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La formación en las grandes empresas

Editorial

Explicar el impacto de cada acción formativa y el retorno de la inversión a medio o largo plazo de un curso tiene toda su lógica. Debemos también evaluar la satisfacción de los empleados con la oferta propuesta y las mejoras que ellos mismos puedan sugerir.


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Enric Renau. Editor
La reducción de la inversión en formación que realizan las grandes empresas (-16%) contrasta con el mayor interés en adquirir competencias por parte de la población ocupada y desempleada.

Todos los indicadores de que disponemos nos presentan una disponibilidad social hacia la formación, por que ésta es percibida como un apoyo hacia la empleabilidad y hacia la mejora profesional y salarial.

Esta buena predisposición hacia la formación no ha sido mayoritaria en muchas capas sociales durante muchos años, pero ahora son visibles las colas de parados en las oficinas locales de empleo que persiguen la realización de un curso adecuado para cubrir las competencias que uno pueda no tener.

¿Por qué pues, las grandes corporaciones privadas reducen la dedicación presupuestaria a la formación? La respuesta está, probablemente, en la crisis, obviamente. Pero… ¿es la formación la que tiene que pagar los platos rotos de los malos resultados anuales de una empresa?

Depende del valor que le de a la preparación de los empleados. Si ésta significase una diferenciación en los procesos de innovación, de comercialización, en la internacionalización, en la mejora del producto o del proceso de prestación de un servicio, o en la financiación, o en la estrategia de compras, etc. ¿no sería el gerente o director de recursos humanos de una empresa el primero que querría aumentar el gesto en educación?

Debemos pues, intentar medir el impacto de las acciones formativas y el retorno de la inversión a medio o largo plazo. Debemos también evaluar la satisfacción de los empleados con la oferta propuesta y las mejoras que ellos mismos puedan sugerir.

Oferta formativa no falta. De todos tipos, temas, modalidades y precios. Probablemente se consolidará en el mercado de la formación aquellos centros o empresas capaces de visualizar el resultado concreto del curso propuesto, ya sea en forma de prestigio, de facilidad de encontrar un (buen) empleo, una especialización o potencialidad de desarrollo personal, entre otras cosas.

Enric Renau
Editor

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