Actualmente, vivimos en la era digital: un mundo caracterizado por ser volátil, líquido y repleto de tecnologías que nos permiten tener acceso a multitud de informaciones, comunicarnos sin la necesidad de vernos y estar más que al día de todo lo que sucede en nuestro planeta.
Así pues, fruto de esta digitalización y globalización, surge el concepto (o la profesión) de los influencers: personas que cuentan con millones de seguidores en redes sociales y que son reconocidas y famosas por los contenidos que muestran a través de la pantalla (Calderón y Gómez, 2022)[1].
Estos creadores de contenido impactan e influyen en distintos ámbitos: moda, tecnología, salud, etc., creando tendencias, modelando opiniones y valores, entre otros. Asimismo, los influencers tienen un impacto creciente en la toma de decisiones académicas entre los adolescentes y jóvenes.
Una de las repercusiones más notorias es el auge en el número de matrículas en carreras relacionadas con las redes: márquetin, comunicación y producción audiovisual, probablemente motivado por el deseo de aspirar a tener un estilo de vida parecido al del influencer.
Siguiendo con las desventajas o los riesgos de la influencia de los creadores de contenido famosos para el desarrollo personal y formativo, relacionado con lo que se venía comentando, esta influencia puede aumentar la presión social en caso de que solamente se muestren experiencias exitosas.
Además, pensando en una situación un tanto extremista, los creadores de contenido pueden contribuir al abandono de estudios de manera prematura, al generar en los jóvenes la creencia de que pueden alcanzar lo que ven detrás de la pantalla.
Sin embargo, otro de los riesgos principales es el hecho que en ciertas ocasiones pudieran sustituir la figura del orientador o la orientadora. Los jóvenes buscan respuestas en las redes y se fían de los consejos de los creadores que consideren inteligentes, auténticos y cercanos.Todo esto, contribuye a la toma de decisiones espontánea, impulsiva y emocional, dejando de lado un proceso de orientación consciente, reflexivo y continuo, respaldado por programas de intervención educativa y social basados en la evidencia.
Otra desventaja es que, a través de campañas publicitarias y redes sociales, especialmente desde el sector privado, se impulsa al joven hacia patrones de consumo y valores capitalistas, frecuentemente reforzados por influencers que marcan tendencias y estilos de vida aspiracionales, en ocasiones carentes de sostenibilidad y equidad.
No obstante, se hallan ventajas como la promoción de modelos educativos internacionales, pues, vivimos en un mundo global donde todas las personas están interconectadas, por lo que se dan a conocer sistemas educativos alternativos a la vez que se visibilizan profesiones un tanto desconocidas como, por ejemplo, la edición de un vídeo con programas innovadores o la producción de eventos.
En esta línea, también los creadores de contenido son una fuente de inspiración, sentido de posibilidad, motivación, diversidad, siempre y cuando se anteponga la vocación y el pensamiento crítico reflexivo ante las informaciones.
En este contexto, las familias, orientadores/as, docentes y otros profesionales tienen un rol esencial para acompañar, orientar y fomentar en el alumnado una toma de decisiones fundamentada, crítica y reflexiva.
La promoción de una orientación integral y continua y con el alumnado como protagonista del proceso, permitirá que los jóvenes tomen decisiones razonadas, realistas y en sintonía con sus intereses, capacidades y aspiraciones.
Así pues, fruto de esta digitalización y globalización, surge el concepto (o la profesión) de los influencers: personas que cuentan con millones de seguidores en redes sociales y que son reconocidas y famosas por los contenidos que muestran a través de la pantalla (Calderón y Gómez, 2022)[1].
Estos creadores de contenido impactan e influyen en distintos ámbitos: moda, tecnología, salud, etc., creando tendencias, modelando opiniones y valores, entre otros. Asimismo, los influencers tienen un impacto creciente en la toma de decisiones académicas entre los adolescentes y jóvenes.
Una de las repercusiones más notorias es el auge en el número de matrículas en carreras relacionadas con las redes: márquetin, comunicación y producción audiovisual, probablemente motivado por el deseo de aspirar a tener un estilo de vida parecido al del influencer.
Asimismo, la gran mayoría de creadores de contenido son emprendedores y poseen negocios propios, hecho que fomenta que muchos jóvenes opten por trayectorias educativas relacionadas con el mundo de las empresas y la administración.
"Los influencers tienen un impacto creciente en la toma de decisiones académicas entre los adolescentes y jóvenes".
Riesgos del impacto de los influencers en las decisiones profesionales de los jóvenes
Siguiendo con los impactos, los creadores de contenido logran que sus seguidores se vean representados, confíen y se reflejen en ellos, influyendo directamente en qué carrera o camino formativo seguir. Además, también impactan en el concepto de vida y las expectativas a las que aspiran los jóvenes, pues, muchos influencers muestran únicamente las partes más bonitas y atractivas de su día a día: estilo de vida flexible, libre, rentable, feliz… Ocultando las desventajas y, por tanto, la realidad.Siguiendo con las desventajas o los riesgos de la influencia de los creadores de contenido famosos para el desarrollo personal y formativo, relacionado con lo que se venía comentando, esta influencia puede aumentar la presión social en caso de que solamente se muestren experiencias exitosas.
