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El curso 2020-2021 ante el coronavirus: cómo planificarlo y afrontarlo

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Realizar programas de refuerzo para el alumnado rezagado, elaborar planes de contingencia para afrontar diferentes escenarios, y dar espacio a la educación emocional, son algunas propuestas de los expertos para el próximo curso


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Mayra Bosada, Redacción de Educaweb
Contenido

1.      La necesidad de mejorar la educación a distancia, por si acaso.
2.      El reto de las desigualdades educativas agravadas por el COVID-19.
3.      El desafío de afrontar los efectos emocionales y motivacionales de la pandemia.
4.      Reformular las programaciones curriculares, otra necesidad para el nuevo curso.
5.      Necesidades organizativas para asegurar las medidas sanitarias en las escuelas.
 
 
El panorama educativo que deja el COVID-19 es complejo, apuntan diversos organismos Internacionales. Las desigualdades se han agravado, los estudiantes están más desmotivados y los efectos emocionales de la pandemia tanto en el alumnado como en el profesorado pueden afectar la enseñanza-aprendizaje el curso que viene. A esto se le suma la incertidumbre de cómo se desarrollará realmente el curso 2020-2021. De momento las autoridades educativas y los centros asumen que será presencial en la educación obligatoria, aunque la evolución de la pandemia podría cambiarlo todo. Así, el nuevo curso plantea más retos que nunca para la comunidad educativa y la sociedad en general.
 
Todas estas cuestiones y la experiencia vivida durante la "educación confinada" se deben tener en cuenta para planificar el próximo curso escolar, coinciden diversos estudios. Ante este panorama, Educaweb lanza un monográfico en el que profesorado, equipos directivos y expertos en educación analizan los desafíos y las acciones que los centros y la comunidad educativa deben afrontar para planificar y desarrollar el curso 2020-2021 con garantías.  
 

1. La necesidad de mejorar la educación a distancia, por si acaso


educación ante el covid-19

El 78% de los docentes consideran necesario prepararse más para la educación digital, aun siendo la presencialidad el ideal del próximo curso, señalan investigadores de las Universidades de Granada en el informe Panorama de la educación en España tras la pandemia de COVID-19: la opinión de la comunidad educativa (2020), publicado por BBVA y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), y en el que han participado más de 5.000 docentes, estudiantes y familias.
 
Al respecto también coincide la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Universidad de Harvard, que considera que el cierre de las escuelas se puede repetir y que resulta necesario responder de mejor manera a la educación a distancia.
 

Plan de acción: más formación de la comunidad educativa para afrontar la educación remota


Evaluar cómo se ha realizado la enseñanza-aprendizaje a distancia en cada centro resulta importante a la hora de planificar el próximo curso, indica José María Alvira Duplá, secretario general de Escuelas Católicas, en su artículo para Educaweb. "Se deberán prever, además, recursos materiales para todos (contenidos digitales y equipamiento) y una adecuada formación de profesores y familias sobre esta cuestión".
 
Al respecto coincide el informe del Proyecto Atlántida, que además aboga por "reforzar el desarrollo profesional docente en el uso y gestión de plataformas de aprendizaje, la integración de materiales de enseñanza y aprendizaje a distancia, el seguimiento y la evaluación de aprendizajes online". También propone crear un Instituto de Formación de Familias, para apoyar su papel en la nueva normalidad del sistema educativo y asegurar su participación en los escenarios escolares semipresenciales o virtuales, en caso de llevarlos a cabo.
 
Desarrollar en todos los centros la educación semipresencial y a distancia resulta clave tanto para afrontar los retos del próximo curso como para transformar el futuro de la educación, según el informe Schooling disrupted, schooling rethought. How the COVID-19 pandemic is changing education (2020), elaborado por la (OCDE y la Universidad de Harvard.
 
Ahora bien, las decisiones y planes que los centros educativos adopten para el próximo curso escolar pueden y deben ser bien distintas en función de las enseñanzas y niveles de que se trate", afirma de los Reyes-García Candel, presidente de FEDADi.  "Un planteamiento válido para Educación Primaria puede no serlo en absoluto para Bachillerato, o viceversa. Muy particular caso es el de la Formación Profesional, por las características específicas de estas enseñanzas".
 

2. El reto de las desigualdades educativas agravadas por el COVID-19

 
Con más del 90% de la población escolar mundial afectada por el cierre de los centros educativos debido al COVID-19, "el mundo se encuentra en medio del trastorno más inaudito de la historia de la educación", apunta la UNESCO). La brecha social y digital de la "educación confinada" ha puesto a los estudiantes más vulnerables en peligro de retraso educativo, fracaso y abandono escolar.
 
