¿Qué retos y dificultades afronta este año el equipo de correctores de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) más popularmente conocidas como "selectividad”?La convocatoria de este año no contiene ningún cambio con respecto a la del anterior; por consiguiente, su labor tiene las dificultades características de quien tiene que evaluar, de la manera más apropiada, a un conjunto de estudiantes.
Los correctores de las PAU se organizan en tribunales, formados por un presidente y unos vocales especialistas de las distintas materias incluidas en las pruebas. ¿Cómo se realiza la selección de los correctores? ¿Qué tipo de profesores son escogidos: universitarios, de Bachillerato, de Formación Profesional?
Los correctores son elegidos al azar de entre todas aquellas personas que, cumpliendo las características de la convocatoria pública anual que están fijadas normativamente, envían su solicitud. El porcentaje global de profesores, de acuerdo con la normativa estatal vigente, es de un 70% de profesores universitarios y un 30% de Secundaria.
¿Los profesores escogidos como correctores de las PAU reciben alguna formación específica o unos criterios generales de corrección?
La corrección debe ajustarse a unas pautas y a unos criterios de corrección específicos para cada materia. Para ajustar su comprensión se realiza una reunión de coordinación de todos los correctores de cada materia inmediatamente después de celebrada la prueba.
¿Los correctores participan de alguna manera en la preparación de las pruebas?
No, puesto que no son nombrados hasta mucho después de que la prueba haya sido confeccionada.
Los encargados de elaborar las pruebas son profesores universitarios especialistas de cada materia ¿El profesorado de secundaria puede intervenir en esta elaboración?
En realidad, cada materia cuenta con una comisión presidida por un profesor de Universidad, que es el responsable último de la confección de la prueba, pero sus componentes son mayoritariamente profesores de Secundaria.
Los alumnos se enfrentan a pruebas escritas con predominio de preguntas abiertas ¿Se podrían introducir otros tipos de pruebas para valorar la madurez de los estudiantes como psicotécnicos, entrevistas, preguntas tipo test…?
La normativa estatal establece el formato de las pruebas y su duración. No se contemplan pruebas, cualquiera que sea su formato, que no vengan referidas a las materias cursadas por el alumno durante el segundo curso de Bachillerato.
Un caso especial es la prueba oral de lenguas estranjeras que tiene un peso del 20% de la nota, mientras la prueba escrita tiene el 80% restante. ¿Qué resultados ha arrojado este tipo de prueba? ¿De qué manera han variado las puntuaciones obtenidas en esta materia?
Los resultados son satisfactorios porque han conseguido que la enseñanza de las lenguas en el Bachillerato contemple un mayor énfasis en la lengua oral.
Por lo que respecta a los estudiantes de Bachillerato, ¿qué información recibe el alumnado sobre las pruebas y los criterios de corrección de las mismas? ¿Cómo se les informa?
El primer canal de información es el propio centro, el cual recibe todas las comunicaciones generadas desde esta Oficina. Los tutores tienen la responsabilidad de orientar adecuadamente a los alumnos en este proceso. Por otra parte, todo el detalle de cada materia puede ser consultado en la correspondiente página web del DURSI, Departament d'Universitats, Recerca i Societat de la Informació de la Generalitat de Catalunya, http://www.gencat.net/dursi (PAU).
¿Qué les recomendaría a los/as tutores/as de Bachillerato que deben guiar a sus alumnos/as en este proceso de selección?
Los tutores realizan desde siempre una magnífica labor en este sentido, año tras año. Y es esta Oficina, a decir verdad, la que debe escuchar sus propuestas para perfeccionar el proceso de transición de los alumnos hacia la universidad.
La Ministra de Educación y Ciencia presentó el pasado 30 de marzo el anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación (LOE). En este caso, se ha paralizado la aplicación de la Ley de Calidad en la que se introducía la reválida del Bachillerato para obtener el título. ¿Qué novedades o cambios aporta la nueva ley en cuanto al acceso a la Universidad?
En términos generales, el anteproyecto deja las cosas exactamente como estaban antes de la aprobación de la LOE. Los detalles con respecto a las PAU no se conocerán hasta que la nueva ley sea aprobada y desarrollada por medio de los correspondientes decretos.
El número de alumnos matriculados en las PAU ha ido decreciendo en los últimos años por motivos como el descenso demográfico y el aumento de suspensos en el Bachillerato. ¿Qué previsiones existen para este año?
Se mantendrá la tendencia, puesto que el número de estudiantes de Bachillerato continúa disminuyendo.
¿Es cierto que las mujeres obtienen un mayor porcentaje de aprobados que los hombres? ¿A qué cree que es debido?
Es un fenómeno que se da a escala internacional, lo mismo que también es mayor el número de mujeres que acceden a la Universidad. Lo preocupante, sin embargo, es que continúan existiendo algunas áreas y titulaciones donde la mujer sigue infrarrepresentada.
El año pasado se registró un aumento de solicitudes de nacionalidad estrangera. ¿Qué países de procedencia tienen más peso? ¿Qué papel cree que jugará la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)?
La mayor parte de las solicitudes de alumnos que cursaron el Bachillerato en el extranjero van a parar a la UNED y, por consiguiente, son ajenos a nuestro sistema. En lo que respecta a Catalunya, el porcentaje de alumnos extranjeros es insignificante y su número no aumentará por causa del EEES porque su énfasis está en los estudios universitarios y no en el acceso a la Universidad.
Por otro lado, en Catalunya se ha incrementado una vez más el número de alumnos asignados en primera preferencia que alcanzó un 74,13% en 2004 según datos del DURSI, lo que significa 3 puntos más respecto al año anterior. ¿Cómo cree que influyen las pruebas de acceso en estos resultados?
Es una cuestión de ajuste de oferta y de demanda entre plazas ofrecidas y preferencias de los estudiantes. Las PAU no tienen una incidencia directa sobre este ajuste porque los resultados se obtienen sean cuales sean las titulaciones colocadas en primera preferencia. Es más determinante para el ajuste del proceso la reducción progresiva del número de alumnos que desea acceder a la universidad, en un contexto en el que se siguen iniciando nuevas titulaciones.
¿Cómo cree que debería ser el proceso de selección del alumnado en carreras con mayor demanda que oferta? Además de la prueba de admisión, ¿qué otros aspectos deberían considerarse? (p. e. currículum, expediente académico, personalidad, motivación...)
Nuestro sistema ya considera en la nota final de acceso un peso específico para el expediente de bachillerato: un 60%. En el contexto actual de atribución centralizada de plazas, los restantes aspectos no pueden ser evaluados apropiadamente y, por esta razón, no se consideran. Más importante que todo lo anterior es llegar a tener la certeza que cada alumno recibe el apoyo tutorial más apropiado para realizar una elección de estudios universitarios debidamente sopesada.
Según su opinión, ¿qué características tendría un sistema de corrección ideal? ¿Piensa en algún país como modelo a seguir?
Nuestro sistema actual está suficientemente acreditado a escala estatal y, aunque en muchos aspectos puede ser mejorado, antes que pensar en un sistema ideal es preferible profundizar y perfeccionar un sistema que, como el nuestro, parece concitar un cierto consenso social y que las Universidades públicas catalanas estiman apropiado a la función que debe desarrollar.
