La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha presentado recientemente La educación importa. Libro blanco de los empresarios españoles, una obra que pretende reivindicar la importancia "estratégica" de la educación para generar empleo, crecimiento económico y cohesión social, así como dar a conocer el punto de vista de la organización sobre el tema, en el momento en que una subcomisión del Congreso busca alcanzar un Pacto de Estado Social y Político por la Educación.El volumen cuenta con una sección dedicada a analizar los "cinco déficits básicos" del sistema educativo español más significativos para el mundo empresarial:
1. La mediocridad de los resultados. El análisis de informes internacionales y de tendencias internas permite a los empresarios detectar "un estancamiento en torno a valores mediocres de rendimiento escolar", "niveles precarios en materia de excelencia", "diferencias territoriales mayúsculas", un franco retraso en cuanto al conocimiento de idiomas extranjeros o "un abandono escolar temprano de la educación o de la formación que duplican las de la media de la UE", entre otros.
2. La ineficiencia del gasto educativo. Para los empresarios, el sistema educativo español es "poco eficiente", y la relación gasto-resultados ha ido divergiendo durante la primera década del siglo, aunque ha habido una "ligera convergencia" posterior, fruto de los ajustes. Además, apuntan que el gasto público en educación se sitúa en el 4,2% del PIB, 1,1 punto porcentual por debajo de la UE-28 en 2013. Ahora bien, España es uno de los países europeos en los que la proporción de gasto privado en educación respecto al gasto total es mayor (18%).
3. La brecha entre formación y empleo. En este punto, se hace referencia al desajuste "mayúsculo" existente la oferta universitaria y la demanda laboral en la familia de Educación, Artes y Humanidades, por exceso de oferta, y en la de Ingeniería, Industria y Construcción, por abundancia de demanda. Además, se sostiene sin ambages que "el sistema educativo español ha fallado en materia de orientación profesional, en beneficio de la orientación psico-pedagógica, y no ha facilitado a los alumnos, con suficiente intensidad, la información precisa para efectuar elecciones fundadas".
4. La lentitud de la respuesta política. El empresariado considera que, si no es posible adelantarse al futuro, al menos sí que se ha de poder reaccionar ante los hechos presentes, algo que no se está realizando, "a pesar de la influencia creciente de la Unión Europea en materia de orientación y de definición de las políticas educativas". En concreto, destaca el "uso deficiente" del enfoque de la formación a lo largo de la vida, el retraso en la implementación de modelos de formación profesional dual y en llevar a cabo políticas para gestionar el talento del profesorado.
5. Las deficiencias de los marcos normativos. La CEOE también cree que existen "serias deficiencias" en la legislación, ya sea por el enfoque, el contenido o la forma. También advierte un "incremento significativo" de la presión regulatoria y "una especificación exagerada" de los detalles. Y, en general, percibe un desajuste "frecuente" entre las normas y la realidad.
2. La ineficiencia del gasto educativo. Para los empresarios, el sistema educativo español es "poco eficiente", y la relación gasto-resultados ha ido divergiendo durante la primera década del siglo, aunque ha habido una "ligera convergencia" posterior, fruto de los ajustes. Además, apuntan que el gasto público en educación se sitúa en el 4,2% del PIB, 1,1 punto porcentual por debajo de la UE-28 en 2013. Ahora bien, España es uno de los países europeos en los que la proporción de gasto privado en educación respecto al gasto total es mayor (18%).
3. La brecha entre formación y empleo. En este punto, se hace referencia al desajuste "mayúsculo" existente la oferta universitaria y la demanda laboral en la familia de Educación, Artes y Humanidades, por exceso de oferta, y en la de Ingeniería, Industria y Construcción, por abundancia de demanda. Además, se sostiene sin ambages que "el sistema educativo español ha fallado en materia de orientación profesional, en beneficio de la orientación psico-pedagógica, y no ha facilitado a los alumnos, con suficiente intensidad, la información precisa para efectuar elecciones fundadas".
4. La lentitud de la respuesta política. El empresariado considera que, si no es posible adelantarse al futuro, al menos sí que se ha de poder reaccionar ante los hechos presentes, algo que no se está realizando, "a pesar de la influencia creciente de la Unión Europea en materia de orientación y de definición de las políticas educativas". En concreto, destaca el "uso deficiente" del enfoque de la formación a lo largo de la vida, el retraso en la implementación de modelos de formación profesional dual y en llevar a cabo políticas para gestionar el talento del profesorado.
5. Las deficiencias de los marcos normativos. La CEOE también cree que existen "serias deficiencias" en la legislación, ya sea por el enfoque, el contenido o la forma. También advierte un "incremento significativo" de la presión regulatoria y "una especificación exagerada" de los detalles. Y, en general, percibe un desajuste "frecuente" entre las normas y la realidad.
Una crítica constructiva
Tras la exposición de las carencias del sistema, se apuntan diez propuestas que, si se aplican, permitirán corregir algunos de los déficits señalados. Cada propuesta incluye una serie de acciones recomendadas, algunas de las cuales se apuntan a continuación:
1. Establecer un nuevo currículo para un tiempo nuevo. El empresariado español parte de la premisa de que es preciso garantizar la formación de buenos empleados y buenos ciudadanos, por lo que empresa y sociedad deben trabajar "codo con codo". Eso se concreta, por ejemplo, en la necesidad de estructurar el currículo en conocimientos, competencias, carácter y meta-aprendizaje; realizar una selección "moderna" de los contenidos en las áreas tradicionales, potenciar las enseñanzas STEM sin abandonar el enfoque humanístico así como la enseñanza de competencias transversales como la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación y la colaboración.
