En la era digital, las redes sociales se han consolidado como uno de los principales medios de interacción y construcción de identidad entre los jóvenes.En este escenario, los influencers, personas con gran capacidad de persuasión y miles o millones de seguidores en plataformas digitales, se han convertido en figuras de referencia para niños, adolescentes y jóvenes adultos.
Su impacto no se limita al consumo o la moda, sino que alcanza dimensiones más profundas como la educación, la elección vocacional y el desarrollo personal. Esta situación plantea interrogantes sobre los beneficios y riesgos que supone su influencia en estudiantes de educación básica y superior, considerando que ambos niveles educativos enfrentan procesos formativos importantes.
Influencia en la elección de carrera y aspiraciones profesionales
Diversos estudios han evidenciado que los influencers tienen un impacto significativo en las decisiones académicas y profesionales de los jóvenes, moldeando sus aspiraciones, percepciones y elecciones de carrera.Un estudio de la Universidad de Los Ángeles reveló que el 70% de los jóvenes considera que los influencers les ayudan a tomar decisiones informadas sobre su futuro laboral. Asimismo, la Universidad Latina de México destacó que las herramientas digitales proporcionan acceso inmediato a información sobre diferentes carreras, mientras influencers, profesionales y empresas comparten sus experiencias y consejos, generando un entorno educativo alternativo que puede resultar inspirador (Psico-Smart, Gestión).
Este fenómeno también ha provocado un cambio en las aspiraciones profesionales. Según un estudio del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes en España, el 80% de los docentes identifica a los influencers como los nuevos referentes entre los jóvenes estudiantes. De igual forma, el 85% de los adolescentes expresa entusiasmo por crear contenido y convertirse en influencers, aunque reconocen los desafíos que esto requiere para su corta edad (Infobae, 2024).
Impacto en la identidad, autoestima y proyecto de vida
El papel de los influencers va más allá de lo vocacional; también impacta de manera significativa en la identidad adolescente. De acuerdo con un trabajo de grado de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (2022), estos personajes influyen en la autoimagen, la autoestima y en la construcción del proyecto de vida de los adolescentes.Muchos jóvenes tienden a replicar los estilos de vida y valores que observan en sus influencers favoritos, lo que puede distorsionar su percepción de éxito y realización personal, especialmente si estos ideales están descontextualizados o son poco realistas. Sin olvidar que los influencers pueden mentir con relación a su éxito y estilo de vida.
Oportunidades educativas y experiencias positivas
A pesar de los desafíos, no todo es negativo, algunos influencers han sabido usar su visibilidad para fines educativos. Un ejemplo destacado es Andrés Manrique, quien lidera una red que comparte gratuitamente información y estrategias para ingresar a la universidad. Su iniciativa ha beneficiado a más de 1.800 jóvenes, de los cuales el 40% ya se han graduado (El País, 2024).Este tipo de propuestas demuestran que los influencers también pueden ser agentes de cambio positivo cuando su contenido es diseñado con fines formativos y de desarrollo profesional.
El papel de la comunidad educativa y familiar
Frente a este fenómeno, es esencial que interventores educativos, familias, pedagogos y docentes asuman un rol activo para guiar a los jóvenes en la toma de decisiones más informadas y críticas.
Los interventores educativos cumplen una función clave en el acompañamiento personalizado de los estudiantes. A través de talleres, tutorías y asesorías, pueden fomentar la autoestima, el pensamiento crítico y el diseño de un proyecto de vida sólido, ayudando a los jóvenes a identificar y filtrar el contenido que consumen.
Las familias, como primer entorno educativo, tienen la responsabilidad de fomentar el diálogo y establecer límites saludables respecto al uso de la tecnología. Compartir tiempo de calidad y mostrar interés en los intereses digitales de los adolescentes permite a los padres construir confianza y promover una toma de decisiones más madura, esto significa que es necesario prepararse para ser líder en la familia.
Los pedagogos, desde su conocimiento en procesos de enseñanza-aprendizaje, pueden integrar el análisis crítico de los medios digitales dentro del currículo escolar. Actividades como la creación de contenido con fines educativos o el análisis de discursos mediáticos permiten desarrollar habilidades para evaluar la información y construir criterio propio.
Por último, los docentes desempeñan un papel cotidiano y cercano con los estudiantes. Aprovechar el interés de los alumnos por los influencers como punto de partida para generar debates y aprendizajes significativos puede transformar las redes sociales en recursos pedagógicos. Su actitud empática, el ejemplo ético y su compromiso educativo fortalecen la autonomía y el juicio crítico del alumnado.
