Considero que la Formación Profesional comprende las actividades y programas que preparan para el desarrollo de las distintas profesiones, desde las más elementales y básicas hasta las de mayor nivel y complejidad científica y técnica. Este proceso formativo se debe mantener a lo largo de toda la vida, pues la investigación, el desarrollo y la innovación obligan a una adecuación y actualización permanentes.Si nos centramos en la preparación de los jóvenes desde planteamiento reglados, regulados por las autoridades educativas, la Formación Profesional Superior tiene como finalidad su capacitación para el desempeño cualificado de las distintas profesiones, proporcionándoles una formación polivalente que les permita adaptarse a las modificaciones laborales que pudieran producirse a lo largo de su vida.
La incorporación a los estudios profesionales superiores exige la superación del Bachillerato, lo que acredita una preparación científico-cultural suficiente para un seguimiento satisfactorio de las distintas asignaturas que conforman las respectivas titulaciones de técnico superior.
Estas enseñanzas post-secundarias son, por tanto, de carácter superior. Coinciden con las universitarias en la preparación científico-cultural exigida, a excepción de la superación de la prueba de acceso, y su carga lectiva de 2000 horas, equivalentes a 200 créditos, es análoga a la de las diplomaturas universitarias. Se diferencian de la formación universitaria en la menor incidencia de los contenidos teóricos y la mayor importancia de la adquisición de las competencias profesionales, así como la incorporación de una asignatura o módulo de prácticas, conocida como Formación en Centros de Trabajo (FCT).
Es destacable la importancia de la participación e implicación de las empresas e instituciones para el desarrollo del módulo de Formación en Centros de Trabajo, siguiendo el programa formativo establecido, bajo la coordinación de los tutores de la empresa y del centro docente. La trascendencia de este módulo radica, por una parte, en la oportunidad que tiene el alumno de desarrollar y acreditar en un entorno real de trabajo las competencias y capacidades adquiridas en las aulas, laboratorios y talleres del centro docente. Así mismo, desarrollará las cualidades para su adaptación a una estructura jerarquizada, su incorporación a los equipos de trabajo y su disponibilidad para la mejora de los proyectos en los que participe.
Por otro lado, la permanencia del alumno durante, al menos, tres meses, constituye para la empresa un eficaz proceso de selección que habitualmente conduce a la inmediata incorporación del alumno a un puesto de trabajo de perfil concordante con la preparación adquirida.
La proyección de futuro de los técnicos superiores se puede observar desde dos vías compatibles: su incorporación a un puesto de trabajo adecuado, que para la mayor parte de las titulaciones es inmediata y la continuidad en su proceso formativo, accediendo a licenciaturas o diplomaturas con las que existe correspondencia y, además, un reconocimiento de créditos convalidados en un elevado número de universidades españolas.
Considero que la Formación Profesional Superior tiene razón de ser en sí misma, constituye un excelente cauce para la realización profesional de los jóvenes españoles y goza de un reconocimiento social creciente aunque todavía no satisfactorio.
Por último, debo significar que la preparación de los alumnos se vería claramente reforzada si en todas las titulaciones se exigiera un nivel adecuado de la lengua inglesa y la realización de un trabajo global comprensivo que tuviera que ser presentado y defendido por el alumno en público. De este modo, se fomentaría la capacidad de análisis y síntesis, los niveles de expresión oral y escrita y el manejo de las herramientas utilizadas en las presentaciones habituales en el ámbito empresarial.