Además, pensando en una situación un tanto extremista, los creadores de contenido pueden contribuir al abandono de estudios de manera prematura, al generar en los jóvenes la creencia de que pueden alcanzar lo que ven detrás de la pantalla.
Los influencers educativos: sus pros y contras
Existen varios influencers o influencers educativos, que lejos de idealizar, muestran abiertamente los altibajos y normalizan el hecho de poder rectificar y elegir otro camino. Dentro de este ámbito, en redes hay una serie de creadores de contenido de estudio, es decir, aquellos que su contenido se enfoca en ayudar a planificar, a estudiar, a organizarse y a enseñar técnicas de estudio.Sin embargo, otro de los riesgos principales es el hecho que en ciertas ocasiones pudieran sustituir la figura del orientador o la orientadora. Los jóvenes buscan respuestas en las redes y se fían de los consejos de los creadores que consideren inteligentes, auténticos y cercanos.Todo esto, contribuye a la toma de decisiones espontánea, impulsiva y emocional, dejando de lado un proceso de orientación consciente, reflexivo y continuo, respaldado por programas de intervención educativa y social basados en la evidencia.
Otra desventaja es que, a través de campañas publicitarias y redes sociales, especialmente desde el sector privado, se impulsa al joven hacia patrones de consumo y valores capitalistas, frecuentemente reforzados por influencers que marcan tendencias y estilos de vida aspiracionales, en ocasiones carentes de sostenibilidad y equidad.
No obstante, se hallan ventajas como la promoción de modelos educativos internacionales, pues, vivimos en un mundo global donde todas las personas están interconectadas, por lo que se dan a conocer sistemas educativos alternativos a la vez que se visibilizan profesiones un tanto desconocidas como, por ejemplo, la edición de un vídeo con programas innovadores o la producción de eventos.
En esta línea, también los creadores de contenido son una fuente de inspiración, sentido de posibilidad, motivación, diversidad, siempre y cuando se anteponga la vocación y el pensamiento crítico reflexivo ante las informaciones.
"Familias, profesionales de la orientación y docentes tienen un rol esencial para acompañar, orientar y fomentar en el alumnado una toma de decisiones fundamentada".
Cómo contribuir a que el alumnado tome decisiones fundamentadas sobre su futuro
Ahora bien, ¿cómo puede contribuir la comunidad educativa (familias, orientadores, docentes…) a que los jóvenes tomen decisiones académicas y profesionales informadas y críticas?Fomentar uso saludable de las redes sociales y la tecnología
Por un lado, es fundamental que tanto familias como profesionales sean unos referentes de calidad en cuanto a las tecnologías, es decir, que estén educados digitalmente y, por tanto, puedan encaminar a los jóvenes hacia un uso saludable, crítico y consciente a las redes sociales y pantallas en general. Asimismo, es fundamental que se instaure un trabajo conjunto, en red, con todos los agentes que influencian en el desarrollo de los niños, niñas y jóvenes.Poner en valor la orientación académica y profesional y fomentarla
Por otro lado, desde los centros educativos se debe reivindicar y fomentar el papel de la orientación, otorgándole toda la importancia que merece y entendiéndola como un proceso holístico, dirigido para todas y todos en cualquier momento de la vida, lejos de tener un carácter meramente reparador. Desde los centros se pueden organizar excursiones a ferias de empleo, charlas y jornadas de orientación para que los estudiantes se puedan acercar de primera mano a las profesiones que les interesan.Potenciar las metodologías educativas activas
Además, estructurar en proceso de enseñanza-aprendizaje a través de las metodologías activas resulta clave para trabajar desde las aulas el pensamiento crítico, reflexivo, el autoconocimiento, el empoderamiento, la autoestima y la confianza, hecho que ayudará a los estudiantes a tomar decisiones fundamentadas.Contribuir a que el alumnado tome decisiones académicas basadas en sus intereses
Asimismo, la comunidad educativa debe actuar dejando atrás los prejuicios y estereotipos, así como las expectativas rígidas que en ocasiones se depositan sobre el alumnado, condicionando sus elecciones y limitando su desarrollo personal. Es fundamental, pues, crear un entorno en el que el alumnado pueda ser auténtico, expresarse con libertad y tomar decisiones basadas en sus capacidades, intereses y valores. Solo así, podrán construir una identidad sólida y ser autónomos, sin verse influenciados por presiones externas ni por la necesidad de mostrarse de la manera como se espera de ellos mismos.Conclusiones
Con todo, los creadores de contenido o influencers desempeñan una influencia significativa en las decisiones académicas y profesionales de los jóvenes, tanto de manera positiva como negativa, pues en ocasiones generan aspiraciones idealizadas que condicionan su desarrollo personal, profesional y vocacional.En este contexto, las familias, orientadores/as, docentes y otros profesionales tienen un rol esencial para acompañar, orientar y fomentar en el alumnado una toma de decisiones fundamentada, crítica y reflexiva.
La promoción de una orientación integral y continua y con el alumnado como protagonista del proceso, permitirá que los jóvenes tomen decisiones razonadas, realistas y en sintonía con sus intereses, capacidades y aspiraciones.
[1] Calderón Gómez, Daniel y Gómez Miguel, Alejandro (2022). Consumir, crear, jugar. Panorámica del ocio digital de la juventud. Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Fundación Fad Juventud.