El proyecto "Escola Nova del siglo 21: Alianza para un sistema educativo avanzado", impulsado por el Centro UNESCO de Catalunya, la Fundación Jaume Bofill, la UOC y eduCaixa, ha recibido 461 solicitudes y sus promotores están estudiando cómo dar respuesta a los 228.537 niños y adolescentes que representan el 15,72% de los centros catalanes, incluidos los 26 centros promotores. El objetivo inicial era dotar a 200 escuelas con herramientas para adaptar la formación de sus estudiantes a las necesidades del siglo XXI, y se han visto desbordados por las previsionesEl objectivo del programa Escola Nova 21 es propiciar un cambio en el modelo educativo existendo, agrupando a entidades y centros educativos que trabajan para mejorar e innovar en educación.
Los centros que participen en el proyecto podrán acceder a herramientas de autodiagnóstico para conocer su situación de partida y, a partir de ahí, proceder a cambiar aquello que sea necesario. Para ello, contarán con recursos formativos, espacios de capacitación y reflexión compartida en red e indicadores de evaluación, de manera que puedan actualizar y mejorar su enfoque educativo.
En diciembre se conocerán los 30 centros seleccionados que recibirán acompañamiento, formación y capacitación intensivas, de cara a crear una "acción piloto" a través de un procedimiento que se irá mejorando para poder extenderlo al resto de la comunidad educativa catalana.
La "escuela avanzada", a debate el 23 y 24 de noviembre
Las escuelas que todavía tengan dudas o no puedan acceder al programa, podrán asistir al simposio organizado por Escola Nova 21 junto con la UNESCO y la OCDE el 23 y 24 de noviembre y, de este modo, profundizar en las características que debería poseer una escuela en la sociedad del conocimiento, lo que los promotores denominan "marco de escuela avanzada".
Muy resumidamente, se trata de un proceso que comienza con el establecimiento de un propósito educativo que genere "competencias para la vida" en el contexto del siglo XXI. Seguidamente, se trata de "medir los logros" de todas y cada una de las competencias fijadas previamente. En tercer lugar, habría que diseñar las prácticas de aprendizaje basadas en lo que se sabe sobre cómo aprendemos las personas. Finalmente, sería necesario establecer una organización que se dirija al aprendizaje de todos los menores, que actualice la acción educativa y que esté abierta al entorno y en continua interacción con él.
En definitiva, se busca que las nuevas generaciones puedan alcanzar un aprendizaje relevante y con sentido, de tal modo que puedan desenvolverse lo mejor posible en el entorno incierto y cambiante del siglo en que vivimos.
El proyecto Escola Nova 21 cuenta también con el apoyo de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica, la FaPaC y FemCAT.