De hecho, el 30% del alumnado en España no ha podido seguir el modelo a distancia que se ha implantado durante la alerta sanitaria, lo que equivale a una pérdida severa de aprendizaje, según el Informe de investigación COVID-19: voces de docentes y familias (2020), elaborado por el Proyecto Atlántida, en base a encuestas a 5.900 familias y 3.700 docentes.
 

La posible solución a la inequidad educativa: reforzar la educación de los más vulnerables

 
Diversos organismos nacionales e internacionales señalan que urgen medidas inmediatas para afrontar las desigualdades educativas agravadas por el COVID-19. Entidades como UNICEF, la OCDE, Save the Children o la Fundació Jaume Bofill, coinciden en dotar al alumnado más vulnerable de clases de refuerzo en julio y agosto, e incluso los primeros días de septiembre, en las que se combinen actividades lectivas con otras lúdicas y físicas. 
 
Por su parte, el Proyecto Atlántida, que agrupa a profesionales y entidades educativas, propone que las administraciones orienten a los centros educativos con ejemplos concretos sobre "las estrategias de refuerzo para la recuperación de aprendizajes clave", y que estos pongan en marcha "planes de apoyo para detener y compensar las brechas digital y sociocultural".
 
Desarrollar "planes de emergencia educativa", que incluyan programas de atención pedagógica intensiva durante el próximo curso en las que colabore toda la comunidad educativa y los servicios sociales del entorno es lo que propone Xavier Bonal, catedrático del Departamento de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona y coautor de la investigación Desigualdades de aprendizaje en confinamiento.
 
Este plan debería contar también con acciones comunitarias que apoyen la educación del alumnado más afectado por el confinamiento, más apoyo económico, y un sistema de evaluación por parte de los centros, para saber cuánto aprendizaje ha perdido durante el confinamiento y así poder determinar estrategias de actuación de cara al nuevo curso.
 
La brecha digital, tanto de acceso como de uso, por parte de los estudiantes ha sido motivo de desigualdad educativa. Por ello, otra de las soluciones para paliarla, es dotar de más dispositivos tecnológicos a los alumnos y alumnas rezagados, así como ofreciendo formación durante el verano al alumnado y sus familias sobre su uso educativo.
 

3. El desafío de afrontar los efectos emocionales y motivacionales de la pandemia


educación emocional ante el covid-19

Casi 8 de cada 10 docentes asegura que entre los retos principales del nuevo curso está motivar a los estudiantes para el aprendizaje, según investigadores de las Universidades de Granada y Málaga. Además, más del 60% del profesorado considera que será necesario prestar mayor atención a cuestiones socioemocionales de los estudiantes y a la autogestión del proceso de enseñanza-aprendizaje.
 

La posible solución: proporcionar más espacio curricular a la educación socioemocional


Para poder abordar las necesidades socioemocionales del alumnado el próximo curso y motivarlo será importante flexibilizar el currículo y dar espacio tanto a los aspectos académicos del curso anterior, que habrá que reprogramar, como a la educación emocional. "El aprendizaje en las condiciones creadas por la pandemia ha generado nuevas necesidades emocionales que deben abordarse", afirman la OCDE y la Universidad de Harvard.
 
Al respecto, ambas entidades sugieren que los centros educativos desarrollen un sistema de comunicación más efectivo entre todos los miembros de la comunidad educativa, mediante el cual se creen más oportunidades para escuchar y apoyar a los estudiantes y a sus familias. Otros expertos abogan por aumentar los servicios de apoyo psicosocial y de salud mental en los centros, tanto para el alumnado como el profesorado y el personal, así como realizar una adecuada acción tutorial, tanto en modalidad virtual como presencial.
 

4. Reformular las programaciones curriculares, otra necesidad para el nuevo curso

 
Resulta necesario "reformular las programaciones, a fin de incorporar aquellos aprendizajes no adquiridos y que se consideren esenciales para alcanzar los objetivos formativos", señala en entrevista a Educaweb Raimundo de los Reyes-García Candel, presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (FEDADi).
 
Al respecto, las familias demandan que "se realice una reestructuración curricular en profundidad y que se produzca un cambio real en las metodologías de enseñanza, con propuestas concretas como gamificar los aprendizajes o hacer uso del aprendizaje basado en proyectos", según el estudio de las Universidades de Granada y Málaga.
 
