En el día de hoy los docentes reemprenden su trabajo después del período vacacional, como la mayoría de trabajadores que no viven del turismo. Quince días, aproximadamente, para preparar el curso, organizar las aulas y tomar decisiones que difícilmente se podrán corregir hasta el curso siguiente.En Educaweb.com reemprendemos el camino de la comunicación con la comunidad educativa con la voluntad de seguir aportando información y reflexión de utilidad, en el año de nuestro 10º aniversario.
Nuestros representantes políticos saben que se acerca un curso complicado. No por el sistema educativo en si mismo, pero sí por el contexto de frenada brusca que vive una economía excesivamente dependiente de la construcción y que, además, en nuestro mundo globalizado, recibe el influjo pesimista de la desconfianza financiera lo que reduce la capacidad de endeudamiento de todos.
En este contexto, a mi entender, es importante que cada uno esté en su sitio. Que cada institución funcione adecuadamente y contribuya, con su grano de arena, a aportar serenidad y empuje para superar los malos momentos.
Las escuelas, institutos y universidades están inmersas en su contexto social y económico. Si crece el paro en un barrio, ciudad o comunidad autónoma, todo se resiente. Si hay más familias con inseguridad económica, los comercios venden menos o se hace difícil llegar a final de mes por el crecimiento de los intereses de las hipotecas o de los préstamos, seguro que esto afecta un centro educativo. La inmigración se frenará, pero a veces serán estos colectivos los que recibirán en primer lugar las consecuencias del temporal.
Por suerte, nuestro estado del bienestar europeo garantiza una educación para todos entre los 6 y los 16 años y subvenciona la educación no obligatoria para que no haya motivos económicos directos para dejar los estudios postobligatorios.
No llamemos al mal tiempo, pues, y tratemos de hacer bien nuestro trabajo de educadores, gestores, profesionales. No sólo cuando el clima social es pesimista, sino en todos momentos, es bueno saber disfrutar de lo que uno tiene. Y en este sentido, quizás el mundo educativo, que prioriza determinados valores de responsabilidad, solidaridad y convivencia lo tendrá más fácil para capear las turbulencias económicas.
Enric Renau
Editor
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