Mónica Moso Díez lidera el Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza, desde donde impulsa proyectos estratégicos para fortalecer y visibilizar la Formación Profesional. Además, realiza y colabora asiduamente en informes que analizan el impacto y evolución de la FP en España.
Moso es Doctora en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad del País Vasco, con una especialización en políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación, también cuenta con un MBA por la ESEUNE Business School.
Su trayectoria combina la experiencia en la investigación académica y la gestión del conocimiento, habiendo ejercido como docente en diversas universidades y como directora de clústeres vinculados al medio ambiente y la gestión empresarial en el País Vasco.
1. ¿Cuál es el sentido de los cursos de especialización de FP? ¿Son asimilables a los másteres universitarios por su carácter de especialización?
Los cursos de especialización de Formación Profesional (FP) nacen para complementar y actualizar las competencias de quienes ya cuentan con un título de FP, especialmente en campos emergentes o de rápida evolución tecnológica.
Los cursos de especialización pueden darse a personas tituladas bien en ciclos formativos de grado medio, lo cual le otorgaría la titulación de "Especialista" o bien en grado superior, con la titulación "Máster en Formación Profesional".
Su sentido es ofrecer una formación post-título que profundiza en conocimientos muy específicos, de forma análoga a lo que sería una especialización de posgrado en la universidad.
Ahora bien, aunque se les compare con los másteres universitarios por su enfoque de especialización, debemos señalar que no son académicamente equivalentes a un máster universitario. Su duración típicamente oscila entre 300 y 720 horas, siendo mucho menor que la de un máster universitario, y están orientados a la aplicación práctica en entornos profesionales concretos.
Esto se refleja en que su nivel educativo es diferente en la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE) entre los Especialistas (CINE 3) como en los Másteres de FP (CINE 5) y los másteres universitarios (CINE 7), de un total de 8 niveles.
En suma, el objetivo de estos cursos es actualizar de forma rápida los conocimientos más punteros que demanda el mercado laboral, normalmente, en campos más sofisticados tecnológica y digitalmente como son los industriales, o el de las TIC, vinculados a familias profesionales de naturaleza STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
2. ¿En qué familias profesionales sería necesario crear o ampliar la oferta de cursos de especialización? ¿Por qué?
Las familias profesionales que cuentan con más cursos de especialización son:
- Informática y Comunicaciones (ej.: especialización en Big Data, Desarrollo de videojuegos).
- Electricidad-Electrónica (ej.: Robótica colaborativa, 5G, Internet de las Cosas).
- Fabricación Mecánica (ej.: Impresión 3D, materiales compuestos).
- Transporte y Mantenimiento de Vehículos (ej.: drones, movilidad eléctrica)
- Energía y Agua (ej.: auditoría energética), entre otras familias.
Esta focalización responde a que son sectores con demandas urgentes de personal cualificado en nuevas tecnologías. No obstante, identificar lagunas en la oferta actual es importante para lograr un catálogo equilibrado.
Familias como la Agraria o Industrias Alimentarias apenas tenían oferta hasta hace poco; sin embargo, también están experimentando cambios tecnológicos y requieren especialización.
Por ejemplo, en 2024 el Gobierno aprobó nuevos cursos vinculados a Agraria y Alimentación, como el Máster de FP en Floristería y arte floral (familia Agraria) y en Tecnología y gestión quesera (Industrias Alimentarias), para atender a demandas específicas en esos ámbitos. También se creó uno en Inspección técnica y peritación de siniestros de vehículos (familia de Transporte y Mantenimiento de Vehículos), lo que muestra la necesidad de especialización incluso en el sector de la automoción y seguros.
Asimismo, sería conveniente ampliar la oferta en familias como la de Sanidad, con avances constantes (telemedicina, big data sanitario, bioinformática) que podrían traducirse en cursos de especialización para técnicos de Laboratorio, Imagen para el Diagnóstico, etc.
O en el ámbito socioeducativo, donde podrían desarrollarse especializaciones en atención a la dependencia, intervención social avanzada o similares, dada la creciente demanda de profesionales altamente cualificados en el cuidado de mayores, infancia o inclusión social.
También en Administración y Gestión se podría valorar alguna especialización en transformación digital de procesos administrativos, y en Hostelería y Turismo ampliar más allá de la Panadería Artesanal existente.
En definitiva, es cuestión de alinear la FP con la "especialización inteligente" por sectores y territorios, identificando sectores estratégicos y emergentes en cada territorio (agroalimentario, salud, energías renovables, logística, etc.) e implantar cursos de especialización que den respuesta a esas necesidades.
3. ¿Qué ventajas suponen estos cursos para los titulados de FP? ¿Cómo pueden influir en su empleabilidad?
El hecho de que una persona titulada de un ciclo formativo de grado medio o superior curse una especialización permite actualizarse y diferenciarse, al adquirir conocimientos exclusivos y punteros que no se ven en detalle en el ciclo formativo ordinario.
A priori, esto incrementa su valor profesional; sin embargo, no tenemos datos que nos permitan analizar la trazabilidad laboral de las personas "Especialistas" o con "Másteres de FP".
Por ahora, la matriculación es baja, lo cual puede deberse a que es una iniciativa reciente y poco implantada y conocida, pero también la duración de la misma podría ser una limitación para compatibilizar por parte de las personas que ya están trabajando.
Por tanto, se necesitaría analizar en mayor profundidad, tanto cualitativa como cuantitativamente, esta fórmula para ver cómo puede influir en la empleabilidad a corto, medio y largo plazo.
4. ¿Qué beneficios aportan estas formaciones a las empresas? ¿Están participando en su diseño o desarrollo?
