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Elegir estudios en pospandemia: ¿qué peso tienen las emociones y cómo acompañar a los jóvenes en este proceso?

Reportaje

Dotar de educación emocional y orientación académica y profesional al alumnado resulta clave para ayudarlo a gestionar sus emociones, especialmente a la hora de tomar decisiones vinculadas a su futuro académico y profesional. Expertos consultados por Educaweb explican qué agentes deben participar y cómo se puede acompañar a los jóvenes en este momento vital.

  • 30/03/2022
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Gemma Castanyer. Redacción Educaweb
Contenido

Momento de escoger: entre cerebro y corazón, ¿quién gana?
El bienestar emocional conduce a tomar mejores decisiones
¿Cómo acompañar emocionalmente a los jóvenes para que tomen decisiones mejor fundamentadas?
¿Qué agentes deben participar en el acompañamiento emocional de los adolescentes?
Jóvenes y salud mental: ¿cómo ayudarles a elegir?
¿Sabías que…?
 
Este mes de marzo se han cumplido dos años del estricto confinamiento que nos mantuvo encerrados en casa durante más de tres meses para intentar frenar la expansión del COVID-19. Pasados dos años, y con la pandemia más controlada -según datos del Ministerio de Sanidad- diferentes estudios confirman que la factura física y psicológica que ha dejado en la ciudadanía ha sido muy importante.
 
Un informe elaborado por investigadores de seis universidades españolas desvela que el 53% de las personas de entre 18 y 34 años han presentado más problemas de concentración y el 49% ha experimentado sentimientos depresivos o de desesperanza debido al confinamiento y los efectos socioeconómicos de la pandemia.
 
Asimismo, otro estudio de la revista The Lancet, publicado a finales del 2021, destaca que se han disparado los casos de ansiedad y depresión severa en todo el mundo, sobre todo por parte mujeres y jóvenes, estos últimos, los más perjudicados. "Hemos detectado una prevalencia mayor de casos de depresión y desórdenes de ansiedad entre los grupos jóvenes que entre los adultos", explican los autores.
 
El estado de salud mental de los jóvenes ha afectado directamente en su capacidad para tomar decisiones vinculadas a su proyecto de vida y profesional. Entrevistado por Educaweb, el neurocientífico David Bueno asegura que "aquellos jóvenes que hayan vivido la pandemia con tristeza, estrés y angustia (…) seguramente no harán la elección más adecuada para sus deseos intrínsecos".
 
Teniendo en cuenta ese contexto y en un momento vital de importantes cambios físicos y psíquicos, como es la etapa de la adolescencia, nos preguntamos: ¿qué peso tienen las emociones en el momento de decidir un camino académico y profesional? ¿Cómo acompañarlos emocionalmente para que puedan fundamentar mejor esta elección? ¿Qué agentes deberían estar implicados en todo el proceso? Para responder estas cuestiones y reflexionar sobre el tema, en Educaweb lanzamos un  monográfico sobre el tema, en el que profesorado, profesionales de la orientación y expertos ofrecen su visión.

Momento de escoger: entre cerebro y corazón, ¿quién gana?

Neus tiene 16 años y estudia 1º de Bachillerato en un instituto de Mataró (Barcelona). Explica a Educaweb que la mayoría de sus compañeros ya tienen más o menos claro el sector al que se quieren dedicar, aunque todavía no pueden concretar el grado universitario que harán. A ella le gustaría estudiar enfermería y sus dos amigas más cercanas harán psicología y medicina, respectivamente: "Creo que la pandemia ha hecho incrementar la demanda de profesiones vinculadas al cuidado de las personas", nos cuenta.
 
Junto al contexto madurativo, social y económico, ¿qué otros factores inciden en que Neus y sus compañeras hayan escogido tales profesiones? Según David Bueno, "todas las decisiones, absolutamente todas, contienen elementos emocionales", es decir, el peso final de la decisión recae en la emoción "que se nutre de las reflexiones que hayamos hecho antes".

Otros, expertos, como la profesora universitaria e investigadora Josefina Álvarez Justel, añade que, junto a la emocional, la dimensión cognitiva y social están altamente relacionadas durante el proceso de toma de decisiones. En su estudio Las dimensiones cognitiva, emocional y social en la toma de decisiones de la carrera en el alumnado de educación secundaria, Justel concluye que "se aprecian muy ligeras diferencias en las medias de las tres dimensiones. (…) La que más relevancia tiene en el alumnado de 4º de la ESO y 2º de Bachillerato a la hora de afrontar su proceso de toma de decisiones de la carrera es la dimensión cognitiva, seguida de la emocional y con un menor peso, la social".
 
