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Orientación e Inserción Laboral y Formación en Centros de Trabajo (FCT)

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David Arellano Ayllón. Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad del IES Antonio Hellín Costa. Puerto de Mazarrón (Murcia); Marta Guzmán Escobar. Orientadora Educativa del CEIP Ntra. Sra. de la Natividad de Guadamur (Toledo)
Desde los años 80, los cambios económicos en nuestro país han ido modificando tanto el sistema económico como el productivo y, por tanto, lo mismo ha sucedido con el sistema educativo. De hecho, la crisis económica mundial que se inició en el 2008, al tener su punto de origen en un país desarrollado como los Estados Unidos, y no en países con economías emergentes, produjo en nuestra sociedad cambios aún más abruptos, repercutiendo significativamente en el sistema productivo de nuestro país.

La economía (término griego que significa "administración de una casa o familia"), es la ciencia que estudia los procesos de producción, intercambio y consumo de bienes y servicios de un país. Hasta ahora la economía siempre ha sido cíclica, es decir, combina etapas de expansión con fases de contracción, estas fluctuaciones sucesivas se conocen como ciclo económico. De este modo, y partiendo de estos principios, puede aventurarse que todo descenso culmina en un ascenso y viceversa. En este sentido, y volviendo al tema que nos ocupa, podríamos deducir que al igual que en el empleo, la educación post-obligatoria también constituye un proceso cíclico que acabará regulándose, en gran medida, en función de la demanda laboral del sistema productivo.

Hasta ahora, los aspectos personales para proceder a la elección de unos estudios superiores han estado marcados por cuestiones vocacionales, no obstante y tras hacer un sondeo de la inserción directa relacionada con los estudios cursados, encontramos que entorno a un 45 % del alumnado no logra trabajar en áreas relacionadas con los estudios realizados, lo que consideramos constituye una cifra muy elevada que puede llevarnos a una importante reflexión.

¿Cuánta más y mejor titulación tengamos, mejor será nuestro puesto de trabajo?; ¿debemos elegir nuestro futuro en función de la productividad o de la vocación?, ¿será más sencillo encontrar trabajo estudiando alguna profesión técnica?, ¿cómo podremos adelantarnos al próximo cambio productivo?

Debido a nuestra trayectoria en el ámbito de la orientación académico profesional, tanto a nivel de empleo público como privado, observamos una relación directa entre la competencia profesional y la contratación por parte de las empresas.

Si relacionamos los anteriores datos con las prácticas de Formación en Centros de Trabajo (FCT) de los títulos de Formación Profesional y el practicum propio de las Titulaciones Universitarias, podemos observar una clara tendencia por parte de las empresas a la contratación de personas con mayor experiencia previa respecto de aquellas recién tituladas.

En la actual situación económica, el empresario o empresaria, por lo general, opta por la contratación de personas con menos titulación, pero sí con más experiencia profesional, puesto que viviendo en un momento de máximo dinamismo económico, de adaptación tecnológica, informativa, etc., el sector empresarial aspira a alcanzar el máximo beneficio con el menor coste posible. Este el motivo principal por el que existe una importante tendencia hacia la contratación de personal con menor titulación (menor categoría profesional, lo que se traduce menor gasto en cotización), y mayor experiencia (menos necesidad de invertir en la cualificación recursos propios de la empresa).

Nuestra experiencia como tutores de alumnos y alumnas de prácticas en empresas privadas y entidades públicas, nos lleva a la siguiente conclusión:
  • La Formación Profesional actual se aleja de paradigmas filosóficos y se centra en formación práctica, versátil y aplicable en la vida real.
  • La Universidad oferta una formación distante a la realidad que sirve para adaptarse rápidamente a cualquier sistema productivo relacionado con la titulación, pero que está muy alejada de las demandas directas del mercado de trabajo ya que aporta excesiva formación teórica y escasa formación práctica en entornos reales de trabajo, principalmente aquellas disciplinas menos pragmáticas.
Estos son los motivos principales por los que el alumnado que finaliza sus estudios en la Educación Secundaria Obligatoria empieza a considerar la Formación Profesional como una opción más cercana, asequible y práctica que ofrece altos índices de funcionalidad y empleabilidad en nuestra sociedad actual.

