Los mejores hábitos de estudio para asegurar el éxito académico

¿Qué son los hábitos de estudio?

Los hábitos de estudio son prácticas y rutinas que se utilizan con el objetivo de aprender de manera eficiente y de obtener los mejores resultados en exámenes y ejercicios de evaluación.

La adopción de buenos hábitos de estudio no solo impulsa el rendimiento académico, sino que también promueve el desarrollo de conductas necesarias para afrontar el proceso de aprendizaje con serenidad y confianza a cualquier edad.
 

Hábitos de estudio eficaces

Los siguientes hábitos de estudio son útiles para afrontar diferentes tipos de evaluación o prueba: exámenes de todas las etapas educativas, oposiciones, pruebas de selectividad, pruebas de acceso a las diferentes enseñanzas, etc.

Incorpóralos a tu proceso de aprendizaje y aplícalos con regularidad para sacar el máximo partido a tus horas de estudio y conseguir buenas calificaciones.

Tener presente el objetivo

Todos los exámenes, ejercicios y pruebas de evaluación constituyen un paso más para avanzar en tu itinerario académico, que te llevará a la profesión que deseas ejercer. Para mantener la motivación, recuerda tu meta.

Si necesitas ayuda para definir tu proyecto académico y profesional, puedes utilizar el Test GR de intereses profesionales.

Atender en clase

Un estudio eficaz empieza prestando atención en clase y aprovechando al máximo las explicaciones del docente. Para ello:

• Siempre que sea posible, escoge un lugar cercano al profesor o profesora para sentarte.
• Evita distracciones innecesarias sobre la mesa: ten a mano sólo el material imprescindible.
• Tener unos apuntes legibles y completos facilita el estudio. Utiliza símbolos, diferentes colores y tipos de letra para que sean atractivos visualmente.
• Si te surgen dudas durante la explicación del profesor, plantea las preguntas que te ayuden a resolverlas.

Crear un plan de estudio y establece un horario

Antes de empezar a estudiar, diseña un plan de estudio adaptado a tu objetivo de aprendizaje y a tus circunstancias personales. Con ese fin, conviene que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Organiza el contenido que estudiarás durante los días, semanas o meses que faltan hasta la realización de la prueba, teniendo en cuenta la amplitud de los temas y el tiempo que dedicarás a cada uno.
• Define un horario de estudio intercalando descansos y represéntalo en una agenda o en una herramienta digital como Google Calendar para planificar tu rutina diaria. Intenta seguir el horario con rigurosidad.
• Ten siempre a la vista la planificación en tu espacio de estudio para que sea más fácil seguirla. Si surgen imprevistos que modifiquen el horario, ajústalo para garantizar que dedicas el tiempo necesario a cada tema.

Acondicionar un espacio de estudio

Tener un lugar específico con las condiciones adecuadas para estudiar te permitirá concentrarte y rendir mejor. Tanto si estudias en la biblioteca como si dispones de un espacio de estudio en casa, este debería tener las siguientes características:

• Ordenado. Intenta reducir el ruido visual, ten a mano sólo lo necesario para estudiar: apuntes, ordenador, agenda, lápiz, bolígrafos, libros de texto y de consulta, y calculadora (si es necesario).
• Silencioso. Un ambiente tranquilo te ayudará a concentrarte. Puedes utilizar tapones o auriculares con cancelación de ruido para aislarte de sonidos molestos.
• Bien iluminado. Si tienes luz natural, no debe iluminar de manera directa tus apuntes ni tu pantalla de ordenador. La luz artificial conviene que sea homogénea, sin cambios de intensidad. Si escribes en papel, debe llegar por el lado izquierdo si eres diestro, y por el derecho si eres zurdo.
• Cómodo y ergonómico. La silla debe sujetar tu espalda para evitar malas posturas. El escritorio conviene que sea amplio para que puedas disponer de todo el material necesario. Si lo necesitas, utiliza mesas plegables auxiliares.

Emplear técnicas de estudio

Existen multitud de técnicas que facilitan el aprendizaje y la retención de información:

• Mapas conceptuales
• Subrayado
• Resúmenes
• Esquemas
• Explicación oral
• Etc.

Puedes consultar en qué consisten las diferentes técnicas de estudio, probarlas y aplicar las que sean más útiles para ti.

Descansar

Para aprovechar al máximo el tiempo de estudio es importante afrontarlo con energía y capacidad de concentración. Por eso es conveniente:

• Dormir 8 horas diarias.
• Intercalar pausas cortas durante el estudio para desconectar y moverte un poco.
• En tus ratos libres, practicar meditación, técnicas de respiración o actividades relajantes como yoga, caminar por la naturaleza o pintar.

Cuidar la alimentación y hacer ejercicio

Tu salud física influye en tu rendimiento intelectual. Algunos hábitos que pueden favorecer tus funciones cognitivas son:

• Tener una dieta equilibrada y nutritiva rica en frutas, verduras y legumbres.
• Mantenerse hidratado; conviene beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
• Evitar la ingesta de alcohol y limitar el consumo de tabaco y cafeína.
• Dedicar tiempo a realizar ejercicio. Combina diferentes tipos de entrenamiento y consulta un profesional para adaptar la rutina de ejercicio a tus necesidades.

Evitar distracciones

Reduce posibles distracciones para sacar el máximo partido a tu tiempo de estudio:

• Pon en modo avión o silencia tu teléfono móvil para que no te molesten las notificaciones.
• Pídele a tu familia que respete tu tiempo de estudio para que eviten alzar la voz o escuchar la televisión con un volumen elevado.
• Utiliza tapones para atenuar el sonido que no puedas controlar.
• Usa cortinas en las ventanas para evitar distraerte con lo que ocurre fuera. 

Adaptar la metodología de estudio al tipo de prueba

No todos los exámenes y materias requieren la misma forma de estudio.

• En exámenes de respuestas de desarrollo puedes estudiar el temario con mapas conceptuales y relacionando los diferentes conceptos.
• En exámenes tipo test es importante recordar detalles del temario. Practica con ejemplos de exámenes similares.

Pedir ayuda cuando sea necesario

Si no entiendes algún concepto, no sabes cómo organizar el estudio o te cuesta concentrarte, puedes buscar ayuda en:

• Profesores, para resolver tus dudas sobre el temario.
• Familiares, amigos o compañeros, para explicar el temario y haceros preguntas con el fin de verificar que habéis entendido los contenidos.
• Otros profesionales, que pueden ayudarte con clases de refuerzo, acompañarte en la planificación del estudio o darte apoyo psicológico para gestionar el estrés que puede suponer el estudio.

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