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¿Qué necesitan los docentes?

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Sònia Zamora, estudiante de último curso de Pedagogía en la Universitat de Barcelona
Un buen plan pedagógicamente correcto sería, a mi parecer, dejarnos de tópicos, de juzgar, de las influencias, de la manipulación de cualquier tipo y... luchar por conseguir una buena acogida de cualquier persona, ya sea de Sevilla, de Marruecos, de Pensilvania, de donde sea. Fuera pensamientos negativos en cuanto a cualquier ser humano, empezando por uno mismo.

Requiere concienciación por parte del docente de la situación en que viven estos seres humanos, aparcando el sentimentalismo y/o exigencia extrema. Cualquier profesional docente ha de partir de lo que es y cuáles son sus deberes como tal y, posteriormente, luchar por la integración (ojalá fuera ésta total) de éstos en cuanto a la sociedad en la cual nos basamos, (sobre)vivimos...

Pienso que nunca se está preparado lo suficientemente para saber afrontar cualquier situación dentro de nuestras aulas. Un docente no es Dios, aunque muchas veces se crea ser igual de sabio. Tampoco es un mago en cuanto a crear ilusiones y sorprender en todo momento sobre su discurso educativo; y, por supuesto, tampoco el docente puede creerse el único sujeto capacitado para resolver los conflictos de los inmigrantes. El mundo escolar es una mílesima parte de sus problemas en el momento de considarse ciudadanos de... (cada uno escoja la palabra que más le identifique en cuanto a la tierra que le ha criado).

¿Qué les hace falta a los docentes?
- Inovación en cualquier de sus movimientos educativos para no incedir en el abandono y/o aburrimiento escolar de éstos, aunque esto requiera un sobreesfuerzo por su parte.
- Paciencia, control y mesura a la hora de decidir.
- Ser conscientes de su procedencia, y la situación de su tierra.
- Experiencias múltiples en diversidad de sus alumnos, positivas y negativas, de mejores y de peores, bonitos y malos recuerdos.
- Y estar dotado de muchas competencias más, y por eso resalto que ante los futuros alumnos de nuestras aulas, hemos de reforzar a los docentes. Hace falta más apoyo moral por parte de todos/as, valorar (y no infravalorar) la labor diaria de éstos, se necesitan más recursos didácticos y hacer uso de especialistas educativos, que hay muchos y muy bien preparados, no hablo sólo de maestros y maestras, hablo de pedagogos, muy útiles y bien preparados para realizar un buen trabajo, pero poco usados por el departamento educativo.

Ante todo, quisiera decir que la inmigración en las aulas es una realidad prevista desde hace tiempo, y que hemos malgastado tiempo en solucionar otras cosas (no menos importantes, pero de similar importancia). Y ahora... ¿todo el mundo a correr a buscar una solución?

¡HAGAMOS USO DE TODOS, Y NO DE UNOS POCOS, ESPECIALISTAS DE LA EDUCACIÓN! Se crían a muy buenos, y se usan a muy pocos.
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