¿Qué es la Formación en Centros de Trabajo?

Los contenidos de la FCT pretenden acercar a su alumnado a las actividades productivas propias del perfil profesional del título correspondiente. La principal característica de esta fase formativa radica en que se desarrolla plenamente en un ámbito productivo real, la empresa, lugar donde los propios alumnos y alumnas pueden observar y realizar las actividades y funciones propias de los distintos puestos de trabajo del perfil profesional para el que se están formando. Al mismo tiempo, esta formación les permite mantener un primer contacto con una organización empresarial, así como con sus correspondientes procesos productivos o de servicios y las relaciones laborales.

De este modo, y tomando como ejemplo una experiencia real, a continuación presentamos lo importante que resulta para una empresa el poder disponer de alumnado que realice la FCT en sus instalaciones de cara a la posterior contratación de recién titulados.

En una empresa de Economía Social de Castilla La Mancha, se necesitaba contratar personal para el desarrollo de un proyecto social concreto. Ante una misma prueba de selección, optaban al mismo puesto Diplomados en Educación Social y Técnicos Superiores en Integración Social dado que ambos perfiles podrían ser idóneos para el adecuado desempeño del puesto. En cuanto a la prueba para la contratación, se optó por plantear un caso práctico real sobre el trabajo que desempeñarían en un futuro si eran seleccionados y una entrevista personal en la que tendrían que efectuar la defensa oral de su caso ante la comisión de selección.

Una vez finalizadas ambas pruebas, y en unos índices próximos al 70% de los casos, los Técnicos Superiores de Integración Social resolvieron los casos prácticos significativa y cualitativamente de un modo más satisfactorio. No obstante, en el caso de la defensa oral, fueron los Diplomados en Educación Social los candidatos y candidatas que obtuvieron mejores resultados hasta en un 60% de los casos.

Ante esta situación, y con motivo de los intereses económicos por los que se rige toda empresa, es decir, mayores niveles de eficacia y eficiencia con el menor coste posible, se optó por la contratación de los Técnicos Superiores de Integración Social con motivo de la viabilidad que caracterizaba a las intervenciones sociales que habían propuesto a través de sus casos con motivo de la experiencia adquirida durante el período de Formación en Centros de Trabajo (FCT) de su Ciclo Formativo.

¿Conclusiones?


Actualmente, los planes de estudio universitarios, al presentar un marcado carácter normativo, carecen del dinamismo que requieren las demandas sociales a nivel empresarial. Por el contrario, la FCT, y por ende, los estudios de Formación Profesional, se ajustan al mercado de trabajo actual aportando al alumnado una relación directa con el producto final, promoviendo en él la capacidad de reacción ante lo novedoso y abriéndole las puertas a las empresas a través de la realización de las prácticas in situ, lo que puede derivar, y de hecho deriva, en contrataciones directas por parte de las mismas.

Esta proyección de futuro hace de la Formación en Centros de Trabajo un interesante aliciente para todo el alumnado que cursa ciclos formativos, puesto que disfrutan de la realidad de un trabajo a la vez que concluyen su formación y obtienen una titulación oficial.

Como reflexión final, sería interesante incidir en la importancia de otorgar a la Formación en Centros de Trabajo altos niveles de calidad por parte de los organismos públicos competentes con el fin de promover y fomentar la contratación del alumnado que, a través de este primer contacto con el mundo empresarial, opta a la inserción laboral directa.

Igualmente, sería interesante incentivar de algún modo a las empresas que participan y colaboran en la realización de la FCT con el fin de conseguir mayor disposición por su parte, lo que redundaría en el incremento de posibilidades para la contratación del alumnado que en ellas participa.
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