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El derecho a la educación y la planificación educativa

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Mayte de Agorreta y Josep Miquel Lacasta, Comisiones Obreras (CCOO)
La inmigración constituye uno de los fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos de mayor trascendencia en la sociedad actual.

Nos encontramos delante de una realidad que constituye una nueva dinámica de la sociedad globalizada. Lo que pasa en la escuela es lo mismo que está pasando en la sociedad. La atención al alumnado recién llegado se tiene que enmarcar en una política global que redefina el papel de la escuela en el contexto actual.

La escuela pública tiene que ser el motor de transformación educativa y los centros concertados tienen que asumir, en tanto que centros sostenidos con fondos públicos sus responsabilidades de atención educativa sin ningún tipo de discriminación.

CCOO defiende una escuela abierta a todos, una escuela que garantice los niveles de cualidad educativa disponiendo de los recursos necesarios para afrontar los retos de atender con calidad a todo el alumnado. Para garantizar estas condiciones, CCOO cree necesaria una descentralización de la acción educativa en el territorio y una capacidad normativa y de planificación.

La escuela en su contexto territorial y social.

Los planes de actuación deben tener una doble dinámica: de la escuela al entorno y del entorno a la escuela:

- Planes de acogida escolar: No tienen que ser segregadores. Hay que reforzar los espacios complementarios para el alumnado de incorporación tardía garantizando los aprendizajes de las lenguas y las materias instrumentales para favorecer la inserción en las aulas ordinarias. Los centros tienen que tener capacidad y autonomía para definir formas organizativas de atención a la diversidad adecuadas a su alumnado y a los proyectos propios del centro. La administración educativa tiene que garantizar los recursos adecuados y atender las necesidades educativas específicas.

- Planes de educación y entorno: Deben realizarse con la participación de otros agentes sociales y educativos (Ayuntamientos, servicios sociales, administración educativa…). La convivencia es el eje vertebrador de estos planes que deben tener una dimensión educativa. Los planes de acogida escolar se tienen que situar en el marco de un plan global de actuación en el territorio como garantía para la eficacia de sus proyectos. Esta dinámica debería generar sinergias de actuación y colaboración entre las escuelas y los otros agentes educativos que actúan en el territorio.

Las ratios de alumnos por aula y de alumnos por profesor tienen que reducirse, si se quiere incrementar la atención diversificada e individualizada que precisan todos y cada uno de los alumnos.

La autonomía de los centros permitiría dar respuestas diferenciadas en función de su propia realidad y contexto. Las aulas de acogida tienen que ser un proceso de transición y sus objetivos individuales, con las adaptaciones curriculares y globales de centro, para dar coherencia a la acción educativa que es global.

La acogida es un proceso que implica a todos los agentes educativos y a toda la comunidad. Los planes de acogida pueden y deben definir acciones en el ámbito reglado, horario lectivo. Pero también en el horario no lectivo así como la atención a las familias y la implicación de las AMPAS.

Los planes de entorno tienen que potenciar modelos diferenciados de actuación con la implicación de las administraciones locales y garantizando los recursos. Tienen que tener carácter transversal e interdepartamental.

Compensación social.

La atención específica a los centros que acogen mucha diversidad pasa no solamente por atender al alumnado de nueva incorporación sino también por desarrollar una política de compensación y cohesión social dirigida a todo el alumnado de su entorno.

La Administración tiene que llevar a la práctica medidas de discriminación positiva como:

- Modernización y actualización de las instalaciones y espacios.
- Ampliación de los recursos para funcionamiento, humanos, materiales y económicos.
- Recursos para la adquisición de libros y otros materiales escolares.
- Recursos informáticos.
- Perfiles de profesorado y formación permanente adecuada a la intervención educativa en estos contextos.
- Intervención de otros profesionales educadores que intervienen en el entorno, en las actividades complementarias... en coordinación con la acción de los centros educativos.
- Incremento de becas y ayudas.
- Ayudas globales a los centros para garantizar el acceso de todos a las salidas escolares, servicios de comedor, actividades de verano, colonias...
- Nuevos profesionales para la intervención socioeducativa: Los mediadores culturales.

CCOO cree que la urgencia para implantar nuevos planes y aulas de acogida no es un buen instrumento para la consolidación de procesos duraderos y efectivos.

Para afrontar en condiciones estas nuevas realidades educativas es necesaria la colaboración y la acción coordinada entre los diferentes departamentos de la Administración.

CCOO pide a la administración educativa una política favorecedora de proyectos propios de acogida en los centros en el marco de una política general integradora.
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