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El reto de atraer profesionales para dirigir centros educativos

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Mejorar el proceso de selección de directores y directoras, así como potenciar el conocimiento de la gestión directiva en la formación inicial del profesorado y crear redes de apoyo son algunas de las propuestas de los expertos


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Mayra Bosada, Redacción de Educaweb
A los profesionales de la educación no les atrae ocupar el puesto de director o directora de un centro educativo. El cargo se percibe como una responsabilidad que conlleva una gran carga burocrática y demasiadas funciones diversas y complejas como dirigir y coordinar el centro, liderar la dirección pedagógica, impulsar la colaboración con las familias, impartir clases, realizar tareas de gestión o administrativas. Así lo asegura el informe Education and Training Monitor 2019 elaborado por la Comisión Europea.
 
Un ejemplo de la falta de interés por ser director o directora de instituciones educativas es lo que ha pasado en los últimos cursos en La Rioja y Aragón. En dichas comunidades las candidaturas recibidas para dirigir centros educativos no han completado las vacantes, por lo que las administraciones educativas han tenido que elegir "a dedo" a los directores y/o directoras.
 
A través de este monográfico, expertos y fuentes consultadas reflexionan sobre las razones por las que los y las profesionales de la educación no se postulan para desarrollar la función directiva de un centro. Asimismo, proporcionan diferentes soluciones para que más personas deseen optar al cargo.
 

Los motivos de la falta de aspirantes para dirigir centros educativos

 
A continuación, se abordan algunas de las razones por las que los profesionales de la educación descartan ser director o directora de un centro educativo.
 

Un proceso de selección en el que la administración tiene el mayor peso

 
Entre los motivos que frenan a las personas a optar por la dirección de un centro educativo está el proceso de selección: resulta complicado y la selección final recae más en la administración que en el profesorado del centro en cuestión, según las fuentes consultadas.
 
La selección se realiza a través de un concurso de méritos, que incluye cumplir una serie de requisitos, según indica el Informe 2019 sobre el estado del sistema educativo, elaborado por el Consejo Escolar del Estado. Estos son: tener una antigüedad de al menos cinco años como funcionario público; haber impartido docencia de al menos cinco años en alguna de las enseñanzas que ofrece el centro al que se opta; contar con una formación para el ejercicio de la función directiva (impartida por las administraciones educativas de las comunidades autónomas o el Ministerio de Educación y Formación Profesional); así como presentar un proyecto de dirección que incluya, entre otros, los objetivos, las líneas de actuación y su evaluación. Actualmente, las comunidades autónomas son las que regulan este proceso en el caso de las instituciones educativas públicas, por lo que los requisitos pueden variar entre ellas. 
 
La selección de un director o directora de un centro público es responsabilidad de una comisión constituida por representantes de las administraciones educativas y, en una proporción mayor del 30 % y menor del 50 %, por el Consejo Escolar de cada centro educativo (representantes de familias, estudiantes y profesorado). No obstante, en algunas comunidades autónomas es la administración la que tiene mayor influencia en la selección, y la opinión del profesorado no cuenta tanto como debería, según fuentes consultadas.  
 
Esta situación conlleva que los directores o directoras elegidos sean personas que no tienen relación previa con el centro educativo para el que fueron seleccionadas. "Lo ideal siempre será que el director o directora sea una persona vinculada al claustro de profesores en donde vaya a ejercer su función, porque así se dota de estabilidad a los proyectos y, sobre todo, vinculación con los compañeros", señala Nicolás Fernández, presidente nacional de la Asociación Nacional de Profesores Estatales (ANPE), en entrevista a Educaweb.
 
Por otro lado, en el caso de los centros privados y concertados, la selección de directores y/o directoras lo realizan los titulares de los centros, previo informe del Consejo Escolar. Por ello, en estos casos, no existe tanto desinterés por ocupar estos puestos, opinan en su artículo para Educaweb José Ángel Domínguez y Belén Labián, asesores de formación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha.
 

Una función con poco prestigio y retribución

 
El cargo de director o directora carece de prestigio y de reconocimiento social y económico, opina en su artículo para Educaweb María Amparo Calatayud, profesora titular del departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de València.
 
Asimismo, la remuneración económica por ocupar estos puestos no es suficiente para que los profesionales de la educación se postulen, coinciden las fuentes consultadas. Por ejemplo, los directores y directoras de centros en funciones en Asturias consideran que los ingresos que reciben por su trabajo son bajos y no se corresponden con las responsabilidades que conlleva, según concluye María González Álvarez, profesora de Educación Secundaria del IES La Quintana, en Asturias, en el estudio: Directores y directoras de los centros de educación infantil y educación primaria en la comunidad de Asturias. Percepción de su formación, funciones y competencias (2017).
 

