El pasado viernes el Gobierno aprobó el nuevo Decreto de Ordenación de los Estudios Universitarios, una reforma que, entre otros cambios, modifica la duración de los grados y los másters.Desde la implantación del Plan Bolonia, todas las carreras universitarias, con algunas excepciones como Medicina, tienen la misma estructura que suma 300 créditos ECTS: 4 años de grado (240 créditos) y 1 de máster (60 créditos).A partir de septiembre de 2015, las universidades podrán ofertar grados con una duración de entre 140 y 280 créditos ECTS, o bien mantener los 240 créditos actuales. Esta medida también afecta a los másters, que podrán tener una duración de entre 1 y 2 años.
El objetivo del Decreto es "flexibilizar" la oferta académica y facilitar la movilidad estudiantil, adaptando las carreras al modelo que ofrecen algunos países que forman parte del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
La aprobación de la medida no ha estado exenta de polémica. El Consejo de Estado emitió un dictamen sobre el decreto en el que pedía al Ministerio que aplazara la reforma debido a la inestabilidad que puede provocar, ya que el sistema de grados 4+1 terminó de implantarse de forma generalizada en 2010 y las primeras generaciones se graduaron en 2014. Sin embargo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte rechazó esta sugerencia argumentando que "no existe fecha fija para la implantación de estos nuevos grados".
En una entrevista con el diario ABC, José Ignacio Wert, ministro de Educación, ha defendido la reforma porque la considera "enriquecedora" para el sistema universitario, que "amplía los grados de libertad en que se puede mover, introduce un ahorro muy importante para las familias y puede favorecer significativamente la empleabilidad de los estudiantes".
En cambio, algunas universidades se han mostrado disconformes. El Consejo de Estudiantes de la Universitat de Barcelona ha emitido un comunicado en el que afirman que "no nos podemos mostrar favorables a una medida que nace sin diálogo ni consenso". El sindicato ANPE coincide en la "precipitación" de la reforma, puesto que consideran que "la universidad se encuentra todavía en un proceso de adaptación al Espacio Europeo Superior, del que no se ha podido evaluar su impacto, y al que se siguen sumando estudiantes del plan anterior en las universidades".
En cuanto al ahorro que cita el ministro, los estudiantes críticos con la medida consideran que la suma de grados de 3 años y másters de 2 acabarán elevando el coste de los estudios. La Universitat de Barcelona destaca en su comunicado que "un año de máster es más caro que un año de grado. Nada puede garantizarnos que el precio de los másters baje, o que el cuarto año mantenga su precio".
