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La neuroeducación: aportaciones y barreras para su aplicación

Reportaje

Esta disciplina permite a los docentes entender cómo aprende el cerebro para que la enseñanza sea más eficaz, según expertos que también abogan por formar al profesorado en este ámbito

  • 15/11/2023
  • Tiempo de lectura 10 mins

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Mayra Bosada. Redacción de Educaweb
La neurociencia es el conjunto de disciplinas que investigan el funcionamiento del sistema nervioso de las personas y en especial del cerebro, con el fin de comprender los mecanismos que regulan sus funciones cognitivas, afectivas-emocionales, sociales y el aprendizaje humano, según expertos en la materia.
 
La UNESCO asegura en su informe Replantear la educación ¿Hacia un bien común mundial? (2015) que "las posibilidades que entraña la neurociencia para mejorar las prácticas de la enseñanza y el aprendizaje son sumamente prometedoras".
 
Así, la neurociencia aplicada a la educación, también llamada neuroeducación, brinda a los docentes información sobre los factores que pueden influir favorablemente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, según diversas fuentes y expertos consultados que participan en el monográfico de Educaweb sobre La neuroeducación: sus aportaciones e inconvenientes.
 
Y es que la neuroeducación es clave para que el profesorado comprenda cómo funciona el cerebro y sea más competente a la hora de enseñar. "Neuroeducación es entender realmente qué está pasando en nuestro cerebro cuando estamos aprendiendo, y esos aportes y evidencias trasladarlas al mundo educativo, ya sea en el aula de una escuela o instituto, pero también en la educación no formal", explica en entrevista Anna Forés, directora adjunta de la Cátedra de Neuroeducación UB-edu1ST, de la Universitat de Barcelona.
 
De hecho, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) resaltó la importancia de la neuroeducación hace ya casi dos décadas en su informe Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science (2007), en el que hacía hincapié en que es esencial que los educadores y cualquier persona interesada en la educación comprenda las bases científicas de los procesos de aprendizaje.

¿Cómo funciona el cerebro? Las claves que todo docente debería saber

Diversos neurocientíficos y expertos en neuroeducación consultados coinciden en que hay ciertos conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro y el aprendizaje que todo docente debería saber para tenerlos en cuenta a la hora de enseñar. Estos se concentran en los siguientes conceptos o ideas claves, según el informe On Neuroeducation: Why and How to Improve Neuroscientific Literacy in Educational Professionals (2021):
  • Plasticidad cerebral: es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a través del aprendizaje y la experiencia. Esto significa que el cerebro de los estudiantes puede desarrollarse y fortalecerse a medida que aprenden, lo que destaca la importancia de enriquecer y variar las experiencias de aprendizaje para optimizar el proceso educativo.
  • Neurogénesis: el cerebro puede generar nuevas neuronas. Los investigadores aseguran que hay múltiples evidencias de que la dieta, la actividad cognitiva diversa, un ambiente social positivo y el ejercicio físico son factores que favorecen su creación.
  • Funciones ejecutivas (FE): es el conjunto de procesos cognitivos y no cognitivos que determinan qué estímulos sensoriales selecciona el cerebro y cómo procesa, codifica y recupera la información. Entre las funciones ejecutivas se encuentra la toma de decisiones, la memoria de trabajo y la atención.
  • El entorno y los genes inciden en el aprendizaje: la estructura y función del sistema nervioso están determinadas tanto por la genética de las personas como por el entorno en el que se desenvuelven a lo largo de la vida.
  • Aprendizaje activo: hay evidencias de que la participación de los estudiantes en el proceso de aprendizaje estimula la liberación de neurotransmisores que mejoran la retención y comprensión.
  • Conexión emocional: las experiencias emocionales impactan significativamente en la formación de recuerdos y en la disposición para aprender. Así, un ambiente emocionalmente positivo favorece el aprendizaje.
  • Variedad de estímulos: la exposición a una variedad de estímulos sensoriales puede fortalecer las conexiones neuronales y mejorar la retención de información.
  • Relación con la experiencia previa: relacionar nuevos conceptos con experiencias previas activa las conexiones neuronales existentes, facilitando la atención y el aprendizaje.
 
Neuroeducación y plasticidad cerebral
Según la neurociencia, el cerebro de los estudiantes puede desarrollarse, adaptarse y fortalecerse a medida que aprenden. Imagen: Freepik.

