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Superdotación y altas capacidades en el sistema educativo

Artículo de opinión

Un 2% de la población tiene un cociente intelectual superior a 130 con capacidades cognitivas por encima de la media. El potencial intelectual de estas personas debería ser una ventaja y un rasgo diferencial de calidad para la sociedad, pero a menudo, en lugar de valorar esta capacidad y convertirla en valor añadido, el sistema educativo, las familias y el profesorado no saben qué tipo de estímulos deben ofrecer a los superdotados para lograr un óptimo desarrollo de su inteligencia.


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Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
El monográfico 172 sobre Superdotación y Altas capacidades de Educaweb.com recopila artículos de los expertos en la materia, que nos muestran sus teorías relacionadas con la educación del alumnado superdotado y sus opiniones sobre cómo responden el sistema educativo y los centros a las necesidades de estos niños.

Superdotación y altas capacidades. ¿Cómo detectarlas?

Antes de profundizar en la respuesta a las necesidades educativas de los niños superdotados o con talento es importante definir los conceptos básicos. Teniendo en cuenta la información que podemos extraer del artículo de Leticia Félix Flecha:

- Alumnado con altas capacidades: estos niños tienen una inteligencia superior a la media y constituyen entre el 15 y el 20% de la población. Son personas muy creativas y motivadas por aprender cosas nuevas.

- Alumnado talentoso: se pueden considerar dentro de este grupo entre un 5 y un 10% de la población. Se trata de personas que muestran aptitudes y habilidades especiales hacia un ámbito concreto (artístico, verbal, matemático…)

- Superdotados: Representan entre un 1 y un 2% del grupo de alumnado de altas capacidades. El superdotado puede destacar intelectualmente en varios ámbitos porque tienen una capacidad intelectual muy por encima de la media.

Para detectar un niño con altas capacidades es importante que familias, profesorado y centros educativos estén alerta a sus características y habilidades.

Aunque los padres no suelen ser objetivos respecto a la inteligencia de sus hijos, si se tiene la sospecha de que el niño o niña es superdotado existen una serie de indicadores que generalmente los caracterizan: dominio del lenguaje a edades tempranas, facilidad para memorizar y aprender rápidamente, interés por conocer cosas nuevas, creatividad e imaginación, alta sensibilidad e incluso desajustes emocionales, etc. A partir de aquí, los especialistas son quienes deben realizar pruebas psicométricas para determinar su cociente intelectual.

Para el profesorado, a menudo resulta difícil detectar un niño superdotado o con altas capacidades. No debemos olvidar que estos niños pueden llegar a "esconder” sus habilidades para encajar mejor en el grupo clase o presentar comportamientos que pueden confundirse con algún trastorno como por ejemplo la hiperactividad. Por eso, aunque presente un rendimiento escolar pobre, un superdotado puede mostrar indicios como originalidad, destreza y habilidad para resolver problemas, alta fluidez verbal, excelente memoria, curiosidad, etc.

De todos modos, la identificación definitiva de las capacidades debe hacerla un profesional a través de tests de inteligencia e informes psicológicos. Si no se confirman los diagnósticos, difícilmente se les podrá ofrecer una educación adaptada a sus necesidades.

Los superdotados en el sistema educativo

Los superdotados son considerados como alumnado con necesidades educativas especiales porque tienen derecho a una respuesta educativa adecuada a sus particularidades. La LOE así lo contempla pero, ¿qué ocurre en los centros educativos? ¿De qué forma pueden dar respuesta a estas necesidades? ¿De qué recursos disponen el centro y el profesorado a la hora de enfrentarse a esta situación?

Generalmente, la solución cuando se detecta un niño superdotado en el aula y se quiere potenciar su inteligencia es adelantarlo de curso, ofrecerle alternativas que complementen las clases regladas o bien matricularlo en un colegio específico para niños con altas capacidades. Sin embargo, no existe unanimidad entre los expertos en altas capacidades sobre qué se debe hacer a nivel escolar para lograr un correcto desarrollo intelectual, la integración con el resto de compañeros y un equilibrio emocional adecuado.

De la misma forma que no se teme a la diferencia cuando se trata de preparar adaptaciones curriculares para alumnado recién llegado a nuestro país o con algún tipo de dificultad educativa, no se debe querer homogeneizar al alumnado que destaca intelectualmente.

Los expertos coinciden en señalar que la falta de respuesta a estas necesidades educativas puede conducir al fracaso escolar. Paradójicamente, un niño con unas altas capacidades intelectuales, con una gran creatividad y con un potencial extraordinario no encaja en la escuela y en muchos casos, acaba abandonando los estudios por falta de motivación hacia el estudio.

Ignacio Pérez sugiere en su artículo que una forma de lograr el desarrollo óptimo de las capacidades de un superdotado en la escuela y fomentar su integración social es a través de las TIC. Otras alternativas que podrían ser viables para la formación de los superdotados es la flexibilización del periodo escolar, las actividades extraescolares, una adaptación curricular en las materias que le resultan más motivadoras, etc.

El profesorado tiene un peso muy importante en lograr que el alumnado con altas capacidades no pierda el interés y desarrolle positivamente sus habilidades. Pilar Sánchez Álvarez, en su artículo, propone una serie de medidas educativas que el profesorado puede aplicar cuando se encuentra con alumnado con altas capacidades. Entre otras, destacan:

- Tratar al alumno/a como uno más, de la forma más normalizadora posible, aunque teniendo en cuenta sus particularidades.

- Asumir las capacidades del alumno/a con naturalidad, evitando actitudes contrarias a su integración.

- Conocer al alumno/a antes de pedirle o exigirle algo: Observar su comportamiento, capacidades,... y actuar en consecuencia.

- Tener buena predisposición a hacer las oportunas adaptaciones curriculares para posibilitar o facilitar el aprendizaje a los alumnos.

- Mantener un contacto frecuente con las personas (docentes o no) que inciden directamente sobre el alumno/a.

Así pues, los expertos en educación deberíamos tener en cuenta que no se trata de dar una educación especial a los superdotados, sino específica. Se trata de fomentar la educación favoreciendo las inquietudes de este tipo de alumnado y complementando su paso por la escuela con otras actividades de su interés. En el caso de los superdotados, es importante respetar su iniciativa, apoyarles, estimularles y potenciarles académicamente si ellos lo requieren, sin olvidar que sus características personales les hacen independientes y autodidactas.

Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
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