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"La experiencia de transferencia y adaptación de conocimiento tiene que realizarse de manera colaborativa"

Entrevista

  • 31/01/2019

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Juan José Juárez, Responsable del Proyecto de Orientación Profesional Coordinada de la Fundación Bertelsmann
Juan José Juárez (Madrid, 1970) es Máster en Dirección de Organizaciones no Lucrativas por ESADE y Master en Coaching y Gestión del Talento por la Escuela Universitaria de Dirección y Empresa. Con una larga trayectoria en áreas de responsabilidad social corporativa, orientación profesional e innovación educativa y formación e integración laboral, es el responsable del proyecto de Orientación Profesional Coordinada de la Fundación Bertelsmann desde el año 2014. Coordina la adaptación a España de un modelo de orientación académica y profesional británico denominado Good Career Guidance, que se desarrolló a partir de una investigación realizada por la Fundación Gatsby. Este proyecto constituye una buena práctica de transferencia de conocimiento, ya que el modelo creado a partir de la investigación en orientación ha sido adoptado por el Ministerio de Educación de Inglaterra como estrategia nacional de orientación.
 
El modelo establece un marco de referencia denominado Gatsby Career Guidance Benchmarks, que propone ocho dimensiones clave para la autoevaluación de la calidad de los sistemas de orientación académico-profesional en los centros educativos. La Fundación Bertelsmann busca adaptar este proyecto al contexto español, con la colaboración de DEP Institut, para mejorar los sistemas de orientación de España.
 
¿En qué consiste el modelo de orientación académica y profesional Good Career Guidance, desarrollado a partir de una investigación realizada por Gatsby Foundation y que Fundación Bertelsmann está promoviendo en España?
 
Se trata de un sistema integrado que está basado a su vez en las mejores prácticas de los sistemas de orientación de 6 diferentes países que han sido destacados por la OCDE por su excelente desempeño en temas de orientación académico-profesional (Alemania, Canadá, Finlandia, Holanda, Hong Kong, Irlanda). Para su diseño, los investigadores se enfocaron en analizar los elementos clave que requiere un sistema de orientación profesional de un centro educativo y para ello identificaron 8 dimensiones de calidad (benchmarks) que componen en su conjunto un marco de referencia.
 
 
¿Por qué les interesa este modelo para adaptarlo al sistema educativo español?
 
Lo que más nos gustó al conocer el modelo fue ver que se habían definido de una manera muy clara y entendible para todos los actores, cuáles son los aspectos que ha de abordar un sistema de orientación académico profesional. Esta "sencillez" ha ayudado a los centros educativos a establecer prioridades a nivel interno, a organizar la relación de éste con su ecosistema (familias, empresas, instituciones de educación postsecundaria, etc.) y a facilitar que todos los agentes implicados puedan entender cuál es su rol en el proceso y cómo se relaciona su rol o función con las demás variables de este.
 
Otra cosa que nos resultó muy interesante es que el modelo está diseñado como un proceso de mejora continua y eso ofrece una mirada integradora que permite que cada centro, independientemente de su punto de partida, pueda encontrar oportunidades de mejora y priorizar aquellas que vayan más alineadas con sus valores o estrategia diferencial.
 
¿Cómo lo estáis adaptando y que esperáis que aporte al sistema educativo español?
 
El primer paso ha sido trabajar, junto con más de 45 expertos del sistema educativo, en analizar si este modelo era interesante para España y si las 8 dimensiones en las que se estructura el modelo inglés son las adecuadas para nuestro contexto. Como fruto de este trabajo se incorporaron dos nuevas dimensiones: una destinada a medir la relación con la familia y otra focalizada en la dimensión de estructura y coordinación interna del modelo de orientación del centro. Esto ha dado como resultado que en el modelo español vamos a trabajar sobre 10 dimensiones (8 originales del modelo británico, más estas 2 nuevas)
 
El segundo paso para la adaptación de modelo ha sido analizar cada uno de los 53 indicadores que componen el modelo y pedirle a un segundo grupo de expertos que analicen cada uno de los indicadores propuestos y verifiquen si cumplen 3 criterios: claridad, idoneidady accesibilidad.

Con el feedback de este segundo contraste, lo que hemos hecho es ya probar la herramienta con un grupo de 68 centros educativos y que hagan una primera evaluación de su sistema de orientación en base a este modelo. Los centros ya se han medido o contrastado contra el modelo que planteamos y, a finales del mes de febrero, recibirán un informe personalizado sobre su desempeño en cada una de las 10 dimensiones, junto con un mapa de recursos disponibles para mejorarlo en aquellas áreas en las que haya salido más débil.
 
