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Elegir los estudios sin condicionantes de género

Artículo de opinión

¿Cuáles son los condicionantes de género que influyen en la elección de unos estudios o profesión? ¿Qué papel tienen las familias, el profesorado y los empleadores en esta elección de los estudios?


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Laia Mestres i Salud, Redacción de Educaweb
Un estudio de la OCDE muestra que las expectativas de los padres y los docentes contribuyen a crear una brecha de género a temprana edad, impactando en la elección de carreras científicas. De esta forma, sólo 1 de cada 20 niñas considera cursar una carrera en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, frente a 1 de cada 5 niños, a pesar de obtener resultados similares en la prueba PISA de ciencias de la OCDE.
 
¿Cuáles son los condicionantes de género que influyen en la elección de unos estudios o profesión? ¿Qué papel tienen las familias, el profesorado y los empleadores en esta elección de los estudios? Estas cuestiones son las que se han abordado en el Monográfico sobre género, estudios y profesiones.
 
Brecha de género y elección de los estudios
 
¿Existen diferencias en la elección de los estudios técnicos entre hombres y mujeres? El estudio As mulleres na universidade: elección profesional, elaborado por la Unidade de Muller e Ciencia de Galicia, muestra que las mujeres empiezan a alejarse de las carreras técnicas en la etapa preuniversitaria. En la ESO y el bachillerato, solo el 27 % de las alumnas sienten un interés elevado por Tecnología, frente al 52 % de los chicos; mientras que en Física y Química el porcentaje es del 34,5 % frente al 49 %. En cambio, el 45% de las chicas se interesan por Lengua y Literatura, frente al 17 % de los chicos.
 
Aunque las chicas sientan interés por este tipo de materias, finalmente, no se decantan por una titulación universitaria técnica o científica. De todas aquellas alumnas que tienen una alta preferencia por las enseñanzas técnicas (un 25 %), solo la mitad eligen una carrera relacionada. En cambio, de los hombres que tienen esta alta preferencia (que suponen casi el 60 %), el 81 % se decantan por una titulación vinculada.
 
¿Qué provoca esta situación? El estudio "El ABC de Igualdad de Género en Educación: Aptitudes, Comportamiento y Confianza" elaborado por la OCDE, muestra que la división de género, consciente o inconsciente, influye en la elección de los estudios superiores.
 
Las familias tienen expectativas mayores que sus hijos trabajen en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (STEM en sus siglas en inglés) que sus hijas, a pesar de que muestran las mismas capacidades. Los países en los que se aprecian más diferencias son Chile, Hungría y Portugal, donde el 50% de las familias esperan que sus hijos trabajen en campos STEM, pero menos del 20% esperan lo mismo de sus hijas.
 
Trinidad Donoso, Profesora titular del Departamento de Métodos de investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Barcelona, considera que existen muchos condicionantes, aunque, las expectativas familiares están presentes, a veces de manera sobreprotectora y paternalista, ningún progenitor quiere ver a su hija en situación de desventaja, sino con todas las probabilidades de éxito. La elección de estudios en que las mujeres están infrarrepresentadas no es una buena imagen para las familias porque piensan que sus hijas pueden fracasar y estar más expuestas en esos ambientes.
 
Además de la familia, la sociedad, el profesorado y los propios condicionantes son factores que influyen en la elección, como la estructura social, la familia, el sistema escolar, los mass media y el imaginario social que otorga expectativas, roles, creencias, comportamientos y actitudes normativizados hacia un sexo y lo coloca en unos cánones cerrados y rígidos en situación de desventaja respecto al otro sexo.
 
Las diferencias de género no solo se producen en el momento de elegir los estudios. Durante el XXXVIII Congreso de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (Sebbm) realizado este mes de septiembre, investigadoras y responsables de proyectos científicos denunciaron la discriminación por razón de género en la ciencia. Para María José Baguena, profesora de Historia de la Ciencia de la Universidad de Valencia (UV), "todavía no se ha alcanzado la equiparación entre hombres y mujeres en la ciencia, ya que ellas son una excepción en un mundo mayoritariamente masculino".
 
