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Género y deporte: ¿Por qué existe la tendencia de asociarlo al hombre?

Artículo de opinión


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Adela Fernández Cabello. Profesora de Educación Física. IES "Tierra Estella” (Navarra)
Resumen

En este artículo se quiere responder a la pregunta del título que se hace visible en nuestra sociedad, si bien cada vez con menos fuerza. También quiere plasmar la necesidad de que desde nuestra posición como docentes reflexionemos sobre nuestro comportamiento en el hacer y en el no hacer para contribuir a la ansiada coeducación.

Aborda en un primer punto aspectos de la historia que nos permiten entender la situación actual. Después destaca aquellos obstáculos generales que han dificultado el acceso de la mujer al deporte, incluyendo la influencia del currículo oculto. Finalmente responde en la conclusión al porqué existe esa tendencia y qué podemos hacer para cambiarla.

1. Historia de la mujer en el deporte

Si conocemos la historia de la mujer en el mundo deportivo, entenderemos algunas actitudes, estereotipos y prejuicios que todavía existen.

Desde la antigüedad y en palabras de grandes filósofos como Platón, la mujer ha sido colocada por debajo del hombre y sólo para una finalidad, la maternidad.

Más recientemente, en el siglo XIX la mujer tenía la puerta cerrada al campo de la educación y mucho más al mundo deportivo, únicamente podían acceder las de clase social alta. Pero su educación no tenía como objetivo formar sino instruir normas sociales y de comportamiento.

La finalidad formativa seguía girando en torno a su maternidad y por lo tanto el deporte se enfocaba hacia ese fin: favorecer sus posibilidades como madre, para tener mejores hijos, pero no se pensaba en sus posibilidades ni libertades para disfrutar de su propio cuerpo y relacionarse fuera de casa.

2. Obstáculos para acceder al deporte

Podemos destacar los siguientes obstáculos que responden a la tendencia de clasificar el deporte como algo que pertenece al mundo del hombre:

A. Determinismos biológicos y maternidad

Desde la antigüedad se ha utilizado el discurso de la maternidad y la debilidad de la mujer para relega a un segundo plano sus manifestaciones físicas.

El problema está en utilizar las diferencias biológicas para calificar al hombre como mejor porque es más fuerte. Es decir, el problema reside en hablar en términos absolutos y no en relativos. Así la mujer dentro de sus posibilidades es igual de fuerte que el hombre.

B. Estereotipos

Igualmente durante muchos años ha pesado mucho sobre las mujeres el estereotipo de la feminidad: sensibilidad, autocontrol, elegancia, cooperadoras. Esto las ha apartado de muchas actividades deportivas por ser consideradas como masculinas. Esto coarta la libertad de la mujer como persona ya que parece que es la sociedad la que dictamina cómo tiene que ser y comportarse una mujer.

C. Cambios corporales

Durante la adolescencia la mujer se siente cuestionada por los cambios propios de la edad, se avergüenza y siente rechazo en muchas ocasiones cuando su desarrollo es más precoz y se aleja del canon de belleza que tenemos en la actualidad. Esto se observa en el aumento de los niveles de ansiedad porque a veces reciben críticas y se sienten observadas Y en comportamientos como ocultarse con ropas, utilizar camisetas más anchas e incluso el abandono de la actividad física que pone en evidencia sus cambios. Y no son los cambios los culpables de esta situación sino la reacción social a esos cambios.

D. Aspectos motivacionales

Este apartado se refiere al miedo al éxito en contra de los rasgos de la personalidad que les hace buscar situaciones de desafío en las tienen que competir. Existen investigaciones en la que se decía que las mujeres tenían una menor motivación al éxito y que estaban más motivadas por agradar o por quedar bien. Incluso se enfocó el tema a que cuestionaba su feminidad, ya que podían tener problemas de aceptación con los hombres.

E. Currículo oculto

Y ¿qué ocurre en nuestras aulas? ¿Reforzamos los comportamientos esperados según el género? ¿Nos callamos en situaciones donde se refuerzan los estereotipos? ¿Trabajamos contenidos variados que respondan a todos los intereses del alumnado?

Bien sabemos que el deporte ha sido utilizado de manera meritocrática y androcéntrica y debemos reflexionar en ello para adaptarlo y convertirlo en un medio educativo que contribuya a la coeducación.

El currículo oficial es claramente coeducativo pero en el oculto están escondidas (valga la redundancia) actitudes por parte del profesorado que no ayudan a ver el deporte dentro de su corriente más educativa: "El deporte para tod@s”. Decir que en muchas ocasiones más que actitudes son no-actitudes y así se cumple la frase popular "el que calla otorga”.

3.- Conclusión

Por lo tanto en este artículo contestamos que la tendencia a clasificar ciertas titulaciones como carreras de hombres en el mundo deportivo se debe a los obstáculos comentados que se vienen arrastrando desde la antigüedad y que atienden a aspectos más culturales que científicos.

En cuanto a qué actividades de orientación para evitar esta diferenciación podemos destacar la importancia que en el currículo oficial está tomando la coeducación. Aspecto que debemos ser capaces de llevar a la práctica en el hacer y en el no-hacer y esto nace del puro deseo y convencimiento de la necesidad que existe en nuestra sociedad de fomentar la igualdad dentro de nuestras diferencias.

4.- Bibliografía

Vázquez Gómez, B. (1986): Educación Física para la mujer. Madrid: Consejo Superior de Deportes.

Bowen West, P. (1992): Deporte y mujer. Andalucía: Unisport.

Vrijens, J. (2006): Entrenamiento razonado del deportista. Barcelona: INDE

Puig Barata, N. (1986): El proceso de incorporación al deporte por parte de la mujer española. Madrid: Consejo Superior de Deportes.
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