¿Qué es un Médico internista?
El médico o la médica internista es el profesional de la medicina especializado en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades de personas adultas que afectan simultáneamente a varios órganos o sistemas o que presentan un cuadro clínico complejo.
Lleva a cabo su trabajo principalmente en el ámbito hospitalario y se centra en ofrecer una atención integral a pacientes pluripatológicos y plurisintomáticos.
La intervención del médico internista es esencial en aquellos cuadros clínicos que requieren una visión global y coordinada de diferentes especialidades médicas.
Los internistas pueden ejercer en hospitales, unidades de hospitalización, consultas externas, servicios de urgencias, hospitales de día o centros sociosanitarios.
Además, pueden desarrollar tareas de docencia, investigación clínica y gestión sanitaria.
La medicina interna es una profesión regulada. Para ejercerla es necesario cursar el Grado en Medicina. Finalizados estos estudios, se deberá realizar la formación MIR (Médico Interno Residente) y optar por la especialidad de medicina interna.
Funciones de un Médico internista
Las funciones de una internista son:
- Realizar valoraciones clínicas integrales de los pacientes, atendiendo a los síntomas y signos de enfermedades que afectan a múltiples órganos o sistemas del cuerpo humano.
- Solicitar pruebas necesarias para el diagnóstico como estudios de imagen, ecografías o endoscopias.
- Realizar diagnósticos precisos de patologías complejas o de origen incierto, utilizando la exploración física y pruebas complementarias.
- Analizar e interpretar resultados de pruebas como ecocardiografía, analíticas, resonancias magnéticas o pruebas funcionales.
- Coordinar la atención de pacientes con enfermedades pluripatológicas o de difícil clasificación, garantizando un abordaje integral y coherente.
- Coordinar el tratamiento con diferentes profesionales médicos y de servicios de enfermería para una atención integral del paciente.
- Diseñar y supervisar planes de tratamiento individualizados, tanto farmacológicos como no farmacológicos, adaptados a las características de cada paciente.
- Realizar el seguimiento clínico hospitalario o ambulatorio de pacientes con enfermedades crónicas o sistémicas.
- Detectar y prevenir complicaciones derivadas de tratamientos, interacciones entre fármacos o entre enfermedades.
- Promover y mantener la continuidad en la asistencia de los pacientes entre la atención hospitalaria y primaria, garantizando el traspaso de información del paciente.
- Comunicar el diagnóstico y tratamiento recomendado a los pacientes y familiares de forma clara y comprensible, dando respuesta a cualquier duda planteada.
- Colaborar en la formación de médicos residentes, estudiantes de medicina y otros profesionales sanitarios, fomentando la visión integral del paciente.
Perfil profesional de un Médico internista
Intereses
Las personas que ejercen la especialidad de medicina interna suelen tener los siguientes intereses:
- Comprender en profundidad el funcionamiento global del organismo y la interacción entre los distintos órganos y sistemas.
- Acompañar a pacientes con patologías crónicas o múltiples enfermedades simultáneas, proporcionando una atención continuada e integral.
- Colaborar con otros especialistas y profesionales sanitarios para ofrecer un enfoque completo.
- Mantenerse actualizado en los avances médicos y científicos que afectan a múltiples áreas de la medicina.
Competencias
Un médico internista debe contar con diferentes habilidades, conocimientos y competencias técnicas:
- Conocimiento amplio de los diferentes sistemas del cuerpo humano, anatomía, biología, fisiología y fisiopatología.
- Conocimiento profundo de las enfermedades más frecuentes de personas adultas, especialmente aquellas que afectan simultáneamente a varios órganos o sistemas.
- Identificación de las pruebas médicas necesarias para realizar un diagnóstico en cada caso.
- Capacidad para realizar exploraciones clínicas completas y sistemáticas, identificando signos relevantes en pacientes pluripatológicos.
- Dominio de los procedimientos diagnósticos básicos, como punciones, drenajes, ecografía clínica o técnicas de monitorización.
- Conocimiento actualizado de farmacología clínica, incluyendo interacciones, efectos adversos y uso seguro de medicamentos en pacientes complejos.
- Habilidad para actuar ante urgencias médicas y en la estabilización inicial de pacientes críticos.
- Dominio de los principios de ética profesional en el ámbito clínico, incluyendo la confidencialidad, el consentimiento informado y el respeto a la autonomía del paciente, especialmente en situaciones de vulnerabilidad o final de vida.
- Competencia en la toma de decisiones en contextos de incertidumbre clínica, priorizando el razonamiento clínico y la seguridad del paciente.
- Dominio del lenguaje clínico necesario para elaborar historiales médicos, informes de alta y otros registros en el sistema sanitario.
Además, es conveniente poseer las siguientes competencias transversales:
- Análisis y resolución de problemas.
- Trabajo en equipo.
- Planificación y organización.
- Liderazgo.
- Aprendizaje permanente.
- Escucha activa.
- Toma de decisiones.
- Inteligencia emocional.
Rasgos de personalidad
Por otro lado, los aspectos de personalidad que caracterizan a estos profesionales son:
- Meticulosidad.
- Tolerancia al estrés.
- Paciencia.
- Constancia.
- Amabilidad.
- Empatía.
- Motivación.
- Prudencia.