance and Counselling in Europe, conocida como NICE. Estas habilidades permiten a las personas "recopilar, analizar, sintetizar y organizar información propia, educativa y ocupacional para poder tomar decisiones sobre su formación y sus transiciones educativas y profesionales", explica el investigador y referente de la orientación, Ronald Sultana, en su artículo Learning career management skills in Europe: a critical review (2012).
 
Y es que en un mundo laboral cambiante como el actual, los jóvenes tendrán que tomar este tipo de decisiones varias veces en su vida. "Tenemos que empoderarlos, ayudarlos a ser personas autónomas y competentes para vivir ese proceso. Y esta es la idea de las competencias para la gestión de la carrera. No estamos hablando de una elección concreta, sino de acompañarlos a gestionar su proyecto de vida y profesional", explica Latorre.  
 

4. Orientar con perspectiva de género

Orientar con perspectiva de género es otro reto que los orientadores deben afrontar para mejorar la orientación de las estudiantes.  Es muy importante incorporar la perspectiva de género en la formación inicial y continuada tanto de los profesionales de la orientación académica y profesional como del profesorado, "para que entiendan la  relevancia que este aspecto tiene en el fomento de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres", sostiene Milagros Sáinz, investigadora principal del grupo I+D+i Género y TIC (GenTIC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
 

5. Empezar el proceso de orientación desde Primaria

Diversos estudios internacionales plantean que se debe comenzar el proceso de orientación mucho antes, desde la Educación Primaria, e intensificarlo en periodos clave en las que los y las jóvenes toman decisiones sobre su proyecto de vida y profesional. "Este es un gran objetivo. Lo que está claro es que debemos fomentar este proceso de decisión como mínimo en 2º o 3º de la ESO. Porque si no, estamos pidiendo a los jóvenes que están en proceso de cambios personales en un contexto de incertidumbre que tomen decisiones sobre su futuro en pocos meses. Y este nivel de exigencia hacia ellos y ellas es injusta", señala Latorre.
 
En este sentido, en D'EP Institut, por ejemplo, se han desarrollado contenidos de orientación para alumnado de Primaria en el marco de un proyecto europeo llamado JOBLAND, que se centran sobre todo en introducir y ampliar su conocimiento sobre las profesiones, a que aprenda a conocerse a sí mismo, y reconozca su potencial.
 

Aspectos clave a tener en cuenta a la hora de decidir una carrera

Los orientadores consultados recomiendan a los estudiantes que a la hora de decidir qué carrera estudiar realicen los tres aspectos clave del proceso de toma de decisiones académicas y profesionales: un ejercicio de autoconocimiento, explorar la oferta educativa e inspeccionar el mundo laboral.
 
"Deben conocer muy bien el plan de estudios y las salidas profesionales de cada grado que les interese. Y les tiene que gustar ambas cosas. Nunca se debe elegir un grado porque alguien diga que tiene muchas salidas profesionales, ya que no existen carreras con salidas sino personas con salidas", explica Jeanette Bello, responsable del Gabinete de orientación de la Universidad de Navarra.

Los jóvenes pueden trabajar cada aspecto del proceso de elección con los orientadores de sus institutos, con sus familiares y por iniciativa propia. En este último caso, son útiles los contenidos de orientación online; o bien las actividades de orientación presenciales que se realicen en su entorno, como las ferias educativas o de empleo, charlas profesionales, visitas a empresas, oportunidades de prácticas profesionales, etc.
 
Otro aspecto para tener en cuenta a la hora de decidir qué estudiar es detectar los posibles condicionantes que pueden influir en su decisión y tenerlos presentes para así neutralizarlos. Y, sobre todo, resulta fundamental que los adolescentes sean protagonistas de sus decisiones y tengan claro que nadie puede decidir por ellos y ellas.
 
Asimismo, la ilusión tiene que estar presente en su elección. "Muchas veces expresan su angustia y miedo al elegir unos estudios universitarios, pero hay que darle más cabida a la ilusión, a la idea de que están empezando a construir su futuro", indica Latorre.
 
Es importante tomar conciencia de que "las elecciones académicas y profesionales no son definitivas, que siempre hay formas de reconducir y redefinir su trayectoria formativa. Lo que están haciendo ahora es empezar. A partir de aquí pueden reconducir, cambiar, explorar otras alternativas, desde la reflexión y la ilusión", añade la experta.  
   

Recursos para complementar la orientación rumbo a la universidad

Si bien el trabajo de orientadores es imprescindible para acompañar al alumnado en sus decisiones rumbo a la universidad, los estudiantes cuentan con diversos recursos para complementar sus necesidades de orientación. Entre las actividades e información que expertos y fuentes consultadas recomiendan están los presenciales y digitales.
 

Actividades de orientación presenciales

Expertos consultados recomiendan a los estudiantes participar en las actividades orientadoras que se realizan en sus centros educativos, como, por ejemplo, charlas y talleres para que conozcan las diferentes carreras universitarias y profesiones. También proponen a los centros organizar frecuentemente encuentros con profesionales y empleadores, o realizar visitas a empresas, para acercar el mundo del trabajo al alumnado.
 
Por otra parte, los jóvenes "deben tener los ojos y oídos abiertos a las actividades que se realizan en su entorno próximo", explica Latorre, como pueden ser los eventos para conocer la oferta de carreras universitarias y explorar el mundo laboral. Entre ellos se encuentran las ferias educativas y de orientación, o las ferias de empleo, organizadas por diferentes entidades y administraciones locales. No se trata solo de asistir, sino de sacarles partido. Por ello, Educaweb ofrece consejos sobre cómo aprovechar al máximo estos eventos educativos.   
 
Asistir a las jornadas de puertas abiertas de las universidades de interés, charlar con amigos o familiares sobre sus profesiones, o bien participar en programas de prácticas en empresas para acercarse al mundo del trabajo, son otras actividades orientadoras presenciales que apoyan y complementan el proceso de decisión.
 

Recursos de orientación online

Existe una gran variedad de recursos de orientación digitales. "Hay que tener cierto criterio a la hora de consultar estos contenidos. Estos te pueden ayudar, a conocer, a reflexionar, pero no determinan tu elección. Es importante evaluar la calidad de la información, el nivel de actualización de esta, etc.", recomienda Latorre.
 
Los contenidos de orientación de Educaweb son un ejemplo, entre los que destacan:
 

• El Test del Gran Recorrido o GR: una herramienta para guiar al alumnado en el proceso de autoconocimiento. 
• Diccionario de estudios: con información sobre la oferta de grados universitarios, la formación profesional y otros estudios, agrupados por temáticas.
• Diccionario de profesiones: un recurso para conocer en qué consiste una determinada actividad u ocupación, así como las salidas laborales de cada una.

 
En Educaweb también se pueden encontrar recursos para orientarse sobre los estudios universitarios existentes, las vías de acceso, cómo escoger universidad, etc.  Si deseas conocer más recursos de orientación online, no te pierdas un reportaje al respecto.
 
Por otro lado, el portal de orientación Euroguidance en España, integrado en la red europea Euroguidance, aglutina diversos recursos útiles tanto para los profesionales de la orientación como para los estudiantes.