La toma de decisión vocacional es una de las grandes decisiones de la vida, una de esas pocas que apenas se cuentan con los dedos de una mano en las que no deberíamos equivocarnos.Para ello, nuestros niños, niñas y jóvenes necesitan dos tipos de acompañamiento. Por un lado, el de sus familias y personas del entorno cercano, un acompañamiento que se traduce en el apoyo incondicional sobre todo desde la perspectiva personal que fomenta el bienestar emocional. El otro apoyo es el especializado, el que se basa en la fundamentación psicopedagógica con el que se trabaja desde la orientación educativa y profesional. Dicho de otro modo, la participación de los profesionales de la orientación en el proceso de toma de decisiones vocacionales de las personas es imprescindible.
Las administraciones educativas deben fomentar que el alumnado haga realidad el derecho que tiene a una orientación educativa y profesional de calidad, por ello, es muy importante que se tenga en cuenta que la plantilla de orientadoras y orientadores en España es muy escasa, que solo dispone de un tercio de los profesionales que se necesitarían siguiendo el criterio de la UNESCO y la COPOE, que recomienda 1 profesional de la orientación por casa 250 estudiantes.
Con esta falta de profesionales de la orientación, es necesario que estos prioricen sus tareas y desgraciadamente, se atienda antes a lo urgente que, a lo importante, de modo que la orientación vocacional va quedando relegada ante la urgencia de atender asuntos relacionados con la convivencia y la atención a la diversidad, que normalmente emergen como situaciones de crisis acaparando el escaso tiempo del orientador u orientadora.
En este escenario, es frecuente que nuestras niñas, niños y jóvenes se encuentren sin suficientes recursos para tomar una de las decisiones más importantes de su vida y recurran a soluciones fáciles por su accesibilidad en las redes como los mensajes que transmiten personas como los influencers, cuya legitimidad en el asunto es más que cuestionable.
"En lo que se refiere a la toma de decisiones vocacionales, los influencers no son una buena influencia para nuestros jóvenes".
Por mi experiencia como orientadora, me he encontrado casos en los que alumnos decían querer dedicarse a las finanzas con inversiones sencillas y movimientos de dinero con los que ganar fortunas con ningún esfuerzo y sin riesgos, es más sin ninguna formación. A esta información habían llegado mediante influencers que habían conocido en las redes. Siempre resulta más atractivo seguir a quien dice que podrás ser rico de forma rápida y sin esfuerzo que a quien te muestra el camino pausado del estudio, el esfuerzo y la formación.Ante estas influencias de personas poco preparadas, que no tienen criterio psicopedagógico alguno y que incluso pueden tener fines espurios, son más vulnerables los estudiantes con menos recursos, no solo económicos, sino menos recursos personales y de formación, las herramientas que da el conocimiento, porque el conocimiento es un gran escudo frente a manipulaciones a lo largo de la vida y cualquiera de sus facetas.
Trabajar en orientación educativa y profesional requiere de una formación altamente cualificada, pues es necesario conocer los factores que influyen en el desarrollo evolutivo de las personas, desde los aspectos más físicos hasta los de índole más psicológica y social. Es un trabajo de una gran responsabilidad porque el destinatario es algo muy sensible e incluso inflamable, como son las personas, es más, en alguna ocasión he llegado a comparar a los profesionales de la orientación con los TEDAX, precisamente por lo delicado de nuestras intervenciones.
Desde esta perspectiva, en lo que se refiere a la toma de decisiones vocacionales, los influencers no son una buena influencia para nuestros jóvenes. Del mismo modo que en las redes pueden encontrarse a personas hablando sobre salud, tecnologías o cualquier tema sin un criterio profesional, también nuestros jóvenes y niños encuentran a quienes les hablan de las profesiones sin ningún rigor ni credibilidad. La orientación educativa y profesional es un asunto muy serio que requiere unas competencias muy específicas.
La toma de decisiones no puede ser nunca un momento concreto en el que haya el imperativo de decidir contrarreloj ante una solicitud de inscripción abierta en el ordenador, en un proceso de petición de plaza en una carrera universitaria o de estudios de Formación Profesional, bajo ningún concepto. El proceso de orientación vocacional es muy complejo y precisa de sus tiempos, porque hablamos del proyecto de vida de una persona.
"Decidir sobre el propio proyecto de vida necesita del acompañamiento cercano, de los que más te quieren y de los que más saben".
La orientación es un proceso complejo y necesario desde la etapa infantil
Este acompañamiento especializado del profesional de la orientación debe iniciarse en la escolarización lo antes posible, desde la etapa infantil. Aunque algunos se alarmen y no lo comprendan, cada etapa tiene sus modos de abordarse según el momento evolutivo de cada persona.
En la etapa infantil, la orientación vocacional se trabaja como un juego de roles en las profesiones, lo que va calando en la toma de decisiones vocacionales y diseño de proyecto de vida que el estudiante hará en el futuro.
A medida que cada persona va cumpliendo años, la concentración en esta temática se va haciendo mayor y este acompañamiento se reflejará en un programa basado en pruebas psicopedagógicas y una serie de entrevistas entre el profesional de la orientación. Y cada estudiante, con el que se analizará desde la mirada interior, es decir, el autoconocimiento y las posibilidades que ofrece la mirada exterior, es decir, hacia la información y la oferta educativa.
Elaboración propia de la autora.
Una mirada hacia dentro y otra hacia fuera forman parte de un proceso complejo que precisa del acompañamiento especializado del profesional de la orientación, porque se trata de un momento clave en la vida de las personas, que además tiene lugar en plena adolescencia.
La orientación vocacional es un derecho que tiene todo el alumnado. La Carta Social Europea de 1966, revisada en 1996 dice textualmente: "Toda persona tiene derecho a medios apropiados de orientación profesional que le ayuden a elegir una profesión conforme a sus aptitudes personales y a sus intereses". Este documento fue ratificado por el Gobierno de España mediante un instrumento de ratificación publicado en el BOE nº 139 de 11 de junio de 2021.
El papel de las familias es paralelo a la intervención del especialista e igual de importante porque es el acompañamiento emocional, quienes están al lado para refrendar las decisiones, para aportar más miradas, las perspectivas cercanas, en la zona de intimidad de las personas. Decidir sobre el propio proyecto de vida necesita del acompañamiento cercano, de los que más te quieren y de los que más saben, dejemos poco hueco a los que quieren influirnos sin conocernos ni querernos.