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El plus de la formación

Artículo de opinión

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Antonio Dueñas. Profesor de Formación Profesional de la familia de Informática y Comunicaciones.
Nos pasamos 16 años de nuestras vidas formándonos de forma obligatoria. Después, va asomando la etapa adulta donde la palabra trabajo resuena con fuerza. Y para llegar a trabajar, el alumnado debe tener más o menos claro qué quiere ser de mayor, qué puede hacer, cómo llegar, y todo esto no es fácil.
 
De ahí la importancia de la orientación académica y profesional, para que, tras saber sus fortalezas y debilidades, los estudiantes conozcan las formaciones, los diferentes itinerarios que puede tomar y el valor que tienen.
 
También es importante que el alumnado tenga presente que el mercado laboral es complejo y cambiante. A veces las empresas piden perfiles generalistas y o bien, perfiles más especializados, y también con mucha o poca experiencia. En épocas de bonanza, todo vale, se necesitan manos, pero cuando no, la o el mejor candidata o candidato es quien está mejor formado, o tiene más experiencia, competencias, habilidades. Por tanto, la selección es más estricta y los perfiles más completos son lo que se tienen en cuenta.
 

El retorno de la inversión (ROI) de la formación

Hoy en día se busca el retorno de la inversión (ROI) de todo, incluso de la formación, calculando el tiempo de los estudios, su coste y el tiempo que se tarda en encontrar un trabajo.
 
En este sentido, la Formación Profesional (FP), con sus ciclos formativos de grado medio, es un buen punto de partida para el empleo, ya que con 2 años de estudios se puede conseguir un trabajo superior al de una mano de obra no especializada.
 
Y con los ciclos formativos de grado superior, con 2 años más, se puede optar a un trabajo mejor que si se cuenta solo con una FP de Grado Medio. Además, con una FP de Grado Superior se puede tener una continuidad formativa con los cursos de especialización de FP de un año o también para estudiar un grado universitario.
 
El Bachillerato de 2 años es una formación pensada para luego ir a la Universidad y su empleabilidad por si sola está bastante limitada al ser bastante generalista, a pesar de tener 3 ramas.
 
Y el ROI de los grados universitarios es de 4 años, para luego en muchos casos tener que continuar con un Máster de un año o especializarse con alguna formación adicional.
 
Hay que contar con el coste de la matrícula de 2 años de la FP frente a la de 4 años de la Universidad. La de un ciclo formativo de FP es más barata que la de un  grado universitario, independientemente de la diferencia de duración.

Respecto al tiempo para encontrar trabajo, con la FP suele ser rápido, gracias a las prácticas de empresa obligatorias, ya que es una forma de conocimiento mutuo entre el alumnado y la empresa para luego continuar juntos en muchos casos.
 
En la Universidad también puede ser rápido tener trabajo porque hay posibilidad de prácticas, aunque no son obligatorias y también porque son perfiles con una gran base y capacidad de adaptación. Además, la Universidad es mucho más teórica en comparación con la FP, que es mucho más práctica y orientada a la profesión y el empleo, y esto puede ser motivo de elección de estos estudios en función de las capacidades e intereses de cada persona.
 
Por otro lado, la gente que no terminó los estudios obligatorios de la ESO tiene una segunda oportunidad con la Formación Profesional Básica o los Programas de Formación e Inserción (PFI) de Catalunya para alumnado entre 16 y 21 años, cuyo objetivo es ayudar a la empleabilidad por falta de titulación, pudiendo, una vez aprobado el curso un año de duración, estudiar un ciclo formativo de grado medio o trabajar directamente con una profesión inicial que han aprendido.
 
También es posible obtener un título de FP gracias a los certificados de profesionalidad (según el nivel del certificado), para las personas que tienen experiencia en una profesión y que lo obtienen tras hacer un examen. Y es que tener una titulación sirve para certificar y validar conocimientos y competencias
 
Otra posibilidad es formarse en temas nicho, nuevos, que puede ser una ventaja para la empleabilidad y el sueldo, aunque lo que está de moda ahora puede que en un cierto tiempo no lo esté y haya que formarse en otra cosa, con lo que este riesgo afecta al ROI de la formación.
 
Los salarios, las condiciones económicas siempre van fijadas por el nivel de titulación, contra más nivel, más sueldo, aunque en muchos sectores, los salarios son negociables por encima de los convenios, en función de la valía, y la oferta y demanda de los perfiles.

La importancia de formarse

La educación es un derecho humano universal para tener igualdad de oportunidades. Esta igualdad se puede conseguir con una educación inclusiva para desarrollar los potenciales independientemente de las capacidades, y con una atención a la diversidad, porque el alumnado tiene diferentes realidades, condiciones y niveles y han de aprender a convivir.
 
Asimismo, una buena formación ayuda a tener pensamiento crítico. Con tanta información sin mucha revisión, es necesario tener criterios para cuestionar, analizar e investigar lo que es relevante, lo que es verdad y lo que no. Lo decimos cada día en el aula, no hay que quedarse sólo con los resultados de las búsquedas de Google, Bing, ni con las respuestas de ChatGPT.
 
Con la formación se pueden adquirir competencias para el emprendimiento e innovación, que son claves para el crecimiento. En esta línea, hay que destacar que en la FP existen los módulos obligatorios de Formación y Orientación Laboral (FOL) y Empresa e Iniciativa Emprendedora (EIE) que se cursan en cualquier estudio. Estos no existen en la Universidad de forma obligatoria, ni están en todos sus estudios.
 
La educación también permite adquirir valores, como son el respeto, solidaridad, tolerancia, conciencia por el medio ambiente y el bien común, entre otros, que ayudan al desarrollo personal y de la sociedad.
 
Asimismo, resulta fundamental tener una buena base formativa y saber actualizar los conocimientos según se vaya necesitando, porque cada día tiene sus aprendizajes. Y si hay muchas personas con esa buena base de formación, toda la sociedad podrá crecer y progresar.
 
Formarse lo más que se quiera y pueda es un plus, ya sea por placer o necesidad, porque cuando se tienen más recursos, hay más posibilidades y más libertad. De hecho, del libro "Desarrollo y libertad" del economista Amartya Sen se puede extraer que la educación es fundamental para aumentar las capacidades del ser humano y esa alfabetización sirve para alcanzar precisamente la libertad.
 
Y quiero terminar con la frase de Nelson Mandela sobre la importancia y el valor añadido de la formación: "La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo".
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