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Cómo transferir el conocimiento de la investigación en orientación

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Fortalecer los vínculos entre los investigadores y los profesionales de la orientación en activo y realizar alianzas Universidad-Empresa, facilitan que los resultados de los estudios se lleven a la práctica y sean útiles para la sociedad


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Mayra Bosada, Redacción de Educaweb
España se sitúa como la undécima potencia mundial en producción de investigaciones y, sin embargo, sólo aporta en torno al 1% de las patentes internacionales,  según apunta el informe Transferencia del Conocimiento. Nuevo modelo para su prestigio e impulso (2018), elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
 
La CRUE asegura en su informe que a las dos misiones clásicas de la universidad, investigación y docencia, hay que añadir una tercera en el siglo XXI: la transferencia del conocimiento. Ahora bien, el reto de llevar el conocimiento y la tecnología a la sociedad constituye un desafío continuo no sólo para la universidad, sino para cualquier centro o institución dedicada a la investigación.
 
Las formas de investigar son diversas, bien a través de tesis doctorales, proyectos europeos, alianzas entre empresas y grupos de investigación de diferentes instituciones, etc. Y los medios para llevar a cabo la transferencia de conocimiento también varían: algunos investigadores utilizan las cátedras universidad-empresa, crowdfunding o acuerdos con organizaciones para conseguir que los resultados de su trabajo impacten en la sociedad.
 
Los investigadores en orientación académica y profesional tampoco son ajenos al reto de transferir los resultados de sus trabajos a la práctica. Educaweb lanza este nuevo monográfico La investigación en orientación: de la teoría a la práctica, para analizar los desafíos de la transferencia de conocimiento en este ámbito, ofrecer algunas propuestas para conseguirla y mostrar algunos ejemplos de investigaciones que han logrado que su conocimiento aporte utilidad a la sociedad.
 
 

Los desafíos de la investigación en orientación

 
Investigadores y orientadores consultados por Educaweb consideran que el sistema educativo español adolece de escasa investigación educativa y relacionada con la orientación académica y profesional.
 
"La orientación educativa y la Psicopedagogía, así como las Ciencias de la Educación, se ven afectadas por esta falta de tradición en investigación. Por eso podemos decir no solo que se investiga poco, sino que además lo que se investiga apenas tiene repercusión en la toma de decisiones de la práctica educativa", expresa en su artículo para Educaweb Ana Cobos, presidenta de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE).
 
La investigación en Humanidades y Ciencias Sociales suele tener dificultades para ser llevada a la práctica, según los expertos consultados para este monográfico. Por ello, algunas universidades y entidades han creado programas especiales para financiar investigaciones y transferir el conocimiento en estas áreas y vincular las actividades de investigación con empresas y administraciones públicas.
 
"Los grupos cuya investigación tiene una aplicación más directa en la industria realiza de forma natural una intensa actividad académica, científica y de colaboración empresarial. No obstante, otras disciplinas, como las Ciencias Sociales, tienen una menor tradición de colaboración, a pesar de su enorme potencia de aplicación práctica", revela el consultor de transferencia universidad-empresa, Javier González Sabater, en el taller práctico Transferencia de conocimientos para grupos de investigación, publicado en LinkedIn.
 
Por otro lado, en España prevalecen las investigaciones en orientación con una finalidad teórica, señalan en su estudio La investigación sobre orientación profesional en revistas internacionales, Pilar Figuera Gazo, doctora en Pedagogía de la Universidad de Barcelona, y Soledad Romero Rodríguez, directora de la Secretaría de Orientación de la Universidad de Sevilla.
 
Es por lo que algunos expertos proponen promover más "estudios longitudinales que nos aporten datos de cómo ha ido evolucionando el desarrollo del proyecto vital y profesional de las personas", señala Cobos.
 
También resulta complicado llevar a la práctica los hallazgos de las investigaciones sobre temas educativos y relacionados con la orientación académica y profesional, dado que existe una falta de conexión de los investigadores con la realidad que se vive en el entorno educativo y laboral. Así lo señalan en su informe ¿Cómo mejorar la investigación educativa? Sugerencias de los docentes (2016), investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, Haylen Perines y Francisco Javier Murillo, quienes consideran necesario reducir la brecha existente entre investigadores y docentes para que la transferencia de conocimiento sea útil a la sociedad.

 

Propuestas para transferir conocimiento de la investigación en orientación

 
Entre las recomendaciones que las fuentes consultadas ofrecen para mejorar la transferencia de conocimiento de la investigación en orientación destacan las siguientes:
 

1. Investigar temáticas de interés para los docentes y orientadores en activo

 
En su estudio, Perines y Murillo han recopilado opiniones de maestros y profesores en activo respecto a cómo llevar a la práctica la investigación educativa.  Algunas de estas propuestas, que también pueden aplicarse a la investigación en orientación, son:
 
  • Elegir los temas de investigación desde la voz de los profesores u orientadores en activo y en coherencia con sus necesidades, que se pueden explorar a través de encuestas o focus groups en los que se les pregunte cuáles son las temáticas que les interesa que sean investigadas.
 
