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La movilidad laboral y su efecto en la empleabilidad
Artículo de opinión
La movilidad laboral, además del perfeccionamiento de un idioma, da la oportunidad de conocer métodos de trabajo diferentes, favoreciendo la innovación en el puesto de trabajo, la flexibilidad y una mayor adaptabilidad
Algunos datos sobre movilidad
El estudio "Movilidad laboral y vida familiar", realizado por la Comisión Europea, constata que los europeos somos sedentarios, pese a las crecientes demandas de movilidad laboral. En lugar de desplazarse a otras zonas del país por razones profesionales, los europeos prefieren invertir mucho tiempo en desplazamientos hasta el lugar de trabajo o en viajes profesionales que les mantienen lejos del hogar temporalmente.
De hecho, el 41% de los encuestados dedica más de dos horas en ir y volver del trabajo todos los días. Por otro lado, el 29% se ve obligado a dormir más de 60 noches al año fuera de casa, bien por viajes de negocio, bien por que su trabajo está tan lejos que no puede volver diariamente a él. En cambio, sólo el 14% se ha mudado a otros municipios por razones laborales, y el 4% se ha ido al extranjero a trabajar.
Por países, Alemania destaca como el que tiene un mayor grado de movilidad laboral, con un 18%, mientras que Suiza se sitúa a la cola de la lista, con un 13%. España, por su parte, tiene una tasa de movilidad del 14%.
El estudio también muestra que la forma de movilidad que más rechazo o suspicacia genera es la que implica cambiar de lugar de residencia o mudarse y la que menos, la de soportar largos trayectos para ir al trabajo.
En cuanto al perfil del trabajador móvil, nos encontramos que los hombres están más dispuestos a la movilidad que las mujeres, los jóvenes más que los mayores y los que tienen estudios universitarios más que los trabajadores menos cualificados.
Queda claro que todavía estamos lejos de lograr que los trabajadores perciban la movilidad laboral como una oportunidad. Quizás la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior y su objetivo de "globalizar" la educación universitaria supondrá mejorar el intercambio de estudiantes entre universidades europeas y favorecerá una mayor comprensión del fenómeno de la movilidad laboral.
Por otro lado, los expertos apuntan a otros aspectos que podrían favorecer la movilidad laboral. Tal y como se detalla en el informe Nuevas Capacidades para Nuevos Empleos Previsión de las capacidades necesarias y su adecuación a las exigencias del mercado laboral de la Comisión de las Comunidades Europeas, recogido en el dossier de actualidad de Instituto DEP, la "supresión de los obstáculos, incluidos los administrativos, a la libre circulación de los trabajadores en la UE, así como una información más transparente sobre las tendencias del mercado laboral y las necesidades en materia de capacidades contribuirían a la movilidad ocupacional, sectorial y geográfica y permitirían una mejor adecuación de las capacidades de los trabajadores a las oportunidades de empleo. Los periodos de movilidad durante la enseñanza y la formación (por ejemplo, en el marco de los programas Erasmus y Leonardo) contribuyen a que las personas se muestren más abiertas a la movilidad durante su vida profesional."
¿Qué ventajas supone estudiar o trabajar en otro país?
Muchos profesionales de la educación afirman que existen ventajas en la inmersión lingüística en un país extranjero. Además, la cotidianidad de vivir en otro país (comer, desplazarse, atender a ciertas responsabilidades, divertirse…) con un idioma distinto, permite procesar y asimilar la información en esa lengua, facilitando el aprendizaje. Si a esto le sumamos las clases en centros especializados, los estudiantes pueden regresar con un buen nivel de idiomas.
Pero no sólo eso; una de las grandes ventajas de estudiar en el extranjero es la experiencia vital que esto supone. Viajar permite conocer otras culturas, sociedades, fomenta la convivencia y contribuye al desarrollo y crecimiento personal. Además, en muchos casos, supone el primer periodo de independencia del seno familiar, lo que permite al estudiante aprender a desenvolverse en ambientes nuevos y desconocidos, mejorando la confianza en uno mismo.
Si nos centramos en la movilidad laboral, además del perfeccionamiento de un idioma, esta experiencia da la oportunidad de conocer métodos de trabajo diferentes, favoreciendo la innovación en el puesto de trabajo, la flexibilidad y una mayor adaptabilidad de cara al futuro. Además, tal y como afirma Francisco J. Lara, vicerrector de Relaciones Internacionales y Deporte de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" en su artículo, la experiencia internacional, está directamente relacionada con la movilidad laboral, y en consecuencia con el incremento de mejorar las condiciones de la empleabilidad. Esto es especialmente crucial para nuestros jóvenes, donde residen los mayores porcentajes de desempleo en nuestro país, por lo tanto, tenemos que promocionar estrategias de internacionalización "at home" o bien nuestros estudiantes con talento decidirán directamente internacionalizarse "outside" porque el mismo mercado laboral interno les animará a ello.
Por último, Joan Carles Jerez, responsable de Innovación del RACC, recomienda a las personas que estén interesadas en trabajar en el extranjero, especialmente a los estudiantes universitarios, que planifiquen una estrategia de entrada al mercado laboral. Para lograrlo es necesario averiguar qué programas de intercambio internacionales ofrecen las universidades, qué opciones hay de realizar prácticas en empresas, etc.
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