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Gestión del tiempo, la clave para triunfar en los estudios

Para todos, un día dura 24 horas. Pero mientras que muchos sacan un increíble rendimiento a su tiempo, a otros el día se les pasa volando y llegan al final de la jornada con la sensación de no haberlo aprovechado plenamente.

Es fundamental que aproveches al máximo cada uno de los minutos que dedicas a formarte, pero también debes descansar y disfrutar de momentos de ocio. Para conseguir este equilibrio, es clave aprender cómo lograr una gestión del tiempo adecuada.

La importancia de una buena gestión del tiempo

Existe la llamada teoría o regla de los tres 8 que consiste en dividir el día en tres partes: 8 horas para dormir, 8 horas para trabajar y 8 horas para disfrutar. En un mundo ideal sería así, pero en la vida real cuesta mucho equilibrar la jornada de esta manera.

El estudiante cuenta con la ventaja de que dispone de cierta libertad para organizar sus horarios, sobre todo a medida que va cumpliendo años. Es cierto que los centros de estudios tienen un horario, pero una vez termina la jornada, cada uno gestiona su tiempo en función de sus necesidades.

Por tanto, la organización del tiempo del que disponemos es responsabilidad de cada uno. Lo que ocurre es que, a menudo, se han adquirido malos hábitos que hay que desaprender. Uno de ellos es descuidar el estudio durante el curso y tratar de ponerse al día en la época de exámenes, invirtiendo horas y horas de estudio. Esta manera de actuar lleva a que muchos estudiantes vivan esa etapa con gran angustia, puesto que resulta complicado realizar el trabajo de todo un año en unos pocos días. Además, en la mayoría de los casos, los resultados obtenidos no son tan buenos como si se hubiera planificado bien el estudio.

En conclusión, la organización y planificación del tiempo son elementos clave para tener éxito en los estudios y alcanzar tus objetivos.

Cómo gestionar correctamente el tiempo

El primer paso para mejorar es analizar cómo gestionas tu tiempo. Hay que calcular cuántas horas se dedican diariamente al estudio y, lo que es más importante, si es un tiempo bien aprovechado. Recuerda que muchas horas de estudio no son sinónimo de estudio de calidad.

Para dar lo mejor de nosotros mismos, hay que averiguar cuáles son nuestros biorritmos. Es decir, en qué momento del día nos resulta más productivo estudiar. Cada persona es diferente y mientras que unos rinden mejor por las mañanas, otros lo hacen por las noches.

También es fundamental la actitud con la que se afronta el estudio. La predisposición y motivación para encarar el reto de estudiar es determinante para conseguir buenos resultados. Otro aspecto a tener en cuenta es el espacio donde se estudia, valorando si es necesario compartirlo con otras personas o si habrá interrupciones puntuales.

Consejos para hacer una buena gestión de tiempo

Si quieres sacar el máximo partido a tu tiempo de estudio es importante que organices y planifiques tu jornada. Estas son algunas pautas que te pueden ayudar:  

  • Planificación. Haz un programa con el tiempo que dedicarás diariamente a estudiar, pero incluye también horas de descanso que son fundamentales para despejar la mente. Sé riguroso con esta planificación y procura atenerte a ella. Recuerda no dejarlo todo para el último momento, te resultará mucho más provechoso distribuir el tiempo de estudio en varias sesiones

  • Lugar. Por muchas horas que pases estudiando si el ambiente no es el adecuado, de poco servirá. Busca un espacio tranquilo y donde no vayas a ser interrumpido.

  • Descanso. Es fundamental que hagas pequeños descansos o pausas cuando estés estudiando. Puedes emplear la técnica Pomodoro: dividir el tiempo en intervalos de actividad y descansos. Esto te ayudará a relajarte y retomar el estudio con fuerzas renovadas. También es importante dormir bien y las horas suficientes para que el cerebro consolide lo aprendido.

  • Fuerza de voluntad. Afronta el estudio con actitud positiva, con ganas y determinación. Y no dejes que nada, salvo que sea de vital importancia, evite que te pongas a estudiar cuando así lo has establecido.

  • Objetivos. Ponte metas realistas en cuanto a los horarios y prioriza los objetivos que quieres conseguir. Realiza primero las tareas más complejas para evitar la procrastinación. Lograr lo que te has propuesto, es como una inyección de energía positiva que te ayuda a seguir adelante.

  • Ocio. Es fundamental que reserves tiempo para el ocio y para disfrutar de la vida. Si solo estudias, al final terminarás agobiándote. Es mejor hacer un paréntesis, pero siempre de forma equilibrada.

  • Material. Para aprovechar al máximo tu tiempo de estudio reúne todo el material que necesitas para trabajar, ya sean libros, apuntes, material de escritura, ordenador o dispositivos electrónicos para consultar o ampliar información. Dispón todo el material de forma ordenada y bien archivada, así no perderás tiempo buscando algo.

  • Repasar. Una manera muy útil de consolidar lo aprendido es repasar la materia al cabo de un tiempo. Prueba hacerlo así y comprobarás cómo logras un mayor rendimiento. Ese tiempo invertido en recordar lo estudiado te dará unos excelentes resultados.