Los Interventores educativos: aliados clave frente al impacto de las redes sociales en los jóvenes
En una era donde los influencers y las redes sociales moldean percepciones, aspiraciones y conductas de millones de adolescentes, el papel del interventor educativo se vuelve más relevante que nunca. Su función va mucho más allá de lo académico: consiste en acompañar, orientar y fortalecer las herramientas personales y sociales de los estudiantes para que puedan desarrollarse con autonomía y sentido crítico en un mundo digital complejo.Los interventores educativos están en una posición privilegiada para brindar un acompañamiento personalizado que permita a los jóvenes conocerse mejor, identificar sus verdaderos intereses y construir un proyecto de vida que vaya más allá de los modelos aspiracionales que promueven las redes.
Este acompañamiento puede realizarse a través de talleres, tutorías y asesorías que no solo atiendan lo escolar, sino que profundicen en aspectos como la autoestima, el pensamiento crítico y el manejo consciente del entorno digital.
Los talleres formativos, por ejemplo, pueden ser espacios donde los estudiantes exploren su identidad, emociones y valores, mientras reflexionan sobre la influencia que ejercen las redes sociales en sus decisiones, su imagen y su bienestar. Desde dinámicas de autoconocimiento hasta análisis críticos de contenido digital, estos espacios permiten identificar estereotipos, cuestionar modas pasajeras y aprender a distinguir entre contenido auténtico y manipulado.
Por otro lado, las tutorías personalizadas permiten una atención directa a las inquietudes y aspiraciones individuales. Aquí, el interventor puede orientar al estudiante para clarificar sus metas, enfrentar dudas vocacionales o incluso abordar problemáticas derivadas del uso excesivo de redes. Además, puede ayudar a desarrollar estrategias para el uso responsable de la tecnología, y fomentar una mirada crítica ante la información que consumen en plataformas digitales.
Las asesorías complementan este trabajo al acercar al estudiante a fuentes confiables, alternativas de desarrollo profesional y canales de expresión que vayan más allá del entretenimiento inmediato.
Los interventores educativos desempeñan un papel clave al enseñar a los jóvenes a usar las redes sociales para su beneficio formativo, fomentando el acceso a contenidos de divulgación científica, oportunidades académicas o incluso proporcionar vínculos con comunidades profesionales o de interés vocacional.
Por lo tanto, los interventores educativos pueden y deben ser actores clave en la formación de jóvenes críticos, seguros y con un rumbo claro en su vida personal y profesional. En ese sentido, consideramos que, frente al ruido mediático, el acompañamiento cercano, humano y estratégico es una herramienta poderosa para ayudar a los estudiantes a filtrar lo que consumen, reconocer su valor personal y construir su propio camino, libre de presiones superficiales.
Por otro lado, el interventor educativo trabaja con las familias a través de talleres o charlas, y con ello se busca que madres y padres comprendan cómo estos modelos pueden afectar la autoestima, valores y aspiraciones de sus hijos. Además, se les orienta para establecer límites saludables en el uso de dispositivos, fomentar el diálogo y participar activamente en la formación digital de sus hijos.
Conclusión
En definitiva, los influencers representan un fenómeno ambivalente para el ámbito educativo. Por un lado, pueden ser una fuente de inspiración, motivación y aprendizaje; por otro, también pueden contribuir a la desinformación, la frustración y la pérdida de rumbo vocacional.Acompañar a los jóvenes en este contexto requiere una acción conjunta entre familias, escuelas y profesionales de la educación que permita fomentar la alfabetización digital, la reflexión sobre las propias aspiraciones y el desarrollo de un pensamiento crítico. Solo así será posible transformar la influencia de las redes sociales en una oportunidad educativa y no en un obstáculo para el crecimiento personal y profesional de los jóvenes.
Referencias
Alcaldía La Magdalena Contreras. (2021, 8 de febrero). Test de orientación vocacional. Alcaldía La Magdalena Contreras.
El País. (2024, diciembre 5). Andrés Manrique, el líder de una red de pilos que comparte gratuitamente las claves para pasar a la U.
Gestión. (2024, mayo 14). ¿Se puede decidir estudiar una carrera utilizando redes sociales?
Infobae. (2024, mayo 7). ¿Por qué los jóvenes prefieren ser influencers que estudiar una carrera universitaria?
Psico-Smart. (s.f.). Orientación vocacional en la era digital: ¿Cómo influyen las redes sociales en la elección de carrera?
Universidad Minuto de Dios. (2022). La influencia de los influencers en la identidad adolescente [Trabajo de grado].