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Buscar, encontrar o crear empleo

Editorial

Recomiendo un esfuerzo de cada uno para detectar cuales son sus puntos fuertes –competencias- y acreditarlos lo mejor que se sepa. Reconocer sus debilidades y formarse para superarlas. Aprender las técnicas de búsqueda de empleo y tomar decisiones, es decir, elegir opciones laborales, no buscar lo que sea.


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Enric Renau. Editor
Dice el diccionario que buscar es ensayar, probar, descubrir una cosa que se ha perdido. Señala también que encontrar es ver presentarse una cosa que no buscábamos y crear significa hacer de la nada.

Si hablamos de empleo "buscar empleo" significaría ensayar, probar de descubrir una ocupación que se ha perdido o que no ha tenido hasta ahora. Encontrarlo sería que éste –el empleo- se presentase casi por azar, sin buscarlo. Y crear empleo consistiría en crear una empresa.

En el contexto actual, el empleo no se encuentra, no se presenta por azar, sin buscarlo. Y, desgraciadamente, se crea poco, por la falta de confianza en el futuro. El empleo se busca y el proceso depende mucho del punto de partida en el que el sujeto se encuentre.

Encontrar un empleo sería como señalar que nos aparece la providencia en forma divina o de contactos familiares o amistosos. Esto no ha sido una anécdota durante décadas, sino una realidad muy mediterránea. El enchufe era una cultura que ya no sirve para el futuro.

Los empleos del futuro exigen gente preparada. Ello no es sinónimo siempre de título universitario. Preparado también lo está quien ha realizado una buena formación profesional de grado superior.

Como se señala muy adecuadamente en varios artículos de este monográfico, encontrará un empleo quien parta de una situación mejor, eso es, la etapa de formación. Después, con las competencias que cada uno tiene –es decir, acreditando lo que uno sepa hacer- hay distintos caminos –técnicas- para llegar a distintos puertos. Para ello sirve, entre otras cosas, la orientación profesional.

Finalmente, he señalado que en este período de crisis, es más difícil crear empleo. Cierto. Pero también hay un elemento cultural que influye. Las últimas generaciones de universitarios han preferido ser funcionarios o empleados de banca que emprendedores. O dedicarse a la actividad inmobiliaria. Ello ha generado un déficit de empresas de valor añadido que ahora echamos en falta.

En resumen, no creo que las reformas legislativas faciliten la creación de empleos. Creo más bien que facilitarán el despido pretendiendo así que sobrevivan algunas empresas. En cambio, todo lo que sea apoyar la emprenduría y la consolidación de empresas de valor añadido y vocación internacional sí que tiene sentido a medio plazo.

Pero a título individual, recomiendo el esfuerzo de cada uno para detectar cuales son sus puntos fuertes –competencias- y acreditarlas lo mejor que se sepa. Reconocer sus debilidades y formarse para superarlas. Aprender las técnicas de búsqueda de empleo y tomar decisiones, es decir, elegir opciones laborales, no buscar lo que sea.

Enric Renau
Editor

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