2. Promover la innovación, el emprendimiento y el empleo de las tecnologías. Los empresarios las consideras tres áreas principales de reforma, y por ello sugieren hasta 13 acciones concretas como, por ejemplo, introducir en el currículo estos contenidos, así como formar al profesorado en estas cuestiones.
3. Hacer de la docencia una profesión robusta. El informe se hace eco de los expertos, organismos internacionales y gobiernos que cada vez más consideran al profesorado un factor clave en la calidad de los sistemas educativos.
4. Fortalecer la autonomía de los centros, su gobernanza y rendición de cuentas. Son los tres factores que inciden en la calidad de los centros educativos, otro elemento clave en la calidad de la educación, a juicio de los autores.
5. Definir un sistema eficaz y eficiente de evaluación para la mejora. Se plantea la necesidad de realizar evaluaciones sistemáticas y útiles en todos los niveles del sistema educativo.
6. Consolidar la libertad de enseñanza. La CEOE está convencida de que una actualización del artículo 27 de la Constitución permitirá atender mejor las expectativas, necesidades e intereses de las sociedades avanzadas del siglo XXI.
7. Facilitar la transición de la educación al empleo. Con el fin de que la transición entre el ámbito formativo y laboral sea lo más suave posible, se recomienda establecer alternativas formativas que palien el abandono escolar temprano, promover la excelencia, consolidar una red de centros de formación profesional, potenciar la formación dual y establecer un programa nacional de información y orientación profesional integral, entre otras acciones.
8. Intensificar los vínculos educación-empresa y otorgar más protagonismo al empresariado en la gobernanza ejecutiva de la formación para el ejercicio de una profesión. Entre las sugerencias, destacan la importancia de que exista una relación más fluida entre empresariado y quienes deciden la oferta formativa, así como más implicación de este en la mejora del Sistema Nacional de Cualificaciones. También piden acceso al Consejo de Universidades, y fomentar la vinculación con la empresa durante la formación universitaria, entre otras medidas.
9. Asegurar un marco básico, moderno y efectivo, común para todo el Estado. En este punto, se menciona la necesidad de hallar un equilibrio que permita una "visión estratégica compartida", al mismo tiempo que se respeta el ejercicio competencial. Y esto incluye establecer un nuevo sistema de financiación económica en materia educativa.
10. Promover un acuerdo social y político. La CEOE recuerda que el pacto no es un fin en sí mismo, sino que ha de servir para estabilizar y modernizar el sistema. Es por ello que anima a los responsables del mismo a "orillar los enfoques puramente ideológicos".
2. Promover la innovación, el emprendimiento y el empleo de las tecnologías. Los empresarios las consideras tres áreas principales de reforma, y por ello sugieren hasta 13 acciones concretas como, por ejemplo, introducir en el currículo estos contenidos, así como formar al profesorado en estas cuestiones.
3. Hacer de la docencia una profesión robusta. El informe se hace eco de los expertos, organismos internacionales y gobiernos que cada vez más consideran al profesorado un factor clave en la calidad de los sistemas educativos.
4. Fortalecer la autonomía de los centros, su gobernanza y rendición de cuentas. Son los tres factores que inciden en la calidad de los centros educativos, otro elemento clave en la calidad de la educación, a juicio de los autores.
5. Definir un sistema eficaz y eficiente de evaluación para la mejora. Se plantea la necesidad de realizar evaluaciones sistemáticas y útiles en todos los niveles del sistema educativo.
6. Consolidar la libertad de enseñanza. La CEOE está convencida de que una actualización del artículo 27 de la Constitución permitirá atender mejor las expectativas, necesidades e intereses de las sociedades avanzadas del siglo XXI.
7. Facilitar la transición de la educación al empleo. Con el fin de que la transición entre el ámbito formativo y laboral sea lo más suave posible, se recomienda establecer alternativas formativas que palien el abandono escolar temprano, promover la excelencia, consolidar una red de centros de formación profesional, potenciar la formación dual y establecer un programa nacional de información y orientación profesional integral, entre otras acciones.
8. Intensificar los vínculos educación-empresa y otorgar más protagonismo al empresariado en la gobernanza ejecutiva de la formación para el ejercicio de una profesión. Entre las sugerencias, destacan la importancia de que exista una relación más fluida entre empresariado y quienes deciden la oferta formativa, así como más implicación de este en la mejora del Sistema Nacional de Cualificaciones. También piden acceso al Consejo de Universidades, y fomentar la vinculación con la empresa durante la formación universitaria, entre otras medidas.
9. Asegurar un marco básico, moderno y efectivo, común para todo el Estado. En este punto, se menciona la necesidad de hallar un equilibrio que permita una "visión estratégica compartida", al mismo tiempo que se respeta el ejercicio competencial. Y esto incluye establecer un nuevo sistema de financiación económica en materia educativa.
10. Promover un acuerdo social y político. La CEOE recuerda que el pacto no es un fin en sí mismo, sino que ha de servir para estabilizar y modernizar el sistema. Es por ello que anima a los responsables del mismo a "orillar los enfoques puramente ideológicos".
El informe también incluye otros dos capítulos dedicados a explicar el contexto actual de la educación y la formación en el siglo XXI y la estrategia europea en la materia, poniendo el énfasis, en este último caso, en el marco estratégico ET 2020, la agenda digital, las competencias STEM y el reto de los idiomas.
Entre las conclusiones principales, cabe destacar dos. La primera, que "el sistema educativo español, en sus niveles tanto universitarios como no universitarios, no está suficientemente preparado, en el momento presente, para asumir con posibilidades de éxito los desafíos del futuro". Y la segunda, que "resulta fundamental" la cooperación entre el gobierno y las empresas que permita "inaugurar un nuevo tiempo político" donde las empresas tengan más voz a la hora de decidir sobre educación, formación y empleo. En este sentido, el Libro blanco La educación importa constituye un buen comienzo.