Las empresas pueden beneficiarse de los cursos de especialización de FP al acceder a profesionales más cualificados y especializados en las tecnologías o procesos que necesitan.
Según estudios que hemos realizado desde CaixaBank Dualiza junto a la Fundación SEPO, las estrategias de cualificación y especialización del conocimiento y de las cualificaciones, redundan en una mayor productividad (tanto horaria como por trabajador o trabajadora), competitividad y sostenibilidad, por lo que estas iniciativas pueden aportar valor en la medida en que sean interiorizadas por las empresas. Normalmente, se orientan a cubrir perfiles profesionales con una fuerte demanda, tanto en energías renovables, robótica, ciberseguridad, etc.
Lo ideal es que hay una participación activa, desde el diseño curricular hasta la impartición de talleres, cesión de equipamiento o acogida de aprendices, lo cual garantiza que la formación esté alineada con la realidad del sector. Esto aporta beneficios mutuos: empresas con personal altamente competente y técnicos con empleo de calidad.
5. ¿Cómo pueden consolidarse estos estudios y garantizar su expansión con calidad y equidad?
En este sentido, es importante analizar su evolución. ¿Cuál es el tipo de estudiante que cursa estos cursos? ¿Cómo se refleja esta mayor especialización a nivel salarial y de trayectoria profesional? ¿Cómo responden las empresas a estos perfiles? ¿Cómo se expande esta fórmula enseñanza-aprendizaje? Es una fórmula innovadora, escasamente conocida a nivel internacional, que habrá que ir monitorizando.
Existe un debate al respecto. ¿Es para personas ocupadas en el mercado laboral? ¿O también para jóvenes que vienen directamente de un Grado Medio y/o Grado Superior? En este segundo caso, se plantea si estos conocimientos ya deberían estar incluidos en los currículos que acaban de cursar. Por tanto, la monitorización es calve para adaptar y alimentar este mecanismo de especialización en el marco de la FP española, tanto en términos de calidad, eficacia y empleabilidad.
6. ¿Cuáles son las ventajas de ofrecer este tipo de formación para los centros formativos?
Para los centros de FP, el hecho de incorporar cursos de especialización a su oferta puede suponer beneficios porque los posiciona como centros innovadores en determinadas áreas, ya que la oferta de un "máster de FP" en, digamos, Ciberseguridad o Cultivos Celulares, da prestigio al centro porque demuestra que cuenta con la tecnología y el personal capacitado para impartir formación de alto nivel técnico.
Esto atrae tanto a nuevos estudiantes y/o fideliza a los existentes como a alianzas con empresas locales, que verán en el centro un socio estratégico para la formación de talento o inclusive para desarrollar proyectos de innovación aplicada.
Un centro que oferta cursos de especialización de FP gana en prestigio, atracción de talento y conexiones con el sector productivo, al tiempo que cumple un papel público importante: el de ser pionero en la formación de profesionales altamente especializados que demanda la economía actual.
7. ¿Por qué la mayoría de los cursos de especialización de FP se imparten en centros públicos? ¿Cómo incentivar que los centros privados los incluyan en su oferta formativa?
Es cierto que, desde su creación, la mayoría de estos cursos se han impartido en centros de FP de titularidad pública. ¿Por qué? Principalmente porque fueron las administraciones educativas las que impulsaron su desarrollo inicial, asignándolos a la red pública de FP.
Sería necesario investigar más los motivos, pero a priori algunos factores pueden estar vinculados, principalmente, a la necesaria inversión en equipamiento, que puede ser considerables en función de las nuevas tecnologías que estén presentes en dichos cursos. Sin embargo, esto está empezando a cambiar, ya que más centros privados empiezan a ofertar estos cursos. Será necesario ver la evolución en este sentido.
8. ¿Por qué existe esta brecha de género en estos estudios y cómo se puede solucionar?
La brecha de género en los cursos de especialización de FP es un tema preocupante, ya que amplifica la brecha que ya existe en la FP en general, especialmente en las ramas tecnológicas, industriales, digitales y verdes.
En familias industriales, familias TIC o familias verdes las mujeres suponen el 12% del total de titulados, y aunque su proporción es mayor en las ramas de familias STEM, sobre todo, en las más científicas como en el caso de Química, ellas están poco presentes.
Según el Observatorio de la FP, en el curso 2021-2022 solo el 18% del alumnado de cursos de especialización eran mujeres (496 alumnas, frente a 2.182 hombres, un 82%). A esto se le une que hay pocas especializaciones en ámbitos donde la matrícula femenina de FP es alta (por ejemplo, no abundan cursos de especialización en educación infantil, textil/moda, estética, etc.). Esto refleja una brecha de género marcada por estereotipos y roles históricos: desde edades tempranas menos chicas se orientan hacia las tecnologías duras o la industria, y por ende pocas llegan a estos niveles de especialización técnica.
Algunas vías de solución de esta situación estructural pasan por el refuerzo de la orientación educativa con perspectiva de género desde el inicio de la trayectoria educativa (a nivel curricular, experiencial, etc.), el impulso de programas específicos de apoyo a alumnas (por ejemplo: mentorización por mujeres profesionales durante el ciclo), el fomento de prioridades de acceso, el desarrollo de campañas socioculturales con referencias femeninas en estos campos, el fomento de entornos de trabajo que no estén tan masculinizados en el mercado laboral, etc.
En suma, es de gran relevancia garantizar la equidad de género, con inversión en calidad, acceso equitativo y sensibilización, estos estudios podrán consolidarse como una pieza fundamental del sistema de FP.