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Másters Oficiales o Universitarios: sí, sin ninguna duda

Artículo de opinión

Quien curse un Máster Oficial tendrá la certeza de estar cursando una propuesta formativa que ha superado unos controles mínimos que le ofrecen garantías de aprendizaje en el área que corresponda.


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Albert Sangrà Morer. Director del Programa de Postgrado en Educación y TIC (e-learning) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
La aparición de los Másters Oficiales ha empezado a acercar estas titulaciones a la consideración y prestigio que ya hace tiempo que tienen en América y en algunos países de Europa.

En realidad, éste es uno de los hitos que persigue el Proceso de Bolonia, denostado por algunos, pero que aporta una necesaria dosis de seriedad a la oferta educativa de postgrado, excesivamente segmentada y poco fiable. Este proceso, ligado a una evaluación externa para su acreditación, termina con la ingente cantidad de cursos autodenominados másters que no han llegado nunca a disponer de unas mínimas condiciones académicas y profesionales que los hicieran dignos de ese nombre.

Por otro lado, la propia adaptación al Proceso de Bolonia, tendente a potenciar el Espacio Europeo de Educación Superior, exige el diseño por competencias de los Másters. Es esta una indudable mejora, aunque haya quien se queje porque supone romper una tradición de décadas en la inexplicable ausencia de enfoque para el aprendizaje de los estudiantes.

Habrá quien considerará que no porque un Máster esté acreditado será mejor que uno que no lo esté. Cierto, sin ninguna duda, pero al menos, quien curse un Máster Oficial tendrá la certeza de estar cursando una propuesta formativa que ha superado unos controles mínimos que le ofrecen garantías de aprendizaje en el área que corresponda. Cabe destacar que, a partir de ahora, los Másters Oficiales recibirán el nombre de Máster Universitario. Aunque, probablemente, durante un tiempo convivirán las dos denominaciones, y ambas serán válidas.

En cuanto a su temática, los propios fundamentos del Espacio Europeo de Educación Superior plantean la existencia de Grados generalistas, normalmente cortos -aunque España ha decidido, contra todo realismo, que sean de 4 años-, que deben ser completados por una formación de postgrado (Máster) que aportará a los estudiantes una especialización en las diferentes áreas en las que se puede dividir el Grado que han cursado. Por este motivo, lo lógico es que estemos delante de Másters que no quieran abarcarlo todo, sino que se concentren en ámbitos de especialización reclamados por la sociedad o bien por la comunidad académica para la potenciación de determinadas áreas de investigación.

Además, si por un lado estamos delante de una oferta profesionalizadora que se viste del rigor y de los requisitos académicos que la hacen más fiable para su aplicación en el terreno laboral, por otro se aclara de manera fehaciente el proceso que debe seguir quien quiera desarrollar una carrera académica. El estadio del Máster Universitario posterior al Grado y anterior al Doctorado equipara la carrera académica española a la europea y, también, a la americana, lo que resulta de gran utilidad a la hora de practicar la movilidad estudiantil y docente, y de obtener el reconocimiento académico allende nuestras universidades.

En este sentido, quien suscribe puede exponer su propio caso. Desde que nuestro Máster en Educación y TIC (e-learning) es oficial (curso 2006-07), las demandas y oportunidades de colaboración con universidades europeas y americanas se han multiplicado exponencialmente. A nuestra colaboración con el Institute of Education (University of London) y con la Università degli Studi di Firenze, se han añadido la University of New Mexico en los Estados Unidos y tres universidades más (2 europeas, una americana) con las que estamos concretando la colaboración.

Un Máster Oficial es, para nuestros colegas, la garantía de exigencia, prestigio y de reconocimiento, como lo debe ser para nuestros estudiantes. La calidad del profesorado, la vinculación a una universidad de prestigio -especialmente en el ámbito propio del Máster, puesto que no todas son especialistas en todo-, la planificación y el diseño de un plan de aprendizaje basado en competencias y vinculado a la realización de actividades auténticas, ligadas a la realidad con la que después van a tener que trabajar los estudiantes, son algunos de los indicadores que quien desee cursar un Máster debe valorar.

Y, por supuesto, hablar con conocidos que hayan experimentado ya esta formación, que es la mejor manera de tomar una decisión adecuada.
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