Recomendaciones para aplicar los hallazgos de la neuroeducación en el aula

Después de conocer cómo trabaja, recuerda y aprende el cerebro, diversas fuentes consultadas recomiendan seguir las siguientes pautas para aplicar los hallazgos de la neuroeducación en la enseñanza-aprendizaje:

1. Emocionar al alumnado

Según los hallazgos de la neurociencia, las emociones dominan (regulan o inhiben) los procesos cognitivos, de modo que primero el cerebro se prepara para el componente emocional y, luego, para el cognitivo. Así que "no se pueden adquirir conocimientos sin pasar por el sentimiento", concluyen investigadoras de la Universidad de Salamanca en su estudio ¿Por qué la emoción antecede a la cognición? (2023).
 
Pero ¿cómo se puede añadir "emoción" a la labor docente? En su artículo para Educaweb la doctora en Educación y experta en neuroeducación Anya Doherty recomienda incluir la práctica de mindfulness, o bien añadir humor y actividades gamificadas en las clases, ya que esto "ayuda a promover la liberación de neurotransmisores serotonina y dopamina y construir un ambiente positivo que también favorece el aprendizaje".
Mindfulness
El mindfulness contribuye a crear un ambiente positivo en clase, lo que favorece el aprendizaje, según los expertos. Imagen: Freepik.

2. Estimular todos los sentidos en las clases

La neuroeducación aboga por la diversidad sensorial, reconociendo que la combinación de estímulos visuales, auditivos y táctiles no solo mantienen la atención, sino que también fortalecen las conexiones neuronales y facilitan la retención de información.
 
Por ello, es recomendable que en el proceso de enseñanza- aprendizaje, se ofrezcan oportunidades de aprendizaje experiencial y se realicen actividades en donde los estudiantes "utilicen más el cuerpo e impliquen más sus sentidos", recomienda en entrevista la experta en neuroeducación Anna Forés.
 
Asimismo, hay que utilizar en clase "activadores de aprendizaje, como son la música, la plástica, las artes escénicas, el ajedrez, o el teatro, reconocidos como favorecedores de procesos cognitivos", asegura por su parte María Jesús Luque Rojas, doctora en Psicología especializada en neurociencias, en declaraciones a Educaweb.

3. Incorporar actividades "movidas" en la enseñanza

En relación con lo anterior, también se ha demostrado que el ejercicio físico beneficia el funcionamiento cognitivo y el bienestar al inducir cambios neurobiológicos amplios, aseguran investigadores italianos en un estudio. Por ejemplo, una investigación realizada en Canadá con niños de 9 a 11 años demostró que los intervalos de actividad física de 4 minutos durante el tiempo de clase ayudaban a mejorar su atención selectiva, que es crucial para el aprendizaje.
 
 "Como docentes, podemos incorporar momentos de movimiento en nuestras clases. Hay diversas posibilidades, desde pequeñas pausas activas, agregar gestos o acciones a una lección, diseñar actividades que implican que los estudiantes se levanten de sus lugares y vayan a diferentes puntos del aula", sostiene la doctora en Educación Anya Doherty

4. Potenciar el trabajo grupal y un ambiente positivo en el aula

Diversas investigaciones aseguran que el cerebro aprende mejor en un ambiente positivo y cuando lo hace "acompañado", es decir "cuando aprende socialmente cooperando entre iguales porque somos seres sociales", afirma el profesor Antonio Dueñas en su artículo para Educaweb.
 
Por ello es recomendable que, en lugar de que los estudiantes trabajen solos y en silencio, hay que "potenciar el trabajo grupal colaborativo, y ayudar a establecer normas de interacción y convivencia respetuosas", recomienda por su parte Doherty, quien también propone aplicar metodologías educativas participativas, como el aprendizaje basado en proyectos.

5. Tener presente que los factores sociales y medioambientales afectan al aprendizaje

Diversas investigaciones sobre neuroeducación concluyen que se necesita energía, nutrición e información sensorial para garantizar que el cerebro esté en condiciones óptimas para aprender.
 
De modo que la falta de sueño, fatiga, problemas afectivos, o la sobreestimulación sensorial, entre otros factores sociales y medioambientales, pueden provocar problemas de aprendizaje y atención que podrían manifestarse en olvidos, falta de concentración, indiferencia académica o sobrecarga cognitiva, coinciden los expertos.
 
Por ello resulta fundamental que tanto las familias como el profesorado promuevan entre los estudiantes la importancia de descansar lo suficiente y llevar una dieta equilibrada. Además resulta útil implementar la educación emocional en el aula y proporcionar a los estudiantes herramientas que les permitan gestionar el estrés y las emociones.
Neuroeducación
Potenciar el trabajo grupal favorece el aprendizaje, según la neurociencia. Imagen: Freepik.

Barreras para aplicar la neuroeducación

Los expertos consultados señalan algunas limitaciones para que la neuroeducación se pueda aplicar en las aulas:
  • La proliferación de neuromitos

Se trata de creencias falsas acerca del funcionamiento cerebral muy extendidas y arraigadas en contextos no científicos y que, en cierta manera, pueden llegar a condicionar la labor educadora, explica la psicóloga y doctora en neurociencias Anna Carballo en su artículo para Educaweb.
 
