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Plantemientos del modelo de formación on-line: Lo que determina la satisfacción del alumno virtual

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Itziar Portillo, Área de Coordinación Pedagógica de Centro de Estudios Adams
Los modelos virtuales de formación, impulsados por el vertiginoso avance de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, están siendo objeto de debate en cuanto a su eficacia y, sobre todo, respecto a su viabilidad como alternativa pedagógica a los sistemas tradicionales de enseñanza.

La cuestión de base radica en si el modelo virtual constituye realmente un sistema novedoso de enseñanza, o en sí, dicho modelo, no va más allá de dotar al modelo tradicional de una plataforma tecnológica, lo más sofisticada posible, y que en ningún caso contempla la necesidad de descubrir y diseñar nuevos métodos didácticos.

La formación on-line no es un mero canal de distribución de conocimientos, sino que implica una nueva forma de enseñar que incorpora, en su modelo, la presencia activa y determinante del alumno que ahora participa de lleno en su propio proceso de aprendizaje, interviniendo en él, y que depende de él, de su responsabilidad frente al estudio y de sus necesidades de formarse y aprender.

Lo virtual y lo presencial no son categorías de un mismo modelo de enseñanza, sino modelos diferentes que dan lugar a metodologías diferentes y herramientas didácticas distintas. De ahí que su eficacia se deba comparar dentro de sus respectivos marcos, de su propia entidad, y no como alternativas o formatos englobados dentro de un mismo modelo o sistema de enseñanza. Lo contrario sería como comparar la eficacia de la radio con la televisión. Son medios distintos, que requieren contenidos distintos y que atrapan al oyente o al espectador a través de mecanismos distintos.

Las empresas que proveen al mercado de formación on-line, no deben perder de vista que la formación virtual es algo más que crear pantallas de texto en lenguaje html; o crear plataformas tecnológicamente tan sofisticadas que el contenido se diluya entre rutilantes efectos sonoros y de animación.

Porque la formación virtual nace de la fusión entre la Tecnología y la Pedagogía, y como producto resultante, su esencia es más que la suma de estos dos campos: es un concepto nuevo y revolucionario que responde exactamente a las necesidades de una sociedad que incorpora, a un ritmo vertiginoso, nuevos instrumentos tecnológicos a todas las facetas fundamentales de su vida, desde la personal, a la laboral, la social y, por supuesto, la educativa.

Conscientes de este reto, en Adams concebimos la formación on-line en el marco de un nuevo sistema de enseñanza, con un enfoque que es eficaz desde el momento en que cada curso y cada aula virtual es fruto del esfuerzo y del trabajo de un equipo multidisciplinar que concibe y desarrolla, desde el conocimiento y la experiencia, cada una de las piezas que conforman el nuevo sistema: expertos, diseñadores, programadores y, por supuesto, pedagogos, trabajan en estrecho contacto y coordinación para que cada una de las creaciones resultantes satisfagan las expectativas de los alumnos que confían y se acercan a este nuevo modelo de enseñanza y aprendizaje.

Como expertos en formación, conocemos los factores esenciales sobre los que se debe construir cualquier proyecto formativo, tanto en su modalidad presencial como en su modalidad virtual. Tampoco somos ajenos a las voces que claman ante la hipotética desaparición de la formación presencial, ni a las visiones apocalípticas que auguran, con pesimismo, la total sustitución de la figura del profesor por la "fría máquina”. Un modelo sustituye a otro cuando, formando parte de un mismo sistema, el segundo dejar de ser eficaz, útil en el sentido operativo del término, incapaz de adaptarse a los nuevos condicionantes sociales y del entorno. Nosotros sabemos que no asistimos a la desaparición de un modelo, sino que estamos siendo protagonistas del nacimiento de otro distinto. El panorama que esto nos ofrece es alentador, porque nos ofrece la visión de ambos modelos avanzando en paralelo, e incluso, en ocasiones, fundiéndose y materializándose en la modalidad semi-presencial, aquella que se ha venido en denominar "tercera vía”.

Cuando la empresa no pierde de vista que el objetivo de la formación que ofrece es la satisfacción del alumno, y más allá de eso, que el objetivo es que el alumno realmente aprenda, y aún más allá de todo ello, que su misión es proporcionar al alumno las herramientas necesarias para obtener el aprobado que le permita llevar la vida que desea llevar, y realizarse, se está enfrentando a un reto muy serio que le exige, y le exigirá, diseñar herramientas educativas realmente adaptadas a las necesidades del estudiante y que sean eficaces en el entorno social y tecnológico en el que se éste se desarrolla y vive.

Resulta, pues, imprescindible ser conscientes de que, ahora, la tecnología es un medio a través del cual fluye la formación y que, por lo tanto, el contenido y la metodología se deberán redefinir en su diseño con el fin de poder adaptarse a este nuevo canal. Lo contrario da lugar a cursos virtuales de espectaculares efectos cuyo aporte pedagógico es nulo y que, siendo incapaz de conseguir que el alumno aprenda, únicamente son capaces de generar en éste sentimientos de insatisfacción, frustración y desánimo.

Todo ello, nos lleva en Adams a confiar y a apostar por el futuro de esta nueva modalidad formativa, cuyo marco teórico estamos construyendo en tiempo real y entre todos - investigadores, docentes, pedagogos, equipos de desarrollo y alumnos -, con una agilidad, y a una velocidad, como no se han vivido antes en la historia de la enseñanza.

El número de alumnos del Campus Virtual Adams nos permiten ilustrar y reafirmarnos en nuestro planteamiento: más de 17.000 personas se han matriculado en alguna de nuestras aulas virtuales desde el año 2001. Anualmente son unas 9.000 las personas que siguen algún curso de formación (oposiciones y cursos) a través de nuestra plataforma on-line.

Todos ellos confiaban, y confían, en este nuevo sistema de enseñanza. Desde 1989 más de 33.700 alumnos han conseguido su objetivo: aprobar una oposición, muchos de ellos preparándose a través de nuestro Campus Virtual.

Son todos estos datos que nos confirman la viabilidad de nuestro modelo frente a los que no ofrecen respuesta a las necesidades de enseñanza o a los que, en definitiva, no son capaces de generar satisfacción por cuanto no se conciben desde un marco pedagógico y didáctico que sólo se puede construir y diseñar desde el profundo conocimiento del proceso de aprendizaje que lleva a cabo el ser humano.
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