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Descripción
Los correctores de pruebas examinan las publicaciones para comprobar que no haya errores antes de mandarlas imprimir o de que aparezcan online. Marcan dónde se ha cometido algún error, por ejemplo, de ortografía, gramática y puntuación. Por lo general, trabajan solos y con frecuencia desde casa.
Funciones
Los correctores de pruebas trabajan con una gran variedad de materiales, entre los que figuran libros, revistas, folletos, informes, sitios web y revistas académicas.

Tradicionalmente, los correctores de pruebas reciben la obra de un escritor después de que se haya realizado la revisión de estilo con preparación del original y se haya mecanografiado. El corrector confronta las pruebas de imprenta con la versión revisada, línea por línea, asegurándose de que el tipógrafo ha seguido correctamente las marcas del revisor de estilo.

Sin embargo, la corrección de pruebas se hace a menudo "a ciegas"; es decir, el corrector no tiene una versión revisada para comparar. Además, los correctores de pruebas trabajan cada vez más en pantalla.

Los correctores de pruebas utilizan marcas especiales habituales que realizan en el texto y en los márgenes de la página para mostrar qué errores hay, dónde están y cómo deben corregirse. Tradicionalmente, utilizarán tinta roja para mostrar los errores tipográficos y tinta azul para los errores pasados por alto por el revisor de estilo. Los correctores de pruebas que trabajan en pantalla pueden usar una función de “control de cambios” para marcar el texto.

Las tareas de los correctores de pruebas incluyen:
  • marcar los errores de ortografía, gramática y puntuación
  • comprobar que los números de página estén en orden
  • garantizar la coherencia, siguiendo una guía de estilo de la firma editorial
  • cerciorarse de que los pies de foto concuerden con lo que se ve en la foto.
Los correctores de pruebas no se encargan de verificar datos ni de elaborar índices y tampoco sugieren reescribir ni comentan el diseño de la página.

Los correctores de pruebas suelen trabajar por su cuenta, aunque pueden contactar con el revisor de estilo y/o el autor para realizar algunas consultas. Utilizan diccionarios y otros libros de referencia para comprobar los detalles sobre los que no estén seguros.
Perfil profesional
Para ser corrector de pruebas, se necesita:
  • Un profundo conocimiento de la ortografía, la gramática y la puntuación.
  • Tener mucho ojo para los detalles y ser capaz de concentrarse durante largos períodos de tiempo.
  • Trabajar con precisión y cuidado.
  • Saber usar los habituales signos de corrección de pruebas.
  • Saber organizarse y gestionar el tiempo para cumplir los plazos.
  • Sentirse bien trabajando por su cuenta.
  • Buenas dotes de comunicación para el trato con editores y escritores.
  • Conocimientos de informática.
  • Conocimiento de los procesos implicados en la producción de libros, de otros tipos materiales impresos y de sitios web.
La mayoría de los correctores de pruebas trabajan por cuenta propia, por lo que normalmente es preciso tener conocimientos sobre negocios y marketing.
Competencias
  • Aptitudes para la comunicación escrita.
  • Bien organizado.
  • Buena vista.
  • Bueno en gramática, puntuación y ortografía.
  • Caligrafía legible.
  • Capacidad para concentrarse.
  • Capaz de trabajar solo.
  • Conocimientos de dibujo, diseño y edición.
  • Cuidadoso.
  • Desempeña su trabajo siguiendo el libro de estilo de la empresa para la que trabaja.
  • Dotes para la corrección.
  • Emprendedor.
  • Habilidad para escribir en inglés.
  • Habilidades comunicativas.
  • Habilidades informáticas.
  • Ojo para el detalle.
  • Preciso.
  • Realiza correcciones y modificaciones en textos, imágenes y diseños de página.
  • Revisa la coherencia de los textos.
  • Revisa obra escrita en busca de la precisión y para detectar errores.
  • Trabaja bajo presión para cumplir con plazos de entrega justos.
Estudios
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros cursos más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.