Uno de los neuromitos más persistentes es que a las personas se les debe enseñar de acuerdo con su estilo de aprendizaje preferido, ya sea visual, auditivo o cinestésico. Sin embargo, en la última década se han publicado diversos artículos de investigación que muestran que los estilos de aprendizaje no existen. Otra creencia falsa es que sólo utilizamos el 10% del cerebro.
 
De hecho, en el reciente estudio Neuromyths in Education: Prevalence among Spanish Teachers and an Exploration of Cross-Cultural Variation (2023), los docentes de 15 comunidades autónomas y distintas etapas educativas no pudieron identificar 5 de los 12 neuromitos presentados en un cuestionario.
  • Falta de conocimiento y formación del profesorado en la materia

Estudios realizados en varios países evidencian que el conocimiento relacionado con la neurociencia y la neuroeducación es generalmente pobre entre las personas en todos los campos, incluidos los docentes.
 
Por tanto, se debe defender la importancia de alfabetizar en neurociencias a los educadores "para que puedan discernir y refutar los neuromitos, y para que adquieran conocimientos basados en los avances neurocientíficos veraces y puedan aplicarlos en los contextos educativos", aseguran investigadores de la Universidad de Alicante en las conclusiones de un estudio sobre el tema.
 
Asimismo, hay que garantizar que la formación que se ofrece a los docentes esté basada en evidencia científica sólida, y sea desarrollada conjuntamente por neurocientíficos y psicopedagogos, añade el informe.
  • Evidencias neurocientíficas no transferibles a las aulas

Si bien la neurociencia ha arrojado hallazgos relevantes sobre cómo se aprende, no todos son aplicables en las aulas, ya que la mayoría de las investigaciones se han realizado en laboratorios y ambientes controlados que distan de la experiencia real que se vive en los centros educativos y de formación, resaltan investigadores holandeses en su estudio On Neuroeducation: Why and How to Improve Neuroscientific Literacy in Educational Professionals (2021).
 
Al respecto, la psicóloga y doctora en neurociencias, Anna Carballo, explica que "aunque los datos pueden resultar interesantes para los docentes que quieran conocer más y mejor las bases neurobiológicas del aprendizaje o cómo las diferentes estrategias educativas pueden incidir en el funcionamiento cerebral, es necesario llamar a la prudencia a la hora de adaptar la educación a esos conocimientos sin antes disponer de hallazgos empíricos que fundamenten esta práctica".
  • Los hallazgos de la neurociencia y la neuroeducación están en continua evolución

La neuroeducación está en continua evolución y actualización, por lo que algunos hallazgos que hoy se consideran ciertos puede que en un futuro no lo sean, fruto de la evolución científica.
 
Por ello, resulta recomendable estar informado sobre las evidencias más recientes, a través de formación y fuentes científicas fiables. Por ejemplo, la Universitat de Barcelona cuenta con la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, "la primera cátedra del mundo en neuroeducación", afirma Forés, En su portal se ofrece formación especializada en este ámbito y en su Revista de Neuroeducación se pueden encontrar artículos de investigación sobre el tema.

La importancia de formarse en neuroeducación

Para que los docentes puedan aplicar los hallazgos de la neuroeducación en su labor hay que incluir esta disciplina en su formación inicial y desarrollo profesional continuo, según un informe de la OCDE.
 
Y es que dotar de formación en neuroeducación al profesorado tiene un impacto positivo en su trabajo y en el rendimiento del alumnado, aseguran las conclusiones de un estudio realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Córdoba, y otras investigaciones citadas en este.
 
La mencionada investigación midió la efectividad de la formación en neuroeducación de un grupo de docentes sobre la mejora de tres competencias clave, lectora, matemática y socioemocionales, de 209 estudiantes de secundaria. Y los resultados mostraron un efecto positivo de la intervención sobre las habilidades mencionadas del alumnado.

Opciones formativas para saber más sobre neuroeducación

Actualmente existe formación oficial y no reglada para especializarse en neurociencia aplicada en la educación, desde másteres, posgrados, cursos y talleres, hasta iniciativas de formación especializada dirigida exclusivamente al profesorado.
 
Los estudios oficiales relacionados con la neuroeducación, según el Registro de Universidades, Centros y Títulos (RUCT), son:
 
Otras opciones formativas existentes en este ámbito son másteres y posgrados propios de algunas universidades, ofrecidas en modalidad presencial y online, así como cursos y seminarios. Si tienes interés en formarte en neuroeducación, te invitamos a consultar el buscador de cursos de Educaweb.
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