¿Podría explicarnos como se entiende el concepto de orientación desde la universidad? La orientación trata de ayudar a las personas a decidir cuál es la opción formativa más adecuada en función de sus estudios previos, sus habilidades y sus opciones de futuro profesional. Dicha orientación para las universidades debería empezar dentro del actual sistema educativo en la etapa de secundaria obligatoria (ESO) que es cuando los estudiantes escogen el itinerario para el bachillerato y que luego les dará acceso a unas carreras y no a otras (todo y que cada vez más carreras tienen acceso desde cualquier bachillerato), o el itinerario hacía los ciclos formativos. Y dicha orientación tendría que acompañarles hasta su graduación universitaria y inserción profesional en el mundo laboral y ante la perspectiva de la formación a lo largo de la vida, por extensión en cualquier momento de su vida laboral en la cuál quieran ampliar su formación para tener acceso a otros tipos de ocupación o de promoción profesional.
¿Existe una estructura o un sistema de orientación universitaria común a todas la universidades en Catalunya? Quién asume actualmente la orientación de los jóvenes aspirantes a la universidad y a estos mismos durante y al finalizar su paso por dicha institución?
Sí, existe la Oficina de Orientación para el acceso a la universidad que depende del Consell Interuniversitari de Catalunya, todo y que el servicio de orientación entendido como una atención personalizada y individualizada a las personas que lo necesitan todavía es muy incipiente.
La orientación esta muy asumida por los propios centros de secundaria y también por las propias universidades a través de las jornadas de puertas abiertas y otras actividades de orientación que realizan como las reuniones informativas, las jornadas en familia, etc. y por supuesto también a través de sus propios servicios de información.
En cuanto los alumnos ya se encuentran matriculados y cursando estudios universitarios, generalmente son las propias universidades quienes durante y también al finalizar sus estudios, se encargan de dicha orientación.
El concepto de orientación ha evolucionado ligándose cada vez más al concepto de long life learning, el aprendizaje a lo largo de la vida de una persona. ¿Cuáles son los planes del Departament d'Educació i Universitats para hacer frente a esta nueva dimensión y a las recomendaciones de la OCDE y la Comisión Europea de mejorar la orientación profesional?
En primer lugar se tiene que mejorar en el conocimiento de las necesidades y la realidad que tenemos en la orientación que se realiza durante la secundaria, para así poder actuar asertivamente y desarrollar nuevas políticas y programas para contribuir a una mejor orientación a lo largo de todo el recorrido académico y profesional.
En segundo lugar se deberán diseñar un conjunto de acciones y servicios específicos dirigidos a los estudiantes de secundaria (4t. de ESO, 1r. y 2n. de Bachillerato, y CFGS), y especialmente a su profesorado, tutores y AMPAS. Y en el mismo sentido, también en la propias universidades, estrategias para los estudiantes de grado y los de postgrado.
En tercer lugar, también se tendrán que redefinir los canales y soportes de atención y comunicación.
Y finalmente, se tendrá que trabajar muy estrechamente con otros departamentos de la Generalitat de Catalunya así como otras instituciones dedicadas a la orientación profesional para ofrecer y sumar servicios de calidad.
¿La orientación profesional es una buena herramienta para paliar el fracaso universitario? ¿qué acciones deberían planificar los centros e instituciones educativas en este sentido para que sean eficientes?
Si sobre el fracaso universitario entendemos la cantidad de estudiantes que abandonan o cambian de carrera durante el primer o segundo año, o bien, los que abandonan definitivamente los estudios, una mejor orientación profesional no creo que mejorara este aspecto. Lo que debería mejorar en este sentido es la orientación académica, es decir la orientación sobre los diferentes itinerarios que tienen como opciones después de la etapa obligatoria, y si la opción final es realizar estudios universitarios, debería planificarse un mayor grado de conocimiento de los contenidos y de las asignaturas que contienen los estudios que han elegido, y también de lo que significa y comporta hacer estudios universitarios. Pero sobretodo se deberían planificar a través de un vínculo mucho más estrecho entre los orientadores de los centros de secundaria y las propias universidades
Orientación académica versus marketing educativo. ¿Cuál es su visión o experiencia sobre estas áreas a la hora de implantarlas en una institución o centro educativo: son actuaciones antagónicas o se desarrollan estrechamente unidas la una a la otra?
Tendrían que desarrollarse muy estrechamente, si la orientación académica se hace bien es una buena estrategia de marketing educativo, y si el marketing educativo está bien establecido, debería comportar un buen servicio de orientación académica. Pero la realidad no es así. Las universidades casi todas tienden mas a trabajar el marketing educativo, con planes y actuaciones más de captación que de orientación, pero también cabe decir que la orientación académica-laboral requiere equipos de trabajo muy profesionales y materiales y recursos que las universidades difícilmente pueden asumir cada una de ellas.
Si comparamos el gasto de los centros e instituciones educativas en márketing con el gasto en servicios de orientación las cifras no tienen nada que ver, ¿no sería una buena apuesta invertir en orientación para mejorar el desarrollo profesional de los alumnos y conseguir así mejores resultados, que a la vez pudieran convertirse en una buena herramienta de venta?
Seguro, esta debería ser la estrategia. El mundo universitario es muy complejo, la universidad ha pasado en pocos años de estar muy masificada y dejando muchos estudiantes sin poder acceder, a padecer el descenso demográfico en el que durante algunos años, todas han ido perdiendo alumnos. Ha tenido que reformar y actualizar todos sus planes de estudios, y ahora esta plenamente inmersa en el desarrollo del espacio europeo de educación superior que comportará una mayor atención y desarrollo de las competencias profesionales para las cuáles capacita cada carrera o màster, por lo tanto todo apunta que en un futuro bastante próximo, esta inversión para mejorar el desarrollo profesional de los estudiantes será una realidad. Hay que ser optimista!
