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Estrategias de enseñanza, cuál elegir y por qué

Noticia

  • 11/12/2018

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Todo docente se ha preguntado, seguramente en muchas ocasiones, por las estrategias de enseñanza, cuál elegir y por qué. En primer lugar hay que aclarar que no existe una respuesta única a esa pregunta. Factores como el tipo de estudiante con el que se trabaja y su motivación, así como la materia que se aborda y el contexto en el que se hace, son decisivos.

Una adecuada estrategia de enseñanza no garantiza el éxito inmediato, pero permite sentar las bases para un aprendizaje a medio y largo plazo, pues enseña al alumno cómo aprender.
 
estrategia enseñanza

De forma general, podemos diferenciar entre tres tipos de estrategias de enseñanza:
 
  • Estrategias preinstruccionales. Establecen un contexto para el alumno en el que éste se aproxima a lo que va a aprender y al método que va a emplear para ello. Es el punto en el que se marcan los objetivos a conseguir al final del proceso de estudio, ya sea un ciclo educativo, un curso completo o un periodo de tiempo menor. También se incluyen aquí métodos como por ejemplo el ‘brainstroming' o lluvia de ideas, que cumple una función de generación de ideas previas.
  • Estrategias coinstruccionales. Es el núcleo del proceso de enseñanza, la parte en la que el estudiante accede a la información y en la que hay que motivarle y lograr que mantenga una atención constante. En ellas se conceptualizan contenidos gracias a ilustraciones, preguntas intercaladas, etc. 
  • Estrategias posinstruccionales. Aquí tienen cabida resúmenes de la materia, mapas conceptuales, análisis de lo aprendido e incluso una visión crítica de los conocimientos que se han adquirido. Es el momento en el que se resuelven dudas finales y se proponen formas de ampliar los conocimientos ya incorporados. 
Además de este tipo de estrategias, podemos hablar también de otras destinadas a enlazar contenidos nuevos con otros ya asentados y de otras que tienen como objetivo organizar la información que se va a facilitar. 

La dinámica de la enseñanza se apoya en determinadas estrategias: 
 
  • Definición de objetivos del aprendizaje.
  • Uso de resúmenes.
  • Elaboración de ilustraciones e infografías.
  • Orientación con guías.
  • Turnos de preguntas intercaladas para conservar la atención.
  • Empleo de referencias discursivas.
  • Establecimiento de analogías.
  • Presentación de mapas conceptuales y de estructuras de texto.

La estrategia clásica de enseñanza estaba basada en la transmisión de conocimientos desde el profesor hacia el alumno, con un énfasis especial en la memorización de conocimientos. Los exámenes son la principal fuente de evaluación y se trata de un aprendizaje escasamente crítico, orientado a resultados objetivos y medibles.

Sin embargo, numerosas estrategias de enseñanza alternativas han demostrado que también son capaces de lograr excelentes resultados. Algunas se basan en la motivación del alumno para que aprenda por sí mismo, otras dan mayor importancia al componente lúdico de la educación y otras apuestan por un desarrollo integral del niño. Son conocidas como métodos, y entre ellas destacamos algunas por su implantación, como el método Waldorf, el método Montessori o el método Sudbury:
 
  • Método Waldorf. Fomenta la creatividad y el aprendizaje natural mediante la participación en asignaturas artísticas y trabajos artesanales. No se realizan exámenes y la contribución del entorno familiar juega un papel clave.
  • Método Montessori. Adecúa el entorno de aprendizaje al grado de desarrollo y motiva al estudiante para el aprendizaje, de tal forma que éste logre ser autónomo. Diferencia en siete grupos educativos entre los 0 y los 21 años.
  • Método Sudbury. Aprovecha la propia curiosidad de los niños, a los que concede libertad para centrarse en las actividades que más les gusten. Entiende el aprendizaje como algo divertido y motivador.