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El profesional de la orientación: un profesorado con necesidades específicas
Artículo de opinión
Asimilado dentro del cuerpo de Profesorado de Educación Secundaria, el perfil del orientador es diferente al del resto de los docentes. Sus funciones centradas en el asesoramiento a la comunidad educativa como especialistas en atención a la diversidad, acción tutorial y orientación académica y profesional, hacen necesario reflexionar sobre sus necesidades de formación continua como necesidades especiales, diferentes a las del resto de sus compañeros.
Los retos del profesor de orientación educativa: sus competencias y funciones
Para entender cuáles son los retos de la formación continua de los profesionales de la orientación se ha de partir de un análisis de sus competencias. En este sentido, la Asociación Internacional para la Orientación Educativa y Profesional (AIOEP) aprobó el 4 de diciembre de 2003 un documento que recoge cuales son las competencias que debe poseer un profesional internacional de la orientación.
En dicho documento junto a 11 competencias centrales aparecen una serie de competencias especializadas agrupadas en los siguientes bloques: diagnóstico, orientación educativa, desarrollo de la carrera, counseling, información, consulta, investigación, gestión de programas y servicios, desarrollo comunitario y empleo.
Estas competencias deben ser contempladas a la luz de las funciones reguladas para el profesorado de la especialidad de orientación educativa por la normativa. En la Comunidad Autónoma de Andalucía el reciente Decreto 327/2010, de 13 de julio, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de los Institutos de Educación Secundaria, regula en su artículo 86 que desarrollará las siguientes funciones:
a) Realizar la evaluación psicopedagógica del alumnado, de acuerdo con lo previsto en la normativa vigente.
b) Asistir a aquellas sesiones de evaluación que se establezcan de acuerdo con el equipo directivo del instituto.
c) Asesorar al profesorado en el desarrollo del currículo sobre el ajuste al proceso de enseñanza y aprendizaje a las necesidades del alumnado.
d) Asesorar a la comunidad educativa en la aplicación de medidas relacionadas con la mediación, resolución y regulación de conflictos en el ámbito escolar.
e) Asesorar al equipo directivo y al profesorado en la aplicación de las diferentes actuaciones y medidas de atención a la diversidad, especialmente las orientadas al alumnado que presente necesidades específicas de apoyo educativo.
f) Colaborar en el desarrollo del plan de orientación y acción tutorial, asesorando en sus funciones al profesorado que tenga asignadas las tutorías facilitándoles los recursos didácticos o educativos necesarios e interviniendo directamente con el alumnado, ya sea en grupos o de forma individual, todo ello de acuerdo con lo que se recoja en dicho plan.
g) Asesorar a las familias o a los representantes legales del alumnado en los aspectos que afecten a la orientación psicopedagógica del mismo.
h) En su caso, impartir docencia de aquellas materias para las que tenga competencia docente, de acuerdo con los criterios fijados en el proyecto educativo y sin perjuicio de la preferencia del profesorado titular de las mismas.
i) Cualesquiera otras que le sean atribuidas en el proyecto educativo del instituto o por Orden de la persona titular de la Consejería competente en materia de educación.
Estas funciones difícilmente pueden ser desarrolladas con calidad sólo con la formación inicial de los orientadores y orientadoras que en sus licenciaturas o grados no han sido formados específicamente en el perfil de orientador u orientadora. Por ello se convierte en imprescindible una formación inicial y permanente especializada para este perfil.
La formación inicial ha sido modificada recientemente con el nuevo Master Oficial de Profesorado de Educación Secundaria. No obstante, sabemos que toda formación inicial debe ser complementada por una formación permanente que permita solucionar las necesidades de los profesionales en cada momento de su carrera.
Áreas de formación para asumir los retos de la orientación educativa.
Para asumir los retos que plantean sus funciones los profesionales de la orientación cabe destacar como básica la formación en los siguientes campos:
-Psicología: de los grupos, de las organizaciones, de la instrucción, evolutiva, de la educación…
- Atención a la diversidad: estrategias de la escuela inclusiva, necesidades específicas de apoyo educativo, recursos didácticos…
-Normativa educativa: general, específica y actualizada.
- Ciencias de la educación: información de las prácticas que han ofrecido resultados positivos en contextos similares a nuestro centro y cuales no.
- Comunicación habilidades sociales y capacidad de trabajo en equipo: como asesores y dinamizadores de programas las habilidades comunicativas y de trabajo en equipo se convierten en esenciales para que nuestra intervención indirecta sobre el alumnado llege a ser real.
- Tecnologías de la Información y la Comunicación: para poder desarrollar nuestras funciones con mayor eficiencia y trabajar con un colectivo más amplio.
Modalidades formativas para los profesionales de la orientación
Para trabajar estos aspectos los profesionales de la orientación educativa disponen de diferentes modalidades formativas.
- Formación de orientadores y orientadoras en prácticas: mediante tutorización, creación de grupos de trabajo y asesoramiento.
- Cursos de formación: para necesidades específicas centrados en temas concretos.
- Grupos de trabajo: de gran relevancia en la actualidad, es una opción formativa en la cual la soledad del orientador se combate con el trabajo en equipo con otros profesionales, no necesariamente del mismo centro, interesados en un aprendizaje por descubrimiento guiado.
- Encuentros de orientación: Celebrados a nivel regional o nacional, en este sentido cabe destacar en el 2010 el V Encuentro Nacional de Orientación.
- Colaboración con los equipos provinciales, en Andalucía denominados Equipo Técnico Provincial de Orientación Educativa y Profesional: en ellos se reúnen periodicamente los orientadores de la zona y se exponen las experiencias y proyectos comunes.
- Investigación e innovación: Formación en la cual es el profesional de la orientación el protagonista, recibiendo asesoramiento del CEP (Centro de Profesorado)
- Formación mediante las TIC: En este sentido existen plataformas de comunicación virtual, cursos de formación on-line…destacando la plataforma de formación del CNICE.
Conclusión
El análisis del perfil del profesional de la orientación ayuda a vislumbrar los retos a los que éste se enfrenta. Retos que solo se pueden solventar con una formación permanente de calidad que responda en su contenido y en su forma a las necesidades de la realidad concreta de cada orientador u orientadora.
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