Más tareas administrativas que de gestión pedagógica

 
Los líderes escolares pasan el 30 % de su tiempo realizando tareas administrativas y en reuniones y apenas el 16 % de su jornada laboral se dedica a tareas relacionadas con el plan de estudios y la docencia, como el desarrollo de dicho plan, observación de las clases del profesorado, la mentoría de los docentes, diseño u organización de actividades de desarrollo profesional para profesores o participación en la evaluación del alumnado, según el informe Guía del profesorado TALIS 2018 Volumen 1 (2019), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
 
Esta situación provoca que los profesionales vean la función directiva como una labor más burocrática que de dirección pedagógica, coinciden diversas fuentes, lo que los desmotiva a postularse al puesto de director o directora de centro.
 

Muchos docentes temporales y poca formación inicial en dirección de centros

 
El alto porcentaje de docentes temporales e interinos en los centros educativos no facilita que el profesorado opte a la dirección. "Dentro de este grupo estaría, obviamente, el profesorado interino, pero también aquellos funcionarios de carrera que no cuentan con destino definitivo en el centro educativo en cuestión y que, por lo tanto, su acceso al cargo de director se torna complicado", explica el profesor de Secundaria de Ciudad Real, Eduardo José Moragón, en su artículo para este monográfico.
 
Además, la formación en gestión directiva de centros en el currículo de la formación inicial docente es escasa o prácticamente nula.
 

Falta de identidad profesional

 
La Comisión Europea destaca en su informe Education and Training Monitor España 2019 que las asociaciones de directores de centros de enseñanza "citan la falta de identidad profesional de los directores y directoras como la razón por la que atraen a pocos candidatos o candidatas al puesto". Esto se debe a la temporalidad del cargo, al ser solo por cuatro años y tener la posibilidad de renovarlo una sola vez.
 

La titularidad, la zona geográfica y el tipo de centro

 
La titularidad de los centros, su tamaño y su zona geográfica influyen también en el desinterés de las personas por optar a la dirección.
 
"El desinterés por ocupar estos puestos incluso teniendo la acreditación y habilitación para optar a ellos nos los encontramos más frecuentemente en centros docentes de titularidad pública. Puede ser debido a que en los centros concertados y en los privados el proceso y designación del director o directora está regulado de forma distinta", señalan Domínguez y Labián, asesores de formación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha. No obstante, hay quienes aseguran que el desinterés para ocupar el puesto se da en todo tipo de centros. "Es una problemática común dado que no se ha sabido acertar con el modelo de dirección", opina por su parte Fernández Guisado, presidente de ANPE.
 
Asimismo, el tamaño del centro educativo condiciona, asegura Moragón, profesor de Secundaria, quien indica  que no es lo mismo dirigir una escuela que solo ofrece Educación Infantil y Primaria, y que cuenta con una sola línea, que en un centro más grande que ofrece Secundaria y Formación Profesional.  "La cantidad de trabajo que debe asumir el máximo responsable de este centro educativo es significativamente mayor que en el primero". La zona geográfica es un factor que también influye, dado que los centros rurales tienen más dificultades para encontrar un director o directora que desee dirigirlos, añade.
 
 

Cómo atraer más candidatos y candidatas a dirigir un centro educativo

 
Entre las propuestas que las fuentes consultadas consideran que se deberían realizar para que haya más aspirantes a dirigir centros educativos destacan las siguientes. Algunas de ellas se refieren solo a centros educativos públicos, pero otras se pueden aplicar a todos: 
 

1. Mejorar el proceso de selección de directores y directoras en centros públicos

 
Modificar el porcentaje establecido en el artículo 135 de la LOMCE para la selección de director o directora de los centros públicos, de manera que en la comisión constituida para ello cuente con un mayor peso la representación del centro frente a los representantes de la administración educativa, es una mejora que debería realizarse en el proceso de selección de directores y directoras, señala el Informe 2019 sobre el estado del sistema educativo del Consejo Escolar del Estado.
 
Fernández Guisado, presidente nacional de la Asociación Nacional de Profesores Estatales (ANPE), también sugiere que en la elección del director o directora tenga "más peso el profesorado dentro del Consejo Escolar, o bien, como fue en una época, que una parte del proceso de selección sea un concurso en el que participe la Administración y el Consejo Escolar".
 