Otro dato que llama la atención es que "el alumnado de 2º de Bachillerato no está en mejores condiciones que el alumnado de 4º de ESO a la hora de realizar su proceso de toma de decisiones" ya que, según los resultados, no hay diferencias destacables entre el nivel académico y la correlación de las tres dimensiones.
 
En ese sentido ambos expertos concluyen que es muy importante que el alumno reciba apoyo emocional y orientador para que pueda tomar la decisión sobre su futuro académico y profesional con todas las herramientas y conocimientos posibles.

El bienestar emocional conduce a tomar mejores decisiones

El bienestar emocional es un factor clave para poder tomar decisiones bien fundamentadas. Así lo abalan expertos como el mismo David Bueno o la profesora María López, creadora de un método propio de concienciación emocional y crecimiento personal, para quien "tomar consciencia de las emociones que se esconden detrás de nuestras decisiones es básico para poder realizar elecciones acertadas". Una manera de ayudar al alumnado a alcanzar este bienestar emocional es proporcionándoles educación emocional, según indican diversas fuentes consultadas.
 
Aunque cada vez hay más escuelas e institutos que introducen la educación emocional como una materia transversal dentro de su Proyecto Educativo de Centro (PEC), éstos todavía son una minoría. Según el I Estudio Nacional sobre la Educación Emocional en los Colegios en España (2021), "la legislación educativa en España, salvo excepciones, no contempla aún la educación emocional. Solo un 6% de los colegios lo tienen en cuenta en sus programas educativos".
 
Para el profesor de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), Rafael Bisquerra, sería necesario que los centros educativos llevaran a la práctica programas de educación emocional sostenidos en el tiempo, que incluyeran a toda la comunidad educativa y que abastaran todas las áreas académicas: "Las investigaciones científicas han aportado evidencias de que la educación emocional produce una disminución de conflictividad, violencia, consumo de drogas (…), así como una mejora en las competencias sociales y emocionales, en la convivencia, clima escolar e incluso una mejora en el rendimiento académico", explica a Educaweb en una entrevista realizada durante el confinamiento del 2020 para un monográfico sobre educación emocional.
 

 ¿Cómo acompañar emocionalmente a los jóvenes para que tomen decisiones mejor fundamentadas?

Los expertos y fuentes consultadas para este monográfico señalan algunas claves para que familias, profesorado y profesionales de la orientación acompañen emocionalmente al alumnado, con el fin de que sus decisiones sobre su futuro académico y profesional estén bien fundamentadas. He aquí algunas de ellas:
 

1. Trabajar la autoestima del alumnado

"Los niveles más altos de autoestima pueden inducir a niveles más altos de satisfacción en la vida". Es una de las conclusiones del estudio A Longitudinal Study of Relations among Adolescents' Self-Esteem, General Self-Efficacy, Career Adaptability, and Life Satisfaction, que evalua 357 adolescentes suizos haciéndoles el mismo cuestionario tres veces en un período de 17 meses antes de finalizar la escuela obligatoria. El informe también concluye que cuanto más adaptado está el adolescente al Grado universitario que ha escogido, "más altos son sus niveles de autoeficacia general".
 
Hace dos años que escuelas como el GEM de Mataró (Barcelona) trabajan la autoestima durante el inicio de curso como parte de su programa de educación emocional. "Les damos herramientas para que puedan gestionar sus emociones, mejorar su autoestima y conocerse mejor a ellos mismos. Antes de empezar las clases dedicamos tres días a actividades de autoconocimiento que sirven para fortalecer el grupo y las aptitudes de cada alumno", explica a Educaweb, Montse Paradeda, directora del centro.
 

2. Reforzar la confianza entre padres, madres e hijos

"La confianza es clave para tomar buenas decisiones y hacer buenos planes de cara al futuro", explica David Bueno. Establecer una buena relación de confianza entre la familia y los hijos, en la que los progenitores adoptan un rol receptivo de escucha y reflexión puede ayudarles en la elección de su futuro académico y profesional.
 

3. Bajar los niveles de presión y estrés

Aunque son muchas las decisiones que deberán tomar los adolescentes durante su etapa formativa es importante hacerles comprender que ninguna de ellas es definitiva porque siempre hay tiempo de revalorar y reconducir el camino que hayan iniciado. 
 

¿Qué agentes deben participar en el acompañamiento emocional de los adolescentes?

1. La familia

La familia es el principal agente que entiende y conoce al o la joven y con quien él o ella mantiene su mayor vínculo emocional. Según los expertos es importante que los padres y madres no invadan el espacio del adolescente y lo atiendan cuando lo necesite.
 
Los expertos consultados señalan también que si bien el desarrollo de las habilidades emocionales de los adolescentes deben formar parte de los contenidos formativos de diferentes asignaturas en los centros educativos, es imprescindible desarrollar este trabajo en colaboración directa con las familias, puesto que "las emociones de una persona se aprenden en la interacción con los miembros de su familia, especialmente a través de la relación con sus figuras de referencia", indica en su artículo para Educaweb el investigador y docente universitario José Daniel García Fraga.

