La incorporación de las TIC al sistema educativo ha supuesto, indudablemente, una transformación metodológica que, hasta no hace mucho tiempo, se consideraba en cierto modo utópica. Sin embargo, en la actualidad contamos con numerosos recursos tecnológicos que deben ser utilizados durante el proceso de enseñanza-aprendizaje por los docentes quienes deben conseguir el mayor beneficio posible de ellos.
Gross (2000), considera que "el reto del futuro está en que los centros educativos innoven no sólo su tecnología, sino también sus concepciones y prácticas pedagógicas lo que significará modificar el modelo de enseñanza en su globalidad: cambios en el papel del docente, cambios del proceso y actividades de aprendizaje del alumnado, cambios en las formas organizativas de la clase, cambios en las modalidades de autorización, etc." todos estos cambios van a afectar al proceso de enseñanza-aprendizaje.
La escuela, hoy por hoy, cuenta con potentes y eficaces herramientas TIC al servicio de la comunidad educativa, entre ellas, destacaremos el papel que juegan las redes sociales, las cuales han impregnado todos los ámbitos sociales. Como no podía ser de otro modo, la escuela no debe quedarse al margen de este fenómeno social, enriqueciéndose con las ventajas que éstas ofrecen. Los alumnos se verán extraordinariamente motivados al utilizarlas como instrumento que no únicamente favorecerá su aprendizaje, desde el punto de vista didáctico, sino que también fomentará las relaciones sociales entre iguales, convirtiéndose en un nuevo agente socializador.
Diremos, por tanto, que las redes sociales aplicadas a la educación, facilitan la constitución de grupos de alumnos y/o profesores formando comunidades virtuales cuyo fin es la colaboración. De Haro (2010), considera que estos grupos pueden ser de varios tipos:
- Grupos públicos. Van a permitir canalizar diversas temáticas que pueden resultar interesantes para algunos alumnos.
- Grupos privados. Son apropiados para ser utilizados como una extensión de la clase física. Este tipo de agrupamiento va a permitir: el intercambio de opiniones, la distribución de materiales para la clase y la recogida de trabajos de los alumnos.
- Grupos formados por alumnos. Serán utilizados con la finalidad de realizar trabajos de clase.
- Grupos formados por el profesor y un reducido número de alumnos. Destinados a desarrollar actividades específicas.
Ahora bien, los docentes debemos tener en consideración que el uso de las redes sociales, en el ámbito educativo, en el caso de alumnos menores de 14 años, requiere el consentimiento o la autorización de sus padres o tutores legales. Así queda establecido en el Real Decreto 1720/2007 de 21 de diciembre, por el que se aprueba el reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal, concretamente, en su artículo 13.
Por otro lado, será fundamental que la formación del profesorado se oriente a realizar un uso eficaz de las redes sociales logrando obtener el máximo rendimiento de las posibilidades educativas que éstas nos ofrecen. Para ello, en dicha formación las redes sociales deberán presentarse como un recurso de apoyo a su docencia, considerando que deberá incorporar contenidos relativos al conocimiento de:
- Las posibilidades educativas que nos ofrecen.
- La existencia de distintos tipos de redes que se adecuan a las diferentes etapas educativas.
- Los beneficios que su uso puede ofrecer a la comunidad educativa en general: profesores, alumnos y familias.
- Diferentes experiencias educativas, basadas en su utilización, que pongan de manifiesto las ventajas de su uso.
- Favorecen el contacto entre personas o bien entre una persona y un grupo.
- Facilitan la relación entre el profesor y el alumno.
- Presentan la información utilizando diversidad de medios (texto, imagen, sonido, animaciones, etc.).
- Facilitan la difusión e intercambio de información.
- Poseen un alto potencial comunicativo.
- Permiten la creación de grupos de alumnos y profesores.
- Posibilitan el aislamiento para la realización de ciertas tareas, creando espacios dotados de privacidad.
- Facilitan el trabajo en equipo: mensajería instantánea, chats, foros.
DE HARO OLLÉ, J .J. (2010). Redes Sociales para la Educación. Madrid: Anaya Multimedia.
GROSS, B. (2000). El ordenador invisible. Hacia la apropiación del ordenador en la enseñanza. Barcelona: Gedisa.
RODRÍGUEZ DIÉGUEZ, JL y SAEZ BARRIOS, O. (1995). Tecnología educativa. Alicante: Marfil.
DEDE, C. (2000). Aprendiendo con tecnologías. Barcelona: Paidós