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Caminando en línea recta no se puede llegar muy lejos

Artículo de opinión

  • 31/01/2023
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Rosa María Cameselle González. Orientadora educativa del equipo de orientación específica de Pontevedra (Galicia)
El título de este artículo hace referencia a una frase del libro El Principito, de Antoine de Saint-Exupèry. La recogí por primera vez, en relación con la orientación vocacional, en mi exposición del tema de oposición al cuerpo de Educación Secundaria, en la especialidad de Orientación Educativa, en Galicia. Desde entonces, con alguna que otra vuelta, la he utilizado en charlas de orientación académica con el alumnado, en algún programa de reorientación vocacional y a lo largo de mi propia trayectoria personal y profesional, tan unidas. Recuerdo a una alumna comentando en una de estas charlas que le había ayudado mucho escuchar una experiencia personal de primera mano, sobre ese momento de toma de decisiones, a la hora de continuar con su camino.
 
La orientación vocacional ha de entenderse como una orientación para la vida, desde una perspectiva sistémica, global y multidimensional. La orientación como educación para la carrera; carrera académica, profesional, laboral. Apoyo y asesoramiento en un proyecto profesional, en definitiva, en un proyecto vital.
 
Introducimos así el tema que nos ocupa, la formación a lo largo de la vida, la educación permanente, de forma que entendamos que es complicado que sea algo lineal en cuanto al progreso, tanto en relación a una mejora dentro de un campo profesional o hacia otro distinto, teniendo muchas veces que abandonar una zona de confort adquirida, afrontando cambios y nuevos retos, aprendiendo de los posibles errores (a lo largo de la vida) como con el enriquecimiento en un puesto de trabajo actual (que podríamos definir como progreso a lo ancho u horizontal).

En el planteamiento de este artículo surgieron varias preguntas. Una de ellas: ¿por qué es importante promover la formación a lo largo de la vida de las personas?
 
Pues bien, teniendo en cuenta la introducción expuesta, podemos partir de la necesidad de orientación, por tanto, de formación, en todas las etapas de nuestra vida. Centrándonos en el sistema educativo, ya desde la etapa de Educación Primaria es conveniente desarrollar programas de orientación vocacional con actividades de información académica, conocimiento de las diferentes opciones educativas y laborales, así como formación en habilidades emprendedoras.
 
En Galicia, el actual Decreto por el que se regula el currículo de la etapa de Educación Primaria (Decreto 115/2022, de 15 de septiembre, por el que se establecen la ordenación y el currículo de la educación primaria en la Comunidad Autónoma de Galicia), recoge en el artículo 19, de Tutoría y Orientación, que "a lo largo del tercer ciclo, desde la tutoría, se coordinará la incorporación de elementos de orientación académica y profesional que incluyan, al menos, el descubrimiento progresivo de estudios y profesiones y la generación de inquietudes vocacionales libres de estereotipos sexistas".
 
En relación con esto, podemos citar a Roser Batlle (2020) cuando afirma que "las niñas y los niños no son el futuro de la sociedad, ya son sociedad; no son futuros ciudadanos, ya son ciudadanos". Destacamos también la necesidad de esa educación libre de estereotipos de género y de una mayor presencia de mujeres en carreras y profesiones STEM a todos los niveles.
 
Así, se avanza desde la etapa Primaria, con esa orientación inicial, para continuar en la Educación Secundaria Obligatoria y Postobligatoria (Bachillerato y ciclos formativos de grado medio), donde la orientación académica y profesional se hace necesaria e imprescindible, y quizás, en ocasiones, insuficiente, hasta llegar a la educación superior y/o al mundo laboral.
 
La necesidad de una formación permanente parece evidente en la sociedad actual de las tecnologías, de los cambios vertiginosos, de la inmediatez y de los avances en inteligencia artificial, en la que cada vez están más presentes términos como los de competitividad sostenible, equidad social, resiliencia, capacitación, etc. El desarrollo de competencias para la vida, transversales y emprendedoras, requiere de una formación continua dirigida tanto a personas jóvenes adultas que comienzan su trayecto profesional como a profesionales en activo con años de experiencia laboral.
 


