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La Universitat Autònoma de Barcelona crea el Campus Ítaca, un proyecto socioeducativo para estudiantes de ESO

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Un 70% de los estudiantes que acceden a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) provienen de familias cuyos progenitores tienen estudios universitarios. Marina Subirats, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y profesora de la UAB, concluye en uno de sus estudios que a la hora de transmitir conocimientos la herencia cultural es más importante que la económica, y que si los padres tienen estudios superiores es más fácil que sus descendientes los tengan.


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La Vanguardia
La prueba es, según dichos estudios, que sólo el 5% de los estudiantes cuyos padres han hecho hasta primaria han acabado sus estudios universitarios.

Si a todo eso sumamos que Lluís Ferrer, rector de la UAB, está convencido de que la universidad tiene un compromiso con la sociedad, que debe estimular a los estudiantes que tienen capacidad para el estudio pero viven en un entorno familiar y social poco propicio para seguir sus estudios, y que hay que poner los medios para que la sociedad del conocimiento no sea excluyente, el resultado es el Campus Ítaca. Se trata de un programa socioeducativo, dirigido a estudiantes de tercero de ESO -15 años- que este año celebrará su prueba piloto del 1 al 10 de septiembre.

Basado en la experiencia de la University of Strathclyde de Glasgow, en la que ya participan más de 1.000 estudiantes de 130 IES de 13 municipios de Escocia, el Campus Ítaca, totalmente gratuito con transporte incluido, se pone en marcha este año con 40 alumnos -20 chicas y 20 chicos- de cinco IES del Vallès, que se organizarán en grupos de diez. Cada uno tendrá un tutor o tutora, jóvenes licenciados o estudiantes en el último año de universidad que ya han trabajado con adolescentes. Su jornada académico-lúdica consistirá en talleres de competencias transversales -habilidades de comunicación, resolución de problemas-; charlas debate sobre asuntos relacionados con la educación de los valores, y realización de un proyecto. El último día, los padres asistirán a la presentación del proyecto de sus vástagos.

Ferrer explicó que se dirige a estudiantes de 3.º de ESO porque "es un momento crítico. Sólo les falta decidir si siguen o no estudiando. Si al final de 4.º de ESO no se han convencido, ellos o sus padres, de que quieren seguir adelante es difícil que después se reenganchen. La exclusión social opera más en 3.º y 4.º que en bachillerato”.
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