En la misma línea, la presidenta de COPOE, Ana Cobos señala en su artículo para Educaweb que los investigadores "necesitan saber qué tipo de datos se requieren para mejorar el sistema educativo y, en función de ello, diseñar las investigaciones que los aporten".
 
  • Buscar formas de difusión alternativas a los artículos publicados en revistas científicas, que acerquen los resultados de los trabajos de investigación a las personas que los vayan a llevar a la práctica, como serían los docentes y los profesionales de la orientación tanto académica como laboral. Esto puede ser a través de guías didácticas, proyectos educativos o de orientación, herramientas digitales, etc.
 
  • Realizar una retribución real de los hallazgos de la investigación a los centros educativos en los que se ha recopilado información; es decir, informar sobre los resultados de la investigación a los actores implicados y aplicarlos.
 

2. Promover entidades que se dediquen a transferir conocimiento en orientación


Las Universidades y otras organizaciones interesadas en transferir conocimiento a la sociedad, como centros de investigación o fundaciones, cuentan con grupos específicos dentro de sus organizaciones que se dedican a transferir conocimiento, señalan las fuentes consultadas.
 
Un ejemplo es la RedOTRI Universidades, Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación, promovida por CRUE y compuesta por las unidades de transferencia de las universidades españolas, así como de organismos públicos de investigación y otras organizaciones.
 
Estos grupos dedicados a la transferencia de conocimiento que existen en muchas universidades tienden a realizar esfuerzos para aplicar en la sociedad el conocimiento de trabajos de investigación relacionada con las nuevas tecnologías y la salud, más que con las Humanidades y Ciencias Sociales, como es el caso de la orientación, según las fuentes consultadas.

Por tanto, opinan los expertos, se requiere darle mayor importancia y más inversión de tiempo y recursos a la transferencia de conocimiento de los grupos de investigación educativa y en orientación académica-profesional, e incluso a los trabajos de tesis cuyos resultados tienen potencial para ser aplicados en la vida real. Asimismo, los investigadores deben difundir su trabajo más allá de los artículos en publicaciones especializadas.

En este sentido, la investigación en orientación académica y profesional tiene como aliado al International Centre for Career Development and Public Policy para la transferencia de conocimiento. Esta entidad tiene como objetivo compartir las mejores prácticas, conocimientos y experiencias en orientación académica y profesional; así como crear vínculos entre centros de aprendizaje, asociaciones y resposables políticos, investigadores y expertos en la materia.
 

3. Crear alianzas con empresas o instituciones

 
Las alianzas son un medio adecuado para mejorar la calidad de los procesos de orientación, las metodologías y los modelos de intervención, ya que hay una "necesidad creciente de disponer de datos y evidencias de las intervenciones orientadoras por parte de las instituciones y de los profesionales de la orientación", señala en entrevista Pilar Mamolar, profesora e investigadora del Departamento de Orientación Educativa, Diagnóstico e Intervención Psicopedagógica) de la Facultad de Educación de la UNED.
 
"Los motivos para crear una alianza pueden ser muy variados, desde una pequeña investigación basada en alguna oportunidad/problema detectado por la organización, a un proyecto formativo, una acreditación, o cualquier otro servicio donde la alianza Empresa-Universidad favorece procesos de innovación y aprendizaje que impulsen los objetivos de la institución que a su vez revierten en la sociedad", añade Mamolar.
 
Otras formas de ligar la investigación con la práctica es la realización de Cátedras Universidad-Empresas, mediante las cuales se asegura una colaboración estratégica y duradera entre el sistema universitario y las organizaciones empresariales o instituciones, ya que se desarrollan líneas de investigación de interés común, se llevan a cabo actividades de formación continua, seminarios, conferencias y cursos, así como la realización de prácticas a estudiantes.
 

4. Profesionalizar la transferencia de conocimiento


Los grupos de investigación dentro y fuera del sistema universitario deben planificar y desarrollar sus investigaciones como si de una empresa se tratara, basándose en un modelo de negocio empresarial porque "se ha de comportar de la misma manera y jugar en idénticas condiciones que cualquier otro proveedor empresarial", señala González Sabater.
 
En este sentido, resulta recomendable que estos equipos de investigadores diseñen una estrategia de transferencia sobre 4 factores clave: liderazgo de conocimiento, orientación al cliente, relaciones con el entorno y organización de procesos.
 