"En este sentido tendrá un papel central la evaluación inicial, que permitirá ajustar en mayor medida dicha programación", añade la orientadora educativa Laura Carpintero en su artículo para Educaweb.
 

5. Necesidades organizativas para asegurar las medidas sanitarias en las escuelas


educación y medidas sanitarias ante el covid-19

Otra de las preocupaciones de los centros es planificar el próximo curso a nivel logístico. El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y las consejerías de cada comunidad autónoma han anunciado que el próximo curso será presencial, pero esto podría cambiar si surgen rebrotes.
 
De momento, el Ministerio ha lanzado pautas educativas e higiénico-sanitarias para el próximo curso, que incluyen reducción del número de estudiantes a 15 o 20 por aula (aunque en algunas comunidades autónomas como Catalunya no se implementará), creación de grupos estables y distanciamiento de 1,5 metros entre el alumnado, entre otras. Sin embargo, los centros educativos se ven incapaces de afrontar algunas de estas medidas solos, sin el apoyo de las administraciones.
 
Casi 8 de cada 10 docentes reclaman que las autoridades educativas doten a los centros de guías de actuación y protocolos de seguridad higiénico-sanitarios más claros y firmes, y que estos sean desarrollados por las administraciones competentes. También abogan por más inversión y recursos, especialmente humanos, tanto para la enseñanza-aprendizaje presencial como para la telemática.
 
Además, el 57% del profesorado no sabe cómo se podrán gestionar los espacios existentes (aulas, bibliotecas, gimnasio, etc.) para cumplir con las medidas de distanciamiento que propone el Ministerio, y al 60% le preocupa la falta de personal en los centros para hacer frente a las nuevas necesidades, según datos del estudio realizado por las Universidades de Granada y Málaga.
 

Las posibles acciones: realizar planes de contingencia y dotar de más recursos a la educación


Si bien se espera que el próximo curso sea presencial en la educación obligatoria, es recomendable que los centros educativos y las administraciones desarrollen conjuntamente planes educativos de contingencia teniendo en cuenta todos los posibles escenarios: desde realizar la actividad educativa de manera presencial como siempre, hasta continuar con la presencialidad, pero con distanciamiento interpersonal, o bien adoptar una educación semipresencial o totalmente telemática, según la OCDE y la Universidad de Harvard.
 
Los docentes españoles ven indispensable reforzar las infraestructuras, tanto en espacios como en recursos tecnológicos, así como las plantillas, para poder afrontar las medidas sanitarias del próximo curso escolar. En este sentido, algunos expertos recomiendan implicar a toda la sociedad en la educación y, con ello, echar mano de otros espacios no escolares "como bibliotecas públicas, conservatorios, polideportivos, teatros o espacios que estén cerca del centro, y pudieran servir como entornos educativos", explica Noelia Ynat López, maestra de Educación Infantil, en su artículo para Educaweb.
 
Más allá de los espacios, los centros necesitan más recursos económicos para planificar y afrontar el próximo curso.  La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FECCOO) calcula que sería necesaria una inversión total de más de 7 millones de euros tanto para contratación de docentes como para programas de refuerzo, formación del profesorado y provisión de equipos y sistemas tecnológicos "que faciliten la equidad y la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje".
 
Asimismo, las familias piden reducir la ratio de alumnos en todas las etapas, contratar más personal docente, aumentar el presupuesto de los centros e incluso crear los puestos de enfermería escolar y educación social en los centros educativos, apunta la Confederación andaluza de asociaciones de padres y madres del alumnado por la educación pública (CODAPA), en un informe publicado por el Consejo Escolar de Andalucía.
 
Por último, diversos expertos coinciden en que hay que tener en cuenta que todas las actuaciones que se realicen para el nuevo curso escolar deben ser un punto de partida de la innovación y transformación que el sistema educativo necesita, tanto hoy en día como en el futuro.

¿Y qué esperan los estudiantes del próximo curso?


El alumnado señala que ha pasado por etapas de mucha confusión y estrés, en parte debido a la pandemia y al estado de alarma, pero también por las situaciones de descoordinación y exceso de deberes que han experimentado durante el curso 2019-2020, según el estudio Panorama de la educación en España tras la pandemia de COVID-19: la opinión de la comunidad educativa.
 
En este sentido, los estudiantes consideran que en el próximo curso escolar se requiere un cambio metodológico por parte del profesorado para ajustar su manera de enseñar a la nueva situación, incluyendo la utilización de más recursos audiovisuales y en línea de más calidad.
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