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La enseñanza de las competencias como orientación profesional

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Fernando Trujillo Navas. Maestro de Educación Física. Licenciado en Psicopedagogía. Profesor Interino de Educación Física de Secundaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía
En este artículo quiero centrarme especialmente en el alumnado que termina o abandona sus enseñanzas a lo largo de la educación secundaria obligatoria o del bachillerato, ya que es uno de los grupos de población que mayores problemas tienen para acceder a un puesto de trabajo.

Orientación como ayuda a la empleabilidad

La orientación académica y profesional es imprescindible para luchar contra los problemas con los que se encuentran los jóvenes a la hora de buscar su primer empleo.

Los docentes sabemos que hay muchas carencias en conocimientos y sobre todo en habilidades en el alumnado, y desde la administración educativa, y sobre todo desde los centros de enseñanza debemos colaborar en intentar ofrecer al alumnado el mayor número de recursos y de herramientas para poder defenderse en el campo laboral.

Algunas aportaciones que favorezca la adquisición de competencias profesionales son:

- Invitar a trabajadores relacionados con los departamentos de Recursos Humanos de diferentes empresas para que expongan sus políticas de contratación y analicen el perfil de las personas que seleccionan.

- Realizar salidas a empresas (previo concertación con estas) para que el alumnado conozca el trabajo que se realiza en primera persona.

- El papel del tutor debe ser más personalizado con los alumnos y alumnas, aprovechando las horas de tutoría para localizar las carencias a nivel de competencias que tiene el alumnado y diseñar proyectos de trabajo para conseguir alcanzarlas.

- Con el diseño por parte de los departamentos de orientación de los IES en programas de ‘búsqueda de empleo', donde se realicen actividades tales como la confección de sus propios currículos, análisis de sus posibilidades laborales (¿qué sé hacer?¿y dónde puedo trabajar?), preparar futuras entrevistas de trabajo, analizar la falta de conocimientos que necesitaría ser reforzados (idiomas, informática,…).

Competencias básicas según el currículo

Con la LOE, se pretende que el alumnado abandone la enseñanza obligatoria con la adquisición de determinadas competencias básicas, que según el anexo 1 del Real Decreto 1631/2006 de 29 de diciembre son las siguientes:

1. Competencia en comunicación lingüística.
2. Competencia matemática.
3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
4. Tratamiento de la información y competencia digital.
5. Competencia social y ciudadana.
6. Competencia cultural y artística.
7. Competencia para aprender a aprender.
8. Autonomía e iniciativa personal.

La unión de estas ocho competencias básicas permiten al alumnado tener suficientes recursos para la vida profesional, sin embargo hay algunas competencias que influyen más que otras.

La competencia en el tratamiento de la información y competencia digital le va a permitir al alumnado poder conocer y utilizar herramientas tecnológicas de forma autónoma, eficaz y responsable. Ya que hoy en día en la gran totalidad de las ofertas laborales se exige un conocimiento en el uso de ordenadores y de internet, adquiriendo conocimientos para poder solucionar problemas cotidianos de software y de hardware.

La competencia social y ciudadana, va a intentar dotar al alumnado de los conocimientos necesarios del entorno social y ciudadano en el que se encuentra para así poder adaptarse a cada circunstancia, adquiriendo habilidades sociales que le permita resolver los conflictos de intereses, los problemas de convivencia, la adopción de determinadas decisiones.

Desde el punto de vista del empleo, el paso previo a este es la entrevista de trabajo (elemento de gran importancia), y es aquí donde debe desarrollarse esta competencia social, sabiendo por parte del sujeto qué tipo de indumentaria llevar, qué conocimientos mostrar, y en definitiva qué habilidades sociales utilizar.

La autonomía e iniciativa personal es una competencia que debe desarrollarse de forma progresiva a lo largo de la etapa educativa, dándole al alumnado cada vez mayor protagonismo en su aprendizaje, este protagonismo va asociado a su propia autonomía personal. En definitiva lo que se pretende es conseguir personas sociales autónomas, que sepan organizar su tiempo y sus tareas, además de crear y desarrollar sus propios proyectos profesionales a nivel individual o en grupos. Para esto es importante un trabajo que afiance y aumente la autoestima y el autoconocimiento.

Estas son las tres competencias (de las ocho indicadas) que más van a favorecer la empleabilidad de los jóvenes.

A modo de síntesis citar que desde mi punto de vista los jóvenes deben aumentar sus competencias y habilidades sociales y personales para poder dar un primer paso hacia el empleo.

También tienen que saber analizar sus propias posibilidades y limitaciones con el objeto de poder prepararse a través de cursos, talleres, etc para aumentar el abanico laboral y disminuir las limitaciones, ya que en una época como la actual ha mucha competencia en todos los sectores y sólo (y no siempre) los más cualificados son los mejores candidatos a la empleabilidad.
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