En este reportaje encontrarás:
- Formarse incrementa las posibilidades de tener mejores empleos
- La inversión en tiempo y dinero condicionan la formación de las personas
- ¿En qué ámbitos merece la pena formarse?
- Elegir los estudios en base a los intereses contribuye a tener una vida plena
- Las aportaciones de la formación a la sociedad
"Formarse, a cualquier nivel, desde leer un nuevo libro hasta abordar un programa universitario, siempre es positivo. Nos formamos para mejorar y para contribuir a mejorar nuestros entornos", explica Fernando Calvo, director de People and Culture de Hays, en su artículo para Educaweb.
Y es que la educación mantiene a las personas actualizadas, las capacita y les brinda más oportunidades laborales, aseguran los expertos consultados.
De hecho, las evidencias demuestran que "la educación mejora las oportunidades de empleo e ingresos laborales de los trabajadores", asegura Aitor Lacuesta, jefe de división de análisis estructural del Banco de España, en entrevista a Educaweb.
En esta línea, conocer datos empíricos sobre el valor que aporta la formación a las personas es una información clave, tanto para los jóvenes que se encuentran en el proceso de decidir qué estudiar como para aquellas personas trabajadoras que buscan un cambio profesional o mejorar sus competencias, según Lacuesta.
Formarse incrementa las posibilidades de tener mejores empleos
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su informe Panorama de la Educación 2023, concluye que existe una correlación positiva entre niveles educativos más elevados y la posibilidad de encontrar y acceder a empleos con mejores condiciones laborales.Para ilustrar esta afirmación, el mencionado organismo internacional, destaca que, en España, los jóvenes de 25 a 34 años que realizan un ciclo formativo de grado medio (CFGM) después de superar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), incrementan sus oportunidades de empleo en un 20%.
Ahora bien, aparte de aumentar las posibilidades de encontrar trabajo, la formación da acceso a mejores salarios. Los chicos y chicas con educación superior (FP Superior o grado universitario) experimentan una ventaja salarial promedio del 55% en comparación con aquellos que poseen únicamente un título de Bachillerato o un CFGM, asegura la OCDE.
Por ejemplo, Esther Fernández Lago, orientadora educativa en un colegio de Madrid, asegura en su artículo para Educaweb que: "Mi formación me ha posibilitado mejorar las condiciones de horarios y económicas en las que vivían mis padres y me ha permitido realizar un trabajo intelectual, no manual".
Además, la formación también contribuye significativamente a la estabilidad laboral de las personas, ya que niveles educativos más altos tienden a estar asociados con tasas más bajas de desempleo, sostiene la OCDE.
La inversión en tiempo y dinero condicionan la formación de las personas
Ahora bien, no siempre resulta fácil que las personas puedan acceder a formaciones que les permitan alcanzar sus metas personales y profesionales. La inversión en tiempo y dinero son factores que las condicionan en su toma de decisiones académicas, coinciden los expertos consultados.Por un lado, los adultos que ya cuentan con un trabajo y responsabilidades familiares "pueden encontrar dificultades para realizar una formación continua si esta no es flexible y se adapta a sus horarios laborales y familiares", explica Lacuesta, jefe de división de análisis estructural del Banco de España.
De hecho, 7 de cada 10 españoles considera que la conciliación, la flexibilidad horaria y disponer de un tiempo laboral destinado a la formación son claves para que se sientan motivados a formarse, según un estudio del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop).
Por otro lado, los jóvenes de entornos desfavorecidos son más propensos a "presentar dificultades para hacer frente a la inversión económica que supone estudiar, más aún si no existen becas u otros mecanismos de financiación", añade Lacuesta.
Algunos expertos consultados coinciden en que una de las opciones formativas atractivas por su duración, coste, y las oportunidades de empleo que ofrece la Formación Profesional (FP).
"La FP es un buen punto de partida, ya que con 2 años de estudios se puede conseguir un trabajo superior al de una mano de obra no especializada", argumenta Antonio Dueñas, profesor de FP de la familia de Informática y Comunicaciones, en su artículo para Educaweb.
¿En qué ámbitos merece la pena formarse?