Los hombres también ven condicionadas sus decisiones al existir carreras consideradas tradicionalmente de mujeres. Para Trinidad Donoso, los medios de comunicación tienen influencia en ello: Los mass media siguen, a pesar de la presión social y la insistencia de algunas instituciones que trabajan en pro de la equidad, ofreciendo modelos de valores reproductivos asociados a las mujeres y valores productivos asociados a los hombres. Esto de por sí está lanzando el mensaje de que las profesiones y carreras ligadas al cuidado son más propias de mujeres y las ligadas a valores productivos ligadas a hombres. Pero no debemos olvidar que el significado social y la valoración que tienen unas y otras son diferentes.
 
¿Cómo evitar la brecha de género?
 
Aunque la elección consciente y meditada de los estudios o profesión se produce en la adolescencia, los condicionantes empiezan a trabajar en la infancia. La evolución personal, las expectativas, la información, la motivación, el entorno… influyen en la toma de decisiones. Para evitar la asignación de roles los expertos recomiendan:
 
Coeducación: Trinidad Donoso afirma que es necesaria una escuela coeducativa, como modelo de educación que persigue transformar los estereotipos de género desde el reconocimiento de las diferencias de género, desde una perspectiva crítica con el orden patriarcal y el androcentrismo subyacentes al currículo escolar y el conocimiento científico. Para Míriam Ojeda, Máster de Estudios Interdisciplinares de Género en la Universidad Autónoma de Madrid, es necesario un sistema educativo que tenga como uno de sus principales objetivos la creación de centros escolares dirigidos a un aprendizaje y construcción de relaciones sociales igualitarias, como herramienta de desarrollo en igual importancia que la transmisión de conocimientos formales.
 
Orientación: Para Trinidad Donoso, es responsabilidad de la orientación contribuir a despertar una visión más crítica y una actitud transformadora hacia la sociedad dentro del sistema educativo. La OCDE anima a los países miembros a impulsar medidas que favorezcan la orientación que combata los estereotipos, favoreciendo el conocimiento de opciones educativas y laborales "atípicas" entre hombres y mujeres. Además de acciones institucionales, es necesario adoptar la perspectiva de género en el día a día del trabajo orientador, especialmente en los centros educativos.
 
Divulgación: En el libro Cerrando las brechas de género. Es hora de actuar de la OCDE, se explica que las mentoras femeninas juegan un papel importante en atraer mujeres a las titulaciones STEM y mantenerlas. Marta Macho, galardonada con el III Premio a la Igualdad de la Universidad de Alicante, afirma en una entrevista al eldiarionorte.es que todo el mundo debe contribuir a hacer que las niñas y las jóvenes sepan que también pueden estudiar carreras científicas. Hay que normalizarlo desde abajo, que no se piensen que eso es masculino, no, porque hay mujeres. Pero desde luego se necesitan modelos para que una joven en edad de elegir una carrera se decante por una carrera científica, por eso es tan importante la divulgación. Por supuesto, se trata de una acción de doble vía, tan importante es potenciar el conocimiento de las ocupaciones tradicionalmente masculinas entre las mujeres, como la integración de los hombres en ocupaciones tradicionalmente femeninas.
 
Implicación social: Las acciones tienen que ser globales. Conocer las dificultades de las mujeres para acceder o progresar en las profesiones tecnológicas no es suficiente. Para Núria Vergés, miembro del grupo COPOLIS de la Universitat de Barcelona (UB), es necesario ir un paso más allá y explorar las vías, mecanismos y buenas prácticas que, específicamente, facilitan el acceso, la retención y la promoción de las mujeres a puestos de responsabilidad y capacidad de decisión sobre la tecnología.
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