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"La codicia y el objetivo de ganar dinero rápido sin demasiados escrúpulos han tenido bastante que ver con los orígenes de la crisis"

Entrevista

  • 25/06/2012

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Entrevista a Oriol Amat. Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Pompeu Fabra y Consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores
François Collin, director ejecutivo de CEMS (Global Alliance Management Education), destaca tres modificaciones esenciales que han tenido lugar en la enseñanza que imparten las escuelas de negocios: se le da menos importancia a la modelización, a las técnicas cuantitativas; se da mayor carácter social a la empresa y se pone en tela de juicio que su única misión sea generar valor para el accionista. ¿Cree que ha cambiado el perfil de empresario debido a las necesidades de la sociedad actual?

A menudo se piensa que el cambio es algo reciente, pero la humanidad siempre ha vivido en un entorno de transformación continua. Heráclito de Éfeso ya dijo en la Antigua Grecia su famosa frase: "Todo cambia, nada permanece". Y Paul Valery dijo hace más de sesenta años que "El principal problema de nuestro tiempo, es que el futuro ya no es lo que era". Lo que sí es cierto es que la velocidad del cambio es cada vez más acelerada. Esto obliga a las personas y empresas y, por supuesto, a los empresarios, que quieren avanzar a adaptarse al ritmo de los cambios y a reinventarse continuamente. Aspectos con interés creciente, en este sentido, serían el perfil internacional (y no sólo el dominio de idiomas, sino la predisposición a viajar, el network internacional, etc.), el dominio del mundo 2.0, las soft skills (comunicación, liderazgo, coaching…).

¿Cuál es el perfil de un emprendedor de éxito hoy en día?

Los emprendedores que consiguen crear empresas competitivas, que crean empleo y generan beneficios suelen apostar por aspectos tales como las personas, la innovación, la calidad, la internacionalización, la orientación a las necesidades de los clientes y la consecución de objetivos a largo plazo, en lugar de la rentabilidad a corto plazo. Además, son personas que tienen un sueño y la valentía de lanzarse a la piscina. Teniendo en cuenta las dificultades que tienen muchas empresas al nacer, ya que lo normal es pasarse entre tres y cuatro años teniendo pérdidas, es muy importante que ayudemos a los emprendedores con financiación y aligerando los trámites burocráticos, que son muy lentos y costosos en nuestro país. En España, por ejemplo, se tarda unos sesenta días en crear una empresa y cuesta unos tres mil euros, mientras que en otros países europeos se puede crear en quince minutos y por internet

¿Cree que es necesario impulsar de la vocación emprendedora entre los jóvenes, tal y como se quiere llevar a cabo en Catalunya con la asignatura optativa de emprendeduría en la ESO?

Por descontado. Nuestro país no está nada mal en vocación emprendedora, pero en estos últimos años deberíamos crear más empresas. Una parte de la juventud asume este tipo de retos, pero otra parte importante quizás es menos proactiva, por lo que hay que hacer más esfuerzos para fomentar la vocación emprendedora. Quizá sería bueno coordinar esta iniciativa con la pretensión del Plan de Educación Financiera que impulsan el Banco de España y la CNMV de introducir una asignatura de educación financiera en la enseñanza secundaria obligatoria (ESO).

¿Qué importancia tiene la innovación en el contexto empresarial? ¿Cómo podemos favorecerla entre los empresarios?

Las investigaciones sobre las características de las empresas exitosas, destacan la innovación como uno de los factores claves de éxito. La innovación no afecta solamente al desarrollo de productos y la producción; sino también a cualquier área de la empresa, como puede ser la administración, la comercialización, la logística o el servicio post-venta, por ejemplo. Para promover la innovación existen muchas alternativas, además de la formación, como pueden ser el viajar, la asistencia a ferias y eventos internacionales, escuchar a los clientes internos y externos...

En cuanto a la formación, ¿considera que la formación en MBA dota a los estudiantes de las competencias necesarias para acceder con éxito al mercado laboral?

Depende de cada caso. Hay instituciones que consiguen resultados excelentes gracias a que sus programas están muy enfocados hacia este tipo de objetivos. Y, además, cuentan con servicios de apoyo fundamentales como bolsa de trabajo, ferias de empleo, actividades de networking, prácticas en empresas, asociaciones de antiguos alumnos...

¿Qué papel tienen las escuelas de negocios en el desarrollo de un nuevo modelo empresarial y económico?

Las escuelas de negocios, conjuntamente con las facultades universitarias y otras instituciones del sistema educativo, desarrollan un papel fundamental. En la medida en que transmitan valores y actitudes, además de conocimientos; y siempre que fomenten la apuesta por las personas, por la responsabilidad social corporativa, la innovación, la internacionalización.

¿Son necesarios nuevos valores y métodos para formar a los empresarios en un contexto de incertidumbre?

Por supuesto que sí. La crisis económica en la que nos encontramos ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar nuestro sistema de valores. Sin duda, la codicia, el objetivo de ganar dinero rápido sin demasiados escrúpulos y temas similares han tenido bastante que ver con los orígenes de la crisis actual. Hoy más que nunca tienen validez valores basados en objetivos más a largo plazo, en la solidaridad y en la apuesta por las personas.

¿Cree que las escuelas de negocios han introducido cambios en su formación, oferta, etc. para adaptarla a la situación socio-económica actual?

En algunos casos, se han adaptado los programas para conectar más con las nuevas necesidades de formación. Sin embargo, los elevados niveles de paro ponen de manifiesto que queda mucho por hacer en la promoción del espíritu emprendedor y en el fomento de la proactividad.

¿Las escuelas de negocios tienen en cuenta o deberían tener una visión más humanista de la empresa en su formación?

Creo que el incremento del peso de las humanidades en los currículums es un reto en la mayoría de las escuelas de negocios. Un directivo que tenga una buena base en materias como filosofía, psicología o sociología, por ejemplo, es muy posible que esté mejor preparado para hacer frente a los retos con los que se va a encontrar. Las matemáticas y otras materias técnicas son fundamentales, pero por sí solas pueden ser insuficientes para resolver la mayoría de las situaciones complejas.

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) supone un nuevo enfoque en la dirección de las organizaciones. ¿Qué características debe tener un/a empresario/a para poder dirigir una organización de forma más justa y sostenible?

Posiblemente, es fundamental que se priorice a las personas (empleados, clientes...) y a la colectividad, por encima de todo. Esto no significa que se tenga que olvidar a los accionistas, ya que aportan financiación imprescindible para la empresa. Todos los stakeholders tienen su importancia.

Los jóvenes son los futuros empresarios, ¿Cree que es necesario mostrar la ética y los valores imprescindibles para la creación y gestión de una empresa responsable en la educación secundaria o el bachillerato?

La escuela es clave, pero es sólo una parte del proceso de formación de los futuros empresarios. También es decisivo el papel de las familias, de los medios de comunicación, de los políticos, de los líderes de opinión y de todos aquellos que transmiten valores y que pueden servir como referentes. Los problemas que puede ocasionar la falta de ética, nos e solucionan con una asignatura de ética en la escuela. Los valores y principios éticos deberían impregnar los programas de la mayoría de asignaturas.
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