El Premio Diputació de Barcelona-Educaweb para Instituciones 2024 ha sido para el proyecto Orientació universal de les cohorts de quart d'ESO de Barcelona, un programa de orientación personalizado para el alumnado de 4º de ESO.
Esta iniciativa, promovida por el Consorci d'Educació de Barcelona (CEB), permite a los centros educativos acompañar a cada estudiante en su transición hacia estudios postobligatorios a través de una aplicación tecnológica.
Mediante esta herramienta, los centros registran las recomendaciones personalizadas para su alumnado. Posteriormente, el CEB recopila los datos y analiza los resultados y la relación entre la oferta y la demanda de los estudios existentes para el alumnado.
En esta entrevista, la técnica del Servicio de Orientación del Consorci d'Educació de Barcelona, Maria Pujol Herrera, explica cómo ha sido la experiencia de participar en este proyecto.
1. ¿Cómo valoraría su participación en el proyecto y qué impacto ha tenido en su trabajo de orientación?
La información que se obtiene a partir de la gran encuesta del proyecto universal sobre la orientación de las cohortes de 4º de la ESO, tiene un impacto directo sobre el trabajo de orientación y seguimiento que durante un curso hacemos sobre el alumnado que pasa de los estudios obligatorios a los postobligatorios.
Para nuestro equipo es básico saber si al hacer la preinscripción a estudios postobligatorios y por tanto su opción formativa, ha seguido las orientaciones de su equipo orientador en la ESO.
Por otro lado, creo que repercute también en las mismas orientadoras de la etapa obligatoria que deben concretar una propuesta formativa para cada alumno o alumna.
Constatamos frecuentemente el interés de estas profesionales en el proyecto, cuando durante el curso siguiente se interesan por saber si el alumnado que está ya cursando estas formaciones postobligatorias, ha seguido sus indicaciones y qué resultados están obteniendo.
A su vez, el hecho de constatar la experiencia postobligatoria de alumnos de cursos anteriores repercutirá en posteriores orientaciones de nuevo alumnado.
Y por supuesto, hay que destacar la gran cantidad de información que reporta sobre diversos aspectos de los procesos de preinscripción y seguimiento de los resultados académicos de los estudiantes en los primeros cursos de estudios postobligatorios.
Esta iniciativa, promovida por el Consorci d'Educació de Barcelona (CEB), permite a los centros educativos acompañar a cada estudiante en su transición hacia estudios postobligatorios a través de una aplicación tecnológica.
Mediante esta herramienta, los centros registran las recomendaciones personalizadas para su alumnado. Posteriormente, el CEB recopila los datos y analiza los resultados y la relación entre la oferta y la demanda de los estudios existentes para el alumnado.
En esta entrevista, la técnica del Servicio de Orientación del Consorci d'Educació de Barcelona, Maria Pujol Herrera, explica cómo ha sido la experiencia de participar en este proyecto.
1. ¿Cómo valoraría su participación en el proyecto y qué impacto ha tenido en su trabajo de orientación?
La información que se obtiene a partir de la gran encuesta del proyecto universal sobre la orientación de las cohortes de 4º de la ESO, tiene un impacto directo sobre el trabajo de orientación y seguimiento que durante un curso hacemos sobre el alumnado que pasa de los estudios obligatorios a los postobligatorios.
Para nuestro equipo es básico saber si al hacer la preinscripción a estudios postobligatorios y por tanto su opción formativa, ha seguido las orientaciones de su equipo orientador en la ESO.
Por otro lado, creo que repercute también en las mismas orientadoras de la etapa obligatoria que deben concretar una propuesta formativa para cada alumno o alumna.
Constatamos frecuentemente el interés de estas profesionales en el proyecto, cuando durante el curso siguiente se interesan por saber si el alumnado que está ya cursando estas formaciones postobligatorias, ha seguido sus indicaciones y qué resultados están obteniendo.
A su vez, el hecho de constatar la experiencia postobligatoria de alumnos de cursos anteriores repercutirá en posteriores orientaciones de nuevo alumnado.
Y por supuesto, hay que destacar la gran cantidad de información que reporta sobre diversos aspectos de los procesos de preinscripción y seguimiento de los resultados académicos de los estudiantes en los primeros cursos de estudios postobligatorios.
"Constatamos el interés de los orientadores cuando se interesan por saber si el alumnado ha seguido sus indicaciones".
2. ¿Cuáles serían los principales beneficios que ha aportado el proyecto Orientación universal de las cohortes de cuarto de ESO de Barcelona a los alumnos?
Desde el punto de vista del alumnado, la repercusión del proyecto es más indirecta.
Partiendo de la idea de que el referente de cada alumno y alumna, al introducir la información sobre la orientación de estudios que se proponen, lo ha trabajado anteriormente con los jóvenes estudiantes, éstos conocerán, por tanto, la propuesta que se hace sobre sus futuros estudios.
3. Como orientador/a ¿qué mejoras o ajustes cree que serían necesarios para optimizar el proyecto en futuras ediciones y mejorar la orientación a los estudiantes?
El proyecto es ambicioso y completo y por tanto añadiríamos pocas modificaciones.
En todo caso podría completarse la información referente a alumnado no orientado a ninguna formación concreta (puede que haya cambiado de centro educativo, marchado del país, no quiere seguir estudiando...).
En cuanto a los procesos que implica el proyecto quizás podría mejorarse la accesibilidad de los profesionales al cuestionario ya que cada año recibimos demandas sobre como acceder debido a los filtros de confidencialidad.
Si quieres saber más sobre este proyecto te invitamos a consultar una publicación sobre este, así como una entrevista en vídeo con Agustí Rubio, responsable de Orientación Educativa del Consorci d'Educació de Barcelona.
