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Estrategias y acciones necesarias para garantizar una educación de calidad e inclusiva en Educación Infantil en tiempos de COVID-19

Artículo de opinión

  • 30/06/2020

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Noelia Ynat López, Maestra en Educación Infantil y Máster en Educación Inclusiva (Comunitat Valenciana)
En un momento en el que todavía no existe una vacuna para el COVID-19, y vemos como se aproxima el próximo curso, nuestra preocupación crece ante el desafío del nuevo curso escolar. Todos tenemos claro que la educación tiene que continuar.  En la etapa de Educación Infantil todavía es más significativo el disponer de unas estrategias y acciones necesarias para garantizar una educación de calidad e inclusiva para el alumnado.
 
Durante el confinamiento hemos realizado un gran esfuerzo para adaptarnos a la situación y luchar por lograr que nuestros alumnos y alumnas siguieran con su desarrollo, a pesar del cierre de los centros. Ahora tenemos que continuar. Aprovechar esta situación y verla como una oportunidad para demostrar que la escuela puede cambiar y reinventarse. Romper con todo lo que no funcionaba anteriormente, abrir la mente. Cambiar nuestra forma de pensar y cambiar los esquemas. Es el momento de probar y experimentar, y aplicar nuevas técnicas, y crear un nuevo modelo de enseñanza.
 
Como afirma Einstein "El mundo como lo hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No puede ser cambiado sin cambiar nuestro pensamiento". Para llevar a cabo este cambio de pensamiento, primero, debemos analizar nuestra actuación durante la pandemia, así como aprender y desarrollar planes de actuación para poder dar respuestas. En este nuevo modelo de enseñanza hay que garantizar la educación atendiendo y haciendo un acompañamiento al alumnado, a las familias, y en general a la sociedad que los rodean.
 
Las estrategias y acciones que consideramos necesarias para garantizar este modelo de enseñanza, así como una educación de calidad e inclusiva para el alumnado de educación infantil, son: la disminución de la ratio, el aumento del profesorado, más aulas, más espacios multifunciones, un sistema de calidad y efectivo de aprendizaje a distancia que llegue a todos los alumnos y alumnas, potenciar las comunidades de aprendizaje, fomentar la educación individualiza, profundizar en la formación del docente y sobre todo creer, apoyar y fomentar la creatividad del profesorado.

Para el inicio del nuevo curso se tendrían que desarrollar protocolos de actuación que garanticen las medidas sanitarias establecidas por sanidad. Para ofrecer seguridad en los centros sobre todo en educación infantil se debería disminuir la ratio y tener profesores de apoyo o talleristas.
 
Los horarios deberían ser flexibles, dar la oportunidad que una parte del alumnado asistiera a primera hora de la mañana al lugar donde realice actividades extraescolares, y luego se traslade al centro y su horario escolar finalice más tarde.
 
"Se debería contar con la posibilidad de abrir la escuela a espacios como bibliotecas públicas, conservatorios, polideportivos, teatros o espacios que estén cerca del centro, y pudieran servir como entornos educativos". 

También, se ha hablado mucho de utilizar todos los espacios posibles del centro, como el comedor, salas de usos múltiples, aulas de psicomotricidad. Pero, además, se debería contar con la posibilidad de abrir la escuela a espacios como bibliotecas públicas, conservatorios, polideportivos, teatros o espacios que estén cerca del centro, y pudieran servir como entornos educativos. O la posibilidad de ofrecer más espacios con la colocación de aulas prefabricadas cerca de las escuelas.

Además, debemos estar preparados, para en caso de un rebrote, poder ofrecer a las familias recursos tanto educativos como de apoyo pedagógico, para que los niños puedan seguir desarrollándose integralmente y cada vez sean más autónomos y responsables de su propio aprendizaje. Por ejemplo, se puede dar a las familias una carpeta con actividades variadas para trabajar todas las áreas, y que puedan ir realizándolas cuando estén confinados y que sea fácil y atractivo para familias y alumnos. Dar un enfoque pedagógico semipresencial diferente. También se podrían organizar videollamadas en las que se pudieran hacer excursiones virtuales, o charlas con profesionales de diferentes campos, o con los abuelos y abuelas de los diferentes alumnos de clase que nos permitiera tener intercambios intergeneracionales. Y así, potenciar las comunidades de aprendizaje. Siempre con la intención de colaborar con las familias para que no se sientan solas a la hora de educar a sus hijos. Un objetivo en este nuevo modelo sería que la escuela se abriera a la sociedad y toda la sociedad se convirtiera en un centro de enseñanza.
 
No debemos olvidar que lo más importante es que el niño o la niña sea el centro de su desarrollo. Para ello, se deben tener en cuenta sus aspectos cognitivos, sociales y emocionales. En Educación Infantil un aspecto fundamental a tener en cuenta serán sus nuevas necesidades emocionales. El niño y la niña son seres sociales por naturaleza. Por ello, como docentes, debemos facilitar diferentes medidas para poder seguir favoreciendo la socialización del alumnado. Debemos tener en cuenta que han pasado mucho tiempo sin estar en contacto con otros niños fuera de su entorno familiar. No podemos permitir que la pandemia con el distanciamiento social fomente las individualidades, los maestros debemos potenciar la conciencia de que todos unidos saldremos adelante. Lo llevaremos a cabo mediante trabajos en grupo, equipos colaborativos, para que el niño y la niña sigan viendo la importancia de pertenencia a un grupo.
 
El curso nuevo es un gran reto. Tenemos que buscar las herramientas para enseñarles comportamientos sociales adaptándose a la nueva realidad, para que sin dejar de lado su manera de ser, tanto cuando estén en el centro, como cuando estén en sus entornos familiares, puedan cumplir con las medidas higiénico-sanitarias. Pero que estos nuevos comportamientos no afecten a su personalidad. En el terreno afectivo, mostrarles y enseñarles que sin tocarse nos podemos demostrar todo lo que nos queremos. Ayudarles a desarrollar las habilidades que necesiten para saber abordar cómo demostrar sus emociones. En Educación infantil tenemos que lograr que el niño se sienta seguro, y la forma de lograrlo es dándole todo el afecto necesario.
 
Para llevar a cabo todos estos procesos necesitamos docentes creativos, capaces de reinventarse, resilientes y comprometidos con la educación; con un profundo desarrollo profesional docente, a través de una formación permanente, que les permita dar respuestas dinámicas a esta nueva realidad educacional.
 
Para ello, nuestro gobierno y nuestra sociedad debe dar prioridad a la educación, para que pueda tener recursos económicos para poder diseñar y llevar a cabo nuevos modelos de enseñanza en nuevos espacios educativos.
La escuela es un motor de transformación social. Por ello, es fundamental ofrecer a nuestro alumnado, los niños de hoy, pero los hombres y mujeres de la sociedad futura, las habilidades y recursos necesarios para que sepan adaptarse y afrontar las dificultades de cada momento. Ahora es el COVID-19, pero en otro momento puede ser otra adversidad, y el niño tiene que saber adaptarse, afrontarlo y saber vivir con ello, y afrontar el mañana.
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