2. Profesionales de la orientación de los centros educativos

Junto con los equipos educativos que programan acciones para trabajar la educación emocional en las distintas etapas educativas y de manera transversal, es importante que este abordaje que se puede llevar a cabo también desde la acción tutorial y orientadora, como señalan Alicia Prats, psicopedagoga y Àngel Casajús, doctor en pedagogía, ambos miembros del Col.legi Oficial de Pedagogía de Catalunya (COPEC).
 
"Es conveniente trabajar el autoconocimiento del alumno y el manejo de las emociones desde los primeros cursos de la ESO: la consciencia y la regulación emocional; la autonomía y la empatía; las habilidades sociales, comunicativas, para la gestión y resolución de conflictos; y las habilidades de bienestar, personal y social", apuntan Prats y Casajús en su artículo para Educaweb. Más adelante, en 3º y 4º de la ESO, "se han de trabajar aspectos más propios de la orientación escolar y profesional, sin olvidar lo anterior".

3. Otros profesionales de la psicología en el entorno educativo

Junto a la familia, docentes, especialistas y entorno educativo con quien se relaciona diariamente el adolescente, también resulta necesario que los centros educativos cuenten con más apoyo psicológico para aquellos alumnos que pasen por un mal momento personal, señalan por su parte expertos como la psicóloga y presidenta del consejo social del Col.legi de Psicologia de Catalunya, Núria Casanova.

"La intervención de más psicólogos en las escuelas sería no sólo una medida necesaria para prevenir las conocidas situaciones de exclusión social, de fracaso escolar, de acoso escolar y otros conflictos, sino que permitiría limpiar en gran parte estas problemáticas más ‘invisibles' en muchos otros alumnos que se encuentran sumergidos en dolores personales que les afectan la autoestima y la integridad mental", afirma Casanova en su artículo para Educaweb.
 

Jóvenes y salud mental: ¿cómo ayudarles a elegir?

Junto a más diagnósticos de ansiedad y depresión generalizados, la pandemia ha visibilizado los problemas de salud mental que sufre la población más joven. Un informe de Save the Children alerta que los trastornos mentales se han incrementado del 1,1% al 4% entre la población infantil y adolescente; mientras que los trastornos de conducta lo han hecho del 2,5% al 7%, "en relación con los últimos datos oficiales de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) de 2017", según una nota de prensa de la organización.
 
El estudio también pone de relieve que los niños y adolescentes que viven en situaciones de vulnerabilidad -los padres se han quedado sin trabajo o bien el hogar recibe bajos ingresos-, pueden llegar a cuadruplicar la incidencia de problemas de salud mental.
 
"Veo muchos casos de chicos o chicas que sufren alguna enfermedad de salud mental. No sabría decir si es por el COVID-19 o por la etapa que vivimos, pero más o menos hay un caso en cada clase de mi curso", añade Neus.
 
En su artículo para Educaweb, Irene Alabau, responsable del proyecto What's Up Obertament, habla de la importancia de trabajar el estigma y los prejuicios que existen hacia las personas con problemas de salud mental y que ellos mismos se autoimponen, el llamado "auto estigma".
 
La experta indica que el 31,7% de las personas con problemas de salud mental ha evitado estudiar por miedo a sufrir discriminación, un 39% ha eludido buscar trabajo y un 39,2% no ha querido trabajar. "El estigma y la discriminación (…) tienen una gran influencia en la capacidad de decisión de los jóvenes sobre su proyecto académico y profesional. Asimismo, los posiciona como uno de los colectivos más vulnerables y condicionados hacia los procesos de toma de decisiones", señala.
 
Para poder a acompañar a jóvenes con problemas de salud mental en su camino de toma de decisiones es necesario, según Alabau, que se trabaje el estigma hacia la salud mental dentro del aula para que esos adolescentes puedan elegir sin prejuicios y según sus preferencias más arraigadas. 
 

¿Sabías que…?

  • El 56% del alumnado de Bachillerato no tiene claro qué estudiar tras finalizar estos estudios, según el informe Impacto de los ciclos económicos sobre las decisiones de los estudiantes de educación superior. El estudio también pone de relieve que las decisiones del alumnado sobre sus estudios de educación superior pueden verse alteradas por las consecuencias económicas de la crisis del COVID-19.
     
  • Más de la mitad de los estudiantes no tiene en cuenta sus intereses a la hora de tomar decisiones académicas y profesionales, según un informe reciente de la UAB.
     

Educaweb ofrece consejos para escoger unos estudios y una profesión, así como información sobre los condicionantes que pueden influir en la toma de decisiones académicas y profesionales, con el fin de tenerlas  

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