¿Cómo debe realizarse la transferencia del conocimiento para que una investigación repercuta positivamente en la sociedad?
 
Bueno, yo puedo hablar aquí de nuestro enfoque, con el que desde una investigación muy aplicada buscamos la manera de provocar o favorecer un cambio. Para ello siempre se parte de un conocimiento, herramienta o metodología, pero se ha de invertir tiempo y recursos en entender cómo funciona el ecosistema sobre el que quieres influir y en contrastar permanentemente con los expertos y usuarios finales para asegurarte de que tu enfoque es correcto y si en algún aspecto no lo está siendo, rectificar y reconducir la implementación.
 
En orientación debe de haber un cierto consenso en torno a qué cosas son las más esenciales y estructurales para que un centro educativo o una consejería de educación de un territorio logre saber si se está abordando la orientación académico-profesional desde una perspectiva integral. Por eso creemos que esta experiencia de transferencia y adaptación de conocimiento tiene que ser realizada de manera colaborativa.
 
"Muchas veces la investigación educativa y la práctica en los centros avanzan por caminos distintos".

 

¿Qué se ha de tener en cuenta o evitar en el caso de querer transferir un modelo que funciona en un país que no es el propio?
 
Yo diría que la clave es ir despacio y contrastar permanentemente el modelo con las personas clave: expertos locales, usuarios, etc. Es importante invertir en esta fase porque si no puedes acabar desarrollando algo que no tenga recorrido. También es relevante tener en cuenta que los modelos se basan en culturas y ecosistemas y por lo tanto la transferencia no puede ser sólo técnica, sino también cultural y adaptada al ecosistema en el que se quiere implantar.
Para ello una buena estrategia es pensar a quien "mueve" este nuevo modelo, es decir en quien va a tener impacto esta nueva manera de organizar o medir la calidad de los sistemas de orientación académico-profesional en un centro educativo. También se debe pensar si puede estar abierto o no a este movimiento que le supondrá adoptar el modelo; barreras e incentivos para hacerlo, etc.
 
Hemos de pensar que la transferencia e implementación de un modelo siempre implica una cierta necesidad de realizar ajustes entre los agentes o personas implicadas en su implantación. Además, con toda seguridad será necesaria una formación adecuada para que estas personas trabajen de manera eficiente bajo ese nuevo modelo.
 
Desde su experiencia, ¿cuál es el papel que las empresas, administraciones y centros educativos deben jugar para estimular la investigación en orientación académica y profesional y conseguir que la sociedad se beneficie de sus resultados?
 
Muchas veces la investigación educativa y la práctica en los centros avanzan por caminos distintos, pero en este caso no ha sido así, ya que hablamos de una investigación muy aplicada, cuyo objetivo final además persigue básicamente un impacto social.
 
Ahora bien, si tomamos como modelo la experiencia desarrollada por la Fundación Gatsby y la Universidad de Derby en Inglaterra, los tres actores que se mencionan en la pregunta tuvieron un papel muy claro y posicionamiento muy acertado ante la investigación, ya que:
 
  • Las empresas entendieron muy rápidamente que la mejora de los sistemas de orientación y su conexión con el entorno profesional iba a redundar de manera directa en la mejora de su competitividad, al establecer canales que aseguren que los jóvenes conocen los perfiles profesionales que se están creando y que serán críticos para la competitividad de la economía.
 
  • Las administraciones permitieron y favorecieron que esta investigación aplicada tuviera lugar y que en el caso de que los resultados fueran positivos, este marco metodológico fuera adoptado de manera rápida por la política pública en materia de orientación.[1]
 
  • Los centros educativos tuvieron la suficiente autonomía de centro como para poder decidir, sin largos procesos burocráticos, no sólo participar en el proyecto piloto que validó la adecuación del modelo de los benchmarks, sino tomar la decisión de incorporar una nueva figura profesional, que impulsara de manera transversal las diferentes dimensiones del modelo y cuya denominación es la de Career Leader.[2]
 
 
Esta actitud ha sido sin duda clave para conseguir que los resultados de la investigación fueran rápidamente transferidos a la sociedad.
 
[1] En diciembre de 2017, el Departamento de educación de Inglaterra lanzó su nueva estrategia de orientación profesional, que colocó los ocho puntos de referencia desarrollados por la Fundación Gatsby, junto con la Universidad de Derby, como eje de su normativa
 
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