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La influencia negativa de la televisión

Artículo de opinión

Los niños, los más perjudicados. Los adultos, y los niños más que nadie, sufren el impacto de la televisión de tal manera que acaban adoptando pautas de comportamiento y formas de pensar inducidas, en gran parte, por este medio de comunicación, ya que no estamos preparados para saber ver, escuchar y mirar la televisión.


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Juan Soto Rodriguez, ASETIL-Formación de Educadores.
Hay muchos niños que pasan más horas delante del televisor que en la propia escuela, lo que nos debería llevar a pensar si el tipo de información y educación que reciben de este medio es el más idóneo, sobretodo dado el alto índice de programas "basura" y "reality-shows" al que nos tienen acostumbrados, donde se hace espectáculo del dolor ajeno o se ofrece violencia gratuita.

España es el cuarto país europeo en consumo de televisión, donde el 90% de las personas la ven a diario y el 20% más de seis horas diarias, entre los que están los niños que dedican entre 1.500 y 2.000 horas al año (en la escuela están alrededor de 900 horas). Los niños entre 2 y 3 años están un promedio de 2 horas y media delante del televisor, aunque un 30% lo están entre 3 y 8 horas contemplando sus "programas" preferidos: la publicidad, los dibujos animados y las películas policíacas.

A las 8 de la mañana podemos encontrar una audiencia de 900.000 niños; 3.000.000 entre las 2 y las 3 y 4.000.000 de 5 a 9 de la tarde. No es de extrañar que un niño vea por término medio 10.000 spots al año, convirtiéndose el menor en un sujeto pasivo para el consumo, donde se le vende un mundo irreal donde la felicidad es sinónimo de posesión. La directiva europea sobre radiodifusión televisiva regula aspectos tales como que la televisión no debe fomentar comportamientos perjudiciales para la salud o que se debe adoptar medidas para garantizar que los menores puedan desarrollarse física, mental o moralmente. También la Constitución Española establece la protección del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen del menor; y harto está comprobado que muchos programas dejan serias dudas a este respecto, utilizando la imagen del niño para hacer espectáculo.

Como ejemplo-muestra de la violencia televisiva, basta un ejemplo ilustrativo: En los últimos episodios de Dragonball Z, Son Goku y el villano Freezer protagonizan un combate que dura más de tres horas, llegando la tensión a límites insospechados. Es la invasión de la "Songokumanía" que tantos adeptos ha creado entre los más pequeños. Una vez más los niños asisten "pasmados" al espectáculo de que los "buenos pueden matar y los malos merecen que se les mate".

Las recomendaciones para padres y educadores estarían en la línea de ir fomentando una actitud crítica ante este medio:

-Que los niños vean a televisión acompañados, para ayudarles a desarrollar sus capacidades expresivas.

-Prestar mayor importancia a la relación entre padres e hijos, al diálogo, al relato de cuentos, a la lectura y a los juegos.

-Incorporar los medios de comunicación a la escuela, educando a los niños a la imagen.

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