El Consejo Escolar del Estado recomienda realizar un estudio sobre los diferentes procesos de selección y evaluación de los directores y directoras de centros educativos de las comunidades autónomas. Asimismo, aboga por que se promuevan mejoras en dichos procesos, basadas en los resultados de dicha investigación y el intercambio de experiencias y buenas prácticas.
 

2. Formación directiva desde la formación inicial docente

 
El 95,2 % de los responsables de la dirección de los centros de Educación Infantil y Primaria de España opinan que la formación sobre la función directiva debería incluirse en los currículos universitarios de formación del profesorado, según el estudio El acceso a la dirección escolar en los centros públicos del País Vasco (2010), elaborado por los investigadores Pello Aramendi, Joan Teixidó y José Luis Bernal.
 
"Sería necesario facilitar a los docentes un primer contacto con las habilidades directivas durante su etapa formativa inicial, de manera que se pueda despertar el interés por dirigir centros educativos entre personas que puede que ni se lo hubieran planteado", coincide Jorge Díez, CEO de Seres Salud y ex miembro del equipo directivo de un centro educativo, en su artículo para Educaweb.
 

3. Aumentar la retribución económica de las personas que dirigen centros educativos

 
Si bien algunas fuentes consultadas afirman que mejorar los ingresos que reciben los directivos de centros podría atraer a más candidatos o candidatas, hay quienes abogan por no hacerlo, ya que ser director o directora es una profesión muy vocacional, que tiene que interesar completamente a quien la quiera desempeñar.
 
"El interés o deseo por ocupar un cargo directivo debe ser vocacional, puesto que se asumen funciones muy diferentes a las que se tienen en la docencia directa en el aula. […] Si aplicamos como incentivo para promover el interés el criterio económico, estaremos alentando el acceso de compañeros que busquen precisamente eso, un aumento de sus retribuciones a costa de nuevas funciones", opina Moragón, profesor de Secundaria en Ciudad Real. Además, se alentaría el acceso a personas que no tengan las competencias necesarias para desarrollar el trabajo de un director o directora.
 

4. Deslindar a los directores y directoras de la función docente

 
Dado que en España se ha apostado por un modelo en el que el director o directora de un centro educativo continúa en contacto con el alumnado, al margen de sus tareas directivas, y esto le supone un sobreesfuerzo, algunos expertos señalan que sería mejor deslindar de la función docente a estas personas para que puedan dedicarse a tiempo completo a gestionar los centros, tal como sucede en otros sistemas educativos. "En países como, por ejemplo, Estados Unidos o el Reino Unido, el director o directora no imparte clase a los estudiantes", informa Moragón.
 

5. Establecer comunidades de directores y directoras para intercambiar experiencias

 
El desarrollo de las comunidades profesionales de directivos ayudaría al director o directora a no "sentirse solo o sola ante el peligro", permitiéndole "resolver problemas de la práctica directiva cotidiana, transferir buenas prácticas, desarrollar habilidades directivas profesionales y, lo más importante, generar investigación, desarrollo e innovación directiva", señala Calatayud, profesora titular del departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de València.

Esto ocasionaría que los posibles candidatos o candidatas perciban que la función directiva que realicen, en caso de ser seleccionados, estará apoyada por una red de directores y directoras con la que podrán compartir buenas prácticas e inquietudes.
 
Se debería crear "un cuerpo de directores y/o directoras, al igual que existe el de inspectores y/o inspectoras, para una mejor formación y gestión de estas personas y para que puedan desarrollar su labor de una forma mucho más efectiva", añaden Labián y Domínguez, asesores de formación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha.
 
¿Qué otras propuestas ayudarían a que más personas quieran ser directores o directoras de centros educativos? Te invitamos a opinar dejando tu comentario.
 
 

¿Sabías que…?

 
  • En España, el 52 % de los directores y directoras han completado un programa o curso de administración escolar o formación para directores y el 46 % un programa o curso de formación en liderazgo antes de asumir su posición como director, según el informe Teaching and Learning International Survey 2018 (TALIS), elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos? (OCDE).
     
  • El 100 % de los directores y directoras han asistido al menos a una actividad de formación continua en el último año, que no necesariamente ha estado relacionada con la gestión de un centro.
     
  • España está situada entre los diez países donde los directores presentan mayor experiencia docente, señala el informe de la OCDE.
     
  • El número de mujeres en puestos de dirección se ha incrementado, tanto en el promedio de los países OCDE (del 39,4 % en 2008 al 47,3 % en 2018) como en España (del 39,6 % en 2008 al 49,3 % en 2018).
 

Fuentes de información

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