En este punto surgen otras cuestiones, como qué factores facilitan la formación continua y cuáles pueden dificultarla. Pues bien, la motivación parece ser un factor presente en la mayoría de las personas consultadas. En un reciente informe elaborado por el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), se señala que, en España, el 86% de las personas mayores de 25 años tiene una percepción positiva sobre la importancia de la educación de adultos y la formación continua.
 
De este mismo informe, a su vez, podemos obtener la respuesta a la segunda pregunta. La mayoría de las personas abandonan la formación por falta de tiempo. El 71% de estas considera que para estar motivadas a formarse serían factores clave: la conciliación familiar, la flexibilidad horaria y disponer de tiempo laboral para el aprendizaje permanente.

¿Qué acciones pueden potenciar la apuesta por la formación permanente?

Teniendo en cuenta que la Comisión Europea ha declarado el 2023 como el Año Europeo de las Capacidades, reconociendo la necesidad de invertir en estas para el avance económico y laboral de la ciudadanía, confirmamos la importancia de mejorar el nivel competencial de las personas a través de formación permanente.
 
La Unión Europea (UE) señala que muchas empresas tienen dificultades para encontrar profesionales con el talento necesario. Pues capacitemos a esas y a esos profesionales. Valoremos el desarrollo de las competencias clave en educación, su correcta evaluación con profesorado formado para ello, establezcamos claramente los perfiles competenciales, las habilidades, las competencias necesarias para el desempeño de puestos de trabajo específicos. Dediquemos tiempo y dinero a esa formación.
 
Algunas acciones concretas que podemos destacar serían:
 
  • Especialización y ampliación de los equipos de orientación vocacional y profesional en sistemas educativos, laborales y de diversidad funcional.
  • La incorporación de Habilidades de Gestión de la Carrera (HGC) en los currículos académicos, como sugiere en su artículo sobre aprendizaje permanente José Raposeiras Correa (2012).
  • Portales informativos de acceso gratuito e intuitivo, con información sobre formación, empleo, posibilidades de movilidad, etc.
  • Implicación de las empresas en la formación continua de las personas con las que trabajan, facilitando horarios y libre acceso a la misma.
 
Como ejemplo de portal web de información podemos citar la plataforma Europass, actualizada y muy completa, para todo lo relacionado con orientación para la elaboración de CV, oportunidades de formación e información sobre empleo a nivel europeo.
 
En cuanto a la formación permanente, a nivel de profesorado en el sistema educativo gallego, por ejemplo, disponemos de una amplia oferta formativa tanto a nivel individual como de centros para profesionales de todas las etapas académicas. El servicio de formación del profesorado está formado por el Centro Autonómico de Formación e Innovación (CAFI) y los CFR (Centros de Formación y Recursos) de las principales ciudades.
 
¿Podríamos impulsar una red de formación estructurada y trasladar este modelo de formación permanente a otras administraciones o empresas que puedan adaptarlo a sus necesidades?
 
Recordemos a José Antonio Marina cuando habla de capital social, en relación con los valores compartidos que facilitan la cooperación de una sociedad. Una población rica en capital social, en lo relativo a la formación permanente, tendría un claro tejido asociativo, trabajaría en red, las personas compartirían valores y habilidades a la hora de resolver problemas. Caminando en línea recta, siguiendo solo nuestros propios pasos, rara vez alcanzaremos con riqueza esa meta.
 
El trabajo en equipo, el aprendizaje-servicio, el desarrollo del talento, la capacitación y el reciclaje profesional, etc. La orientación profesional, la formación permanente, la educación a lo largo de la vida requieren todo tipo de recursos y una infraestructura de calidad que facilite una implantación progresiva pero firme, claramente necesaria en la sociedad actual.
 
Referencias
  • Decreto 115/2022, de 15 de septiembre, por el que se establecen la ordenación y el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Galicia.
  • Batlle, R. (2020). Aprendizaje-Servicio. Compromiso social en acción. Activa Santillana. Madrid
  • Raposeiras Correa, J. (2012). Gestión de competencias en el aprendizaje permanente; en Revista Galega do Ensino (64).
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