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A propósito de la LOE

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Nuria Arís y Francisco Esteban, Profesores del Dpto. de Educación, Universitat Internacional de Catalunya
Nuestra sociedad, dinámica, plural y compleja, exige al sistema educativo significativos cambios para asumir la realidad del presente y los retos del futuro. En la presente coyuntura el acceso y la formación universitaria deberían ser objeto de profundas reflexiones.

En el presente trabajo apuntamos como podría influir lo dicho, en los estudiantes que han de iniciar, por vez primera, su andadura universitaria. El anteproyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE) explica el acceso a la Universidad (articulo 38), en términos de "una única prueba homologada”, a la cual "podrán presentarse todos los alumnos que estén en posesión del título de bachiller con independencia de la modalidad y de las vías cursadas”.

Dicho de otra manera, desaparecen las limitaciones de acceso en función de la modalidad de Bachillerato cursada. Esta formulación es coherente con los nuevos planteamientos de Bolonia donde se definen las titulaciones en términos de pre-grado y post-grado.

Los estudios de pre-grado, bien entendidos, formarán al estudiante en una serie de competencias genéricas y profesionalizadoras, las cuales le permitirán configurar y ser protagonista de su propio aprendizaje. Se pone el acento en que el estudiante sea el protagonista del proceso de aprendizaje, entendiendo que dicho proceso, per se, aporta formación y autoformación, superando de esta manera la opción mas tradicionalista que trata el conocimiento como producto. Ello implica una redefinición del rol del docente y del propio alumno, adquiriendo especial significación de la atención tutorial y las interacciones grupales.

En este sentido, uno de los principales retos de la Educación Superior es el de optar por una visión de futuro que sea compartida por todos, y que guíe la toma de decisiones que vayan más allá de las políticas concretas de cada momento. Consideramos que éstas han comportado, en demasiadas ocasiones, un elevado grado de precariedad en la coherencia y funcionamiento de las instituciones educativas. Damos un voto de confianza a la LOE para que su "despliegue” consiga superar los obstáculos por todos conocidos.

Para ello es preciso situarse en la propuesta consensuada y globalizada que implica la nueva realidad del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que supera los planteamientos individualistas, coyunturales y oportunistas que han caracterizado ciertos momentos del panorama educativo. Difícilmente se puede impulsar la innovación sin una mirada de conjunto y responsable.
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