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Orientación, comprensión y motivación de los nuevos universitarios

Editorial

Orientación, comprensión y motivación son roles que la universidad debe jugar con estudiantes de secundaria y alumnado de primer curso. Las universidades se deben implicar al máximo en la orientación académica y profesional de sus futuros "usuarios”. Si las universidades no comprenden las necesidades de sus futuros alumnos, si no les ayudan a superar sus miedos iniciales, van a seguir perdiendo estudiantes y mostrando una de las más altas cifras de fracaso escolar universitario en la OCDE.


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Enric Renau, Editor de Educaweb.com
Ya he señalado en alguna ocasión que el reiterado interés de los distintos gobiernos españoles por mejorar las estadísticas de la educación superior ha supuesto ciertas disfunciones en el sistema educativo.

No cabe duda que, hace 30 años, con el inicio de la democracia, partíamos de unas cifras espantosas, herederas de una dictadura que no apostaba por la educación. El analfabetismo era una realidad. La formación profesional no tenía prestigio social. Los estudios superiores eran sólo para una élite.

Con la democracia, la universidad se convirtió en una aspiración para las clases medias y, en buena medida, para las clases populares. Ello conllevó, primero, la masificación de las aulas y, posteriormente, un crecimiento de la oferta de educación superior, facultades e institutos, y después, de máster y postgrados.

Ahora, en el año 2005, estamos en una situación distinta. La demografía frena la demanda universitaria, en términos absolutos, aunque el Ministerio de Educación y Ciencia y los distintos gobiernos autonómicos saben que sin una apuesta por la formación a lo largo de la vida no se va a ser competitivo y no se va a producir la entrada real en la sociedad del conocimiento.

Por ello, aceptando que quizás haya defectos en el sistema de formación secundaria obligatoria y post-obligatoria, asumiendo la realidad de las pasarelas entre la formación profesional, los bachilleratos y la universidad, la llegada de inmigración y la movilidad europea, las universidades no pueden estar tranquilas sólo criticando -quizás justamente- el nivel con el que llegan los estudiantes de primer curso.
Al contrario, el único granero de los centros universitarios son, precisamente, esos estudiantes que, en parte, llegan mal orientados, aunque, en parte, saben muy bien lo que persiguen.

Por ello es importante que las universidades se impliquen al máximo en la orientación académica y profesional de sus futuros "usuarios”. No para captarlos y seducirlos para que vayan a su centro, sino para favorecer que estos nuevos estudiantes elijan unas materias y sigan una progresión académica lo más adecuada posible desde la secundaria.

Por otro lado, si las universidades no comprenden bien las necesidades y déficits de sus futuros alumnos, si no les ayudan a superar sus miedos iniciales, su desconcierto con lo que encuentran en las aulas, van a seguir perdiendo estudiantes y mostrando una de las más altas cifras de fracaso escolar universitario en la OCDE.

Orientación, comprensión y motivación del alumnado de secundaria y, por supuesto, de primer curso, son roles que la universidad debe jugar.

Enric Renau
editor

Editor@educaweb.com
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