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La formación de postgrado: herramienta de competitividad y diferenciación en el mercado laboral

Artículo de opinión

  • 10/06/2013

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Jorge Isaac Álvarez Rateike. Área Académica de Fundesem Business School (Alicante)
Hoy en día vivimos un momento de difícil coyuntura económica que ha demostrado la fragilidad del mercado laboral en España y en el mundo. Dicha fragilidad ha surgido en gran medida por la poca o incluso nula cualificación y formación del mercado, lo que ha contribuido a dificultar la reincorporación y/o reciclaje de los recursos humanos en diversos sectores económicos.

También el sector empresarial tiene dificultad para encontrar personal cualificado que pueda incorporar mayor valor agregado a sus actividades productivas. Valor agregado que muchas veces puede ser aportado gracias al desarrollo de conocimientos y habilidades surgidas del reciclaje académico y profesional.

Por todo esto en este momento de coyuntura deben ser valorados nuestros objetivos de plan de carrera y vida, en los que la formación forma una parte importante.

Debido a esto, existe en una oferta importante de cursos de grado y de postgrado encaminados a este propósito. Mucha de esta oferta se encuentra altamente especializada y enfocada en áreas muy concretas de la actividad económica. Hoy en día la especialización es la base de la diferenciación a nivel laboral.

Las empresas requieren personal cualificado y especializado que cuente con la formación académica y profesional adecuada y que sepa desarrollar y aplicar dichos conocimientos y habilidad en sus respectivos puestos de trabajo. Aplicación que esperan que tenga una repercusión positiva en su actividad, agilizando procesos y simplificando gestiones.

Remarcar que cuanto más formada y preparada esté una persona, mayor facilidad tendrá para brillar en mercados laborales cada vez más competitivos y sobre todo saturados. La formación aumenta a su vez las posibilidades de encontrar empleo a nivel internacional (sobre todo si esta formación va acompañada del aprendizaje y dominio de otros idiomas), lo que amplía las opciones de contratación y de movilidad laboral dentro y fuera de nuestros respectivos países.

La anterior afirmación se basa en los datos aportados por el estudio realizado por el Strategic Research Center de EAE Business School, estudio que reafirma la importancia de la formación de postgrado como herramienta útil a la hora de buscar empleo.

Sin embargo, todo lo anterior nos hace plantearnos muchas interrogantes, sobre todo relacionadas con los desafíos y las futuras tendencias que tendrá la oferta educativa. Dichos desafíos y tendencias se deben centrar en una sola palabra: PERSONALIZACIÓN. Me refiero así a la capacidad de agregar características únicas a la oferta de postgrado que la haga mucha más atractiva y la diferencie del resto de la oferta existente. Aspectos como tiempo, oficialización, desarrollo de habilidades, cursos sello (propios), movilidad o presencialidad pueden llegar a ser factores de suma importancia a la hora de decidir por qué un postgrado es el más adecuado (decisión del futuro estudiante) y a qué persona se debe contratar (decisión de la empresa).

La oferta de hoy en día y del futuro en relación a estudios de postgrado debe centrar sus esfuerzos en una mayor especialización, en la actualización de los programas de estudio y en el desarrollo de herramientas de trabajo y habilidades. Todo esto con la finalidad de hacer que los recursos humanos estén mejor preparados y logren competir adecuadamente en un mercado laboral cada vez más competitivo y dinámico.

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