Poniendo en una balanza el retorno económico de la formación, la inversión en tiempo y dinero, Fernando Calvo, director de People and Culture de Hays, asegura que "cuanto más técnica y especializada sea la formación, más va a aportar a la carrera profesional".Por ejemplo, entre las 5 familias de FP que concentran mayores ofertas de empleo dirigidas a sus titulados se encuentran: Electricidad y Electrónica (8,23%), Fabricación Mecánica (4,19%), Informática y Comunicaciones (3,68%) e Instalación y Mantenimiento (3,57%), según Teresa Tomás, CEO de Infoempleo.
Asimismo, las oportunidades de trabajo se están incrementando en las ocupaciones relacionadas con la tecnología, sobre todo en aquellas "potencialmente más expuestas a los desarrollos de la robótica y de la inteligencia artificial", detalla Lacuesta, aunque matiza que habrá que ver si esta tendencia se mantiene en el medio plazo.
Aparte de la revolución tecnológica hay otra tendencia que marcará el futuro del empleo: el envejecimiento poblacional. Por ello, formarse en estudios relacionados con la sanidad y la educación puede aumentar las oportunidades laborales de los egresados de estos estudios.
"La mitad de las ofertas que requerían de titulaciones universitarias en 2022 iban dirigidas al sector de la Sanidad o la Educación", afirma Teresa Tomás.
El 31,68% de las oportunidades laborales fueron para titulados de estudios del ámbito sanitario y el 17,68% para el educativo, ha asegurado la CEO de Infoempleo. Concretamente, el Grado en Enfermería constituyó uno los estudios universitarios con más oportunidades laborales en 2022, pues el 10,78% de las vacantes iban dirigidas a los profesionales de esta área de conocimiento.
Elegir los estudios en base a los intereses contribuye a tener una vida plena
Ahora bien, algunos expertos consultados coinciden en que la elección de los estudios debe responder a los intereses o preferencias de las personas, y no solamente teniendo en cuenta el retorno económico, o las mejores condiciones laborales, que reportan los diferentes niveles formativos o ámbitos de trabajo."Merece mucho la pena formarse en aquello que a uno le gusta y le apasiona", afirma Fernando Calvo, director de People and Culture de Hays. "Es abismal la diferencia que hay, en términos de provecho, entre personas que han estudiado algo que no les gusta ni les llena ni las hace sentir realizadas, y personas que sí se han formado en temas que les apasionan", añade.
De hecho, los jóvenes que se enfrentan al proceso de decidir qué estudiar cuando finalizan la etapa de estudios obligatorios, suelen primar sus gustos e intereses por encima de las condiciones laborales con las que goza uno u otro sector, según voces expertas.
"Si acompañamos a nuestra juventud con el objetivo de conseguir puestos de trabajo que son denominados, desde el capitalismo más feroz, como exitosos, estamos cometiendo un gran error", alerta Alba Díaz Durán, orientadora de la Unitat d'Acompanyament i Orientació (UAO) del Departament d'Educació de la Generalitat de Catalunya, en su artículo para Educaweb.
Al focalizar la elección de estudios solamente en el retorno económico futuro o en unas mejores condiciones laborales "estaremos iniciando el camino con una promesa de meta que, en numerables casos, ni siquiera llegaremos a alcanzar, generando frustración", asegura Díaz Duran.
Las aportaciones de la formación a la sociedad
Más allá de los beneficios que la formación aporta a las personas, esta también repercute positivamente en el conjunto de la sociedad.Por ejemplo, formarse ha actuado como ascensor social en las últimas décadas, facilitando la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos. "Como perteneciente a la generación del baby boom, la única manera de mejorar en la vida o de posibilitar un ascenso social, era a través de la educación", asegura la orientadora Esther Fernández, basándose en su experiencia personal.
Por otro lado, la formación contribuye a la creación del pensamiento crítico. "Con tanta información sin mucha revisión, es necesario tener criterios para cuestionar, analizar e investigar lo que es relevante, lo que es verdad y lo que no", detalla el profesor de FP Antonio Dueñas.
Al formarse también se adquieren competencias que favorecen "el emprendimiento y la innovación, claves para el crecimiento de las sociedades", indica el docente. Además, la educación aporta otros intangibles igualmente valiosos para el progreso de los países como "la educación en valores, el respecto, la solidaridad, la tolerancia o la conciencia por el medio ambiente, entre otros".