Asimismo, los investigadores tendrían que examinar el potencial de mercado de su investigación antes de comenzarla; segmentar y analizar en profundidad a los potenciales clientes y competidores de su estudio; determinar cuál es su visibilidad en el mercado y revisar su cadena de valor, sus operaciones y procesos, añade González Sabater.
 
También es necesario elaborar planes estratégicos de transferencia, que pasan por determinar una misión, unos objetivos a corto y largo plazo, y configurar unas líneas de trabajo que estén alineadas con los 4 factores mencionados y la actividad investigadora del grupo, aconseja el consultor.
 
La profesionalización de la transferencia de conocimiento también implica formar a los propios investigadores para llevarla a cabo.
 

5. Impulsar la colaboración internacional entre investigadores

 
Fomentar la colaboración entre investigadores a nivel internacional es una forma de transferir conocimiento. Si en España cuesta llevar a la práctica los resultados de la investigación, mirar hacia otros horizontes constituye una oportunidad.
 
Una manera de conseguir estas colaboraciones es a través de convocatorias que instituciones como la Comisión Europea o fundaciones de diversa índole realizan a nivel europeo o internacional, para que los investigadores lleven a cabo estudios aplicados sobre temas relacionados con educación y orientación académica y profesional entre países.
 
Imágenes: Freepik
 

Buenas prácticas de transferencia de conocimiento en orientación

 
Entre las investigaciones en orientación académica-profesional que han podido trascender a la práctica se pueden mencionar las siguientes:
 
Guiding Cities, un proyecto financiado por la Comisión Europea
El proyecto Guiding Cities, co-financiado por el Programa Erasmus+ y liderado por DEP Institut y otros 8 socios de 4 países, tiene como objetivo desarrollar un modelo que maximice la capacidad de coordinar y ejecutar los servicios y recursos de orientación académica y profesional en el ámbito local.
 
Esta iniciativa inició en 2014 con una investigación sobre el ámbito de la orientación académica y profesional en los cuatro países participantes: Grecia, Rumanía, Italia y España. Asimismo, se consensuó un marco conceptual del modelo "Ciudad Orientadora" en base a ocho parámetros relacionados, se realizó un benchmarking internacional sobre los servicios de orientación existentes y se desarrolló una herramienta para la autoevaluación estratégica de los mismos.
 
A partir de los resultados de estas investigaciones, en 2016 se lanzó una herramienta que permite vincular el autodiagnóstico con las prácticas de referencia de diferentes ciudades y entidades con el objetivo de inspirar cambios y mejoras en los servicios de orientación en base al modelo de "Ciudad Orientadora". Actualmente, esta herramienta la aplican algunas administraciones públicas, como por ejemplo la Diputació de Barcelona, miembro del proyecto.
 
Gatsby Benchmarks, transferencia de conocimiento en Reino Unido
La Fundación Gatsby, de Reino Unido, en colaboración con el Centro Internacional de Estudios sobre la Orientación Profesional (iCeGS) de la Universidad de Derby, ha llevado a cabo una investigación sobre cómo los centros educativos podrían autoevaluar sus sistemas de orientación académico-profesional. Como resultado de su estudio, se ha desarrollado un modelo llamado Good Career Guidance, que propone un marco de referencia denominado Gatsby Career Guidance Benchmarks, con ocho dimensiones clave para la autoevaluación.
 
A partir de este modelo se ha creado una herramienta gratuita llamada Compass Tool, desarrollada entre la Fundación Gatsby y la Careers and Enterpise Company, una empresa social financiada con fondos públicos.
 
Actualmente, la herramienta basada en los Gatsby Career Guidance Benchmarks se ha implementado en Reino Unido y forma parte de la política pública de este país por el éxito obtenido en las pruebas piloto. Este mismo modelo está siendo adaptado por Fundación Bertelsmann, en colaboración con DEP Institut, para aplicarlo en España, según explican en su entrevista Juan José Juárez y en su artículo Hannes Brandt, ambos de la mencionada Fundación, respectivamente.
 
El cuestionario de Identidad de Carrera y Autodirección (IDeCaA)
A partir de su tesis doctoral La carrera como construcción subjetiva y social: diseño y validación de un inventario para evaluar la identidad de carrera, la investigadora Pilar Mamolar, de la UNED, ha creado un cuestionario de orientación profesional Identidad de Carrera y Autodirección (IDeCaA).
 
Esta herramienta se centra en el estudio de la identidad de carrera (una dimensión aún poco evaluada en orientación) y en conocer cómo las personas afrontan los desafíos actuales, cómo autodirigen su desarrollo profesional y qué necesitan cambiar en un momento preciso de su trayectoria, especialmente en situaciones de vulnerabilidad. A través de un acuerdo entre la OTRI de la UNED y la Editorial Sanz, IDeCaA será digitalizado y comercializado próximamente, tal y como se explica en la entrevista realizada a la investigadora.
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