¿Qué competencias incorpora la experiencia en el extranjero al currículum de un estudiante de FP?Cuando nos planteamos la posibilidad de tener una experiencia profesional en el extranjero debemos reflexionar previamente cuales son los objetivos tanto profesionales como personales que queremos conseguir y sobretodo como nos puede enriquecer nuestro currículum.
Con estos objetivos planteados y clarificados debemos tener claro que el haber tenido una experiencia internacional siempre da un valor añadido al currículum del alumno, le abre muchas puertas, que le permiten incorporarse al mercado laboral con un plus que no puede obtenerse de otra manera, el alumno aprende a relacionarse con los demás gracias a la competencia lingüística. Debido a ella, es notoria la mejora en el idioma, y con esta competencia, se relacionan todas las competencias comunicativas del alumno.
También nos encontramos con la mejora en las competencias personales, ya que el alumno aprende a conocer otras culturas, otros hábitos, otras formas de pensar. El desarrollo personal, la adquisición de seguridad y de independencia son competencias importantísimas que ayudaran al alumno a obtener nuevas oportunidades laborales. Si el alumno conoce tanto sus fortalezas como sus debilidades, podrá trabajarlas con su propio conocimiento, fomentando así su propia autonomía.
La competencia profesional es la más importante; el alumno adquiere la habilidad de trabajar en equipo de manera efectiva y armónica, es capaz de desarrollarse profesionalmente bajo un marco multicultural y al mismo tiempo aprender de éste, gracias al desarrollo de las competencias creativas, el alumno puede afrontar problemas de otra manera gracias a las vivencias y experiencias de haber trabajado en un país extranjero. La adaptación, la flexibilidad y el aprendizaje son competencias necesarias que se perfeccionan en un país distinto al tuyo.
¿Cuáles son los aspectos mejor valorados por los alumnos que realizan la FP en el extranjero?
La importancia de aprender de otras culturas y sociedades para llegar a tener ventajas competitivas en el país de origen es uno de los aspectos más valorados por los alumnos. Los alumnos conocen nuevas personas con una educación distinta a la suya, con distintos hábitos incluso de horarios, relaciones interpersonales, distinta alimentación, e incluso otros valores predominantes en el trabajo en el que se integran. Esta inmersión enriquece a la persona.
Los métodos utilizados, es decir, las diferentes maneras de solucionar problemas es otro de los matices más valorados por los alumnos. Se dan distintas situaciones que se resuelven de formas que no han conocido antes, la relación interpersonal y el trabajo en equipo les ayudan a resolver estas situaciones. Tras esta experiencia aportan nuevos puntos de vista ante situaciones reales.
La mejora de las competencias sociales es otro aspecto a tener muy en cuenta: la flexibilidad que requiere estar en un entorno distinto al del alumno le aporta una serie de habilidades sociales y organizativas fundamentales para conseguir posteriormente una adecuada inserción profesional. El alumno es más receptivo a las nuevas formas y asume que tiene que integrarse en la nueva situación, esto hace que acepte con mayor importancia las propuestas que encuentra pues toma una actitud de aprendizaje activa y flexible con interés y ganas de progresar.
El cambio de la percepción del entorno, el cambio en el rumbo vital y profesional son los atributos mejores valorados por los alumnos.
El conocimiento de la lengua extranjera, la inmersión lingüística por necesidad son los dos caracteres más valorados. Al estar en un país extranjero el alumno llega a interiorizar el idioma de lo integrado que se encuentra. Llegan con un nivel muy distinto al inicial cuando terminan su experiencia profesional. Adquieren una fluidez deseada para poder relacionarse.
Los alumnos son conscientes de lo que significa la Unión Europea en el sentido de movilidad geográfica